Andrés Montes no pudo elegir mejor mote para él: 'ET, el extraterrestre'. Pau Gasol no lo tuvo fácil antes de cruzar el charco e ir ... a Memphis, no a tocar la guitarra como Elvis, sino a dar lecciones de baloncesto. «No ha demostrado gran cosa en Europa» y «es que es muy delgado. Se lo van a comer», se dijo sobre el fichaje de Gasol. Era el número 3 del draft y el general manager de los Grizzlies dio en el clavo al elegirle.
Aquella jugada sobre Kevin Garnett en la que hundió el balón en el aro ante uno de los jugadores más competitivos que había en la NBA fue el preludio de una carrera brillantísima. Jugar veinte años en la mejor liga del mundo está al alcance de muy pocos y más, conseguir dos anillos al lado de un monstruo como Kobe Bryant. «Cuando Pau Gasol lo deje, deberían retirar su camiseta», dijo el malogrado astro. Dicho y hecho. Los Ángeles Lakers, horas después del anuncio del de Sant Boi, decidieron que el número 16 pose al lado de leyendas como el 33 de Abdul-Jabbar, el 32 de 'Magic' Johnson, el 24 y el 8 de Kobe Bryant o el 13 de Wilt Chamberlain. Sobran las palabras.
Gasol ha llevado a que las audiencias televisivas veraniegas rompieran los datos en los encuentros de la selección. La edad de oro del baloncesto español tuvo a Pau Gasol, Raül López, Juan Carlos Navarro y Felipe Reyes como pioneros, más las aportaciones de Rudy, Ricky, Llull, Marc, Claver... Hicieron que fuera un equipo casi imbatible. Una de las últimas imágenes icónicas que dejó fue en aquella semifinal del Eurobasket 2015 contra Francia. Un Gasol maduro a sus 35 años firmó una actuación de otro planeta: 40 puntos y 11 rebotes para hacer que Francia hincara la rodilla. Rudy Gobert, mejor defensor de la NBA, es decir del mundo, debió hacer una genuflexión por lo que ocurrió en aquella noche. Se sabía que Pau Gasol era buen jugador de baloncesto, pero no un extraterrestre.
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