«Mi madre y mi hermana están muy orgullosas de mí»

Vencer ante el conjunto gallego o el Girona es complicado. Aun y todo, Alleyne parece vivir uno de sus mejores momentos en la cancha, «pero no el mejor. Cada encuentro crezco un poquito, así que no penséis que lo he dado todo. Veamos hasta dónde puedo llegar», ríe tras el fin de una práctica con sus compañeras en el Gasca.

Junto con sus colegas del IDK ha creado en San Sebastián -«un lugar precioso»- su nueva casa. Llegó a la capital guipuzcoana en octubre para ocupar la décima ficha del equipo y se muestra «superfeliz» en el club. Alleyne recuerda su primer día en Donostia como «emocionante. Nada más salir a la calle me gustó mucho. El paisaje, la cultura, la gente... Todo es bonito. Me encanta».

Es indudable que su paso por el conjunto donostiarra está siendo inmejorable para la joven pívot, de 22 años. Pese a su positiva experiencia en el IDK, reconoce que también echa de menos a sus familiares. Habla «casi a diario» con su madre y su hermana. Les mantiene al corriente de todos sus logros en tierras guipuzcoanas y señala con un brillo especial en los ojos, que «están muy orgullosas de mí».

Alleyne se ha convertido en un pilar esencial del equipo de Azu Muguruza. Juega de media poco más de 22 minutos en cada encuentro y anota 9,5 puntos de media. Con la intención de mantener esos números o incluso superarlos, la pívot afronta «con ganas» la recta final de la temporada. Admite que el IDK «quiere estar en los play-off. Esa es nuestra motivación. Cada día trabajamos duro para ello y entre nosotras solemos analizar qué tenemos que cambiar para alcanzar esta meta. Estamos muy emocionadas con los play-off». Para ello, deben ganar todos los partidos posibles, empezando el domingo ante Art Araski (12.00 horas). «Vamos a ir firmes en defensa con el objetivo de ganar. Las claves son tres: la defensa, ser fuertes y traernos el triunfo a casa». Parece que Alleyne tiene las cosas claras.