Borrar
Las liebres de la Behobia trotan ayer en la última prueba que hicieron en La Concha trascambiarse en La Perla. REPORTAJE GRÁFICO LOBO ALTUNA
Behobia-San Sebastián 2023

Las liebres de la Behobia-San Sebastián

Los 'relojes' de la Behobia, en hora. A una semana. Son atletas con experiencia que ejercerán de liebre en la prueba del domingo. Juan Carlos Arregui, su director, tiene fe ciega en sus 28 pupilos: «No fallan, clavan los tiempos»

Álvaro Vicente

San Sebastián

Domingo, 5 de noviembre 2023, 07:26

Comenta

Son la perfección, la sofisticación. No hay reloj con el que se les pueda equiparar. Ni el más caro y evolucionado del mercado conoce como ellos las peculiaridades, recorrido y trampas de la Behobia. Clavan los tiempos. Podrían ser relojes suizos pero son todos de casa, salvo un madrileño y un riojano. Son las liebres de la Behobia: 28 en total lideradas por el reloj de los relojes, Juan Carlos Arregui, al que avalan 71 maratones -muchos por debajo de tres horas- y 28 Behobias. Para ellos, igual que para los más de 30.000 populares que tomarán parte en la cita del próximo domingo, también son días con mariposas en el estómago porque habrá atletas populares que fiarán su carrera a la experiencia y saber para llegar a la meta del Boulevard en el tiempo programado. Son voluntarios.

En una jornada de lluvia y viento, se juntaron ayer en La Concha para ultimar detalles. Todas las liebres han corrido la Behobia en múltiples ocasiones, tienen experiencia en otras pruebas de asfalto como el maratón, pero quien más quien menos no oculta su nerviosismo porque ninguno está libre de poder sufrir un pinchazo muscular o un mal día que impida llevar a meta al grupo de populares que decidirán ponerse a rueda en aras a lograr una marca determinada. «Quien diga que no le recorre un cierto cosquilleo en el cuerpo miente», apunta Enrique Campos, un corredor del club Donostiarrak que portará a su espalda la bandera identificativa con el tiempo de su carrera previsto impreso en la misma.

Es lo que hicieron ayer: se probaron la ropa que vestirán el día de la carrera y el chaleco con la bandera que les identificará entre la nube de corredores. Habrá liebres para atletas que quieran llegar al Boulevard en 1h15 hasta de dos horas. Las 28 se repartirán en los diferentes cajones en los que la organización de la carrera divide a los participantes en función del tiempo acreditado en una media maratón o en ediciones anteriores de la Behobia y cada corredor libremente elegirá si quiere seguirles o no, bien de principio a fin o solo durante un tramo concreto.

Y es que a la hora de inscribirse, cada corredor debe especificar su marca en una media o en la propia Behobia para ser ubicado en uno de los grupos de corredores en los que se escalona la salida en Behobia identificados todos con colores: morado (1h15), verde (1h20 y 1h25), rojo (1h25, 1h30 y 1h33), azul (1h30, 1h33 y 1h40), naranja (1h45 y 1h50) y blanco (2h). En total, serán 19 pelotones desde las 10 horas, cuando arrancará la prueba reina después de los handbike y patinadores, hasta las 11.35 horas cuando partirá desde Behobia el último grupo.

Imagen principal - Las liebres de la Behobia-San Sebastián
Imagen secundaria 1 - Las liebres de la Behobia-San Sebastián
Imagen secundaria 2 - Las liebres de la Behobia-San Sebastián

16 hombres y 12 mujeres

Las liebres saben que no pueden fallar así que la selección para poder ser parte del equipo no es aleatoria ni muchísimo menos. «Son corredores con muchas carreras en las piernas que se han enfrentado a diversas situaciones en el transcurso de las mismas y sobre todo es gente que conoce bien la Behobia, su recorrido», apunta Arregui. Son dieciséis hombres y doce mujeres. «Coincido en que tenemos experiencia en carreras, pero es un día importante que no se parece a ningún otro porque muchos dependen de ti y eso pesa», le rebate Nerea Hermo, una de las primeras mujeres en Euskadi en completar los Seis 'Majors', los seis maratones con más solera del mundo, y últimamente enfocada en ultra trails.

Arregui les da confianza, no les presiona antes de la carrera, ni tampoco les pide cuentas, ni kilómetros de entrenamientos «porque cada uno ya sabe lo que tiene que hacer», pero sí les somete a examen después de cada Behobia. «No me sirven las liebres que llegan a meta en el tiempo programado pero que no han cumplido en los diferentes puntos intermedios. No quiero liebres que vayan fuera de ritmo o que aprieten al final sino que vayan a un ritmo constante sabiendo la particularidad del recorrido», subraya. En la última edición, tras el examen de registros, las liebres clavaron en un 95% los tiempos de paso programados. El próximo domingo no tiene por qué ser distinto.

A diferencia de otras carreras de asfalto, la trampa de la Behobia está en el sube y baja. No hay kilómetro llano. Es muy difícil lograr un ritmo constante porque en el camino lo mismo se afrontan subidas largas como la de Gaintzurizketa o Miracruz que bajadas eternas como la que lleva desde el Alto de Gaintzurizketa hasta Lintzirin. «Así que te encuentras con atletas que se han entrenado a un ritmo constante en llano y cuando llegan a la Behobia pretenden seguir ese mismo ritmo de los entrenamientos, no pueden hacerlo y pinchan», reflexiona Campos.

Ahí asoma la labor de las liebres porque no sólo es el conocimiento del carrera sino también los consejos que ofrecen a los populares bien antes de la salida, en la espera en Behobia, o en el transcurso de la carrera. No hay reloj inteligente que lo haga. «Vamos explicando lo que viene, sobre todo a los que vienen de fuera de Gipuzkoa y corren por primera vez, que son muchos. Les advertimos de los peligros que se pueden encontrar, de los kilómetros en los que pueden coger aire y sobre todo les vamos tranquilizando y dándoles confianza. Hacia arriba, pasos cortos, hacia abajo largos y braceando», detalla Hermo.

Cada liebre tiene masticado el recorrido hasta el último metro y memorizado los tiempos de paso pero por lo que pueda pasar -la pila del reloj falla, no se activa el GPS por interferencias con otros dispositivos...- «nunca está de más llevar una chuleta con los tiempos», subraya Arregui. Hay liebres que llevan los tiempos impresos a modo de pulsera y otros que optan por llevar la chuleta adherida a la palma de la mano. En la Behobia no hay dos kilómetros iguales. Por norma, las liebres tratan de recuperar en las bajadas los segundos de más que se pierden en las subidas. Si un atleta medio avanza a 4:30 por kilómetro, en Gaintzurizketa el ritmo medio se irá a cerca de cinco minutos el kilómetro que luego será recuperado en la bajada hacia Errenteria con un ritmo medio próximos a 4:10 segundos por kilómetro.

Un tiempo u otro, un grupo u otro, lo que nunca falla es el compañerismo. En veinte kilómetros hay tiempo para todo y se tejen relaciones personales que perduran. Los populares con la liebre y los populares entre ellos. Correr une. «Es muy normal que unos se animen a otros, compartan los vasos de agua, los geles...», apunta Campos. Personas que no se conocían de nada en Behobia acaban entrando juntas en meta.

Esa es la mayor satisfacción de una liebre: ver que los populares que han decidido seguir la bandera terminan con una sonrisa. El agradecimiento por su trabajo se sigue manifestando semanas después de la celebración de la carrera con las cartas de participantes que llegan al buzón del Fortuna. «Los hay que se sacan fotos contigo en meta y que incluso repiten el mismo grupo con la misma liebre cada año. Es una gozada», concluye Hermo.

Hay 29 liebres en la carrera que portan una bandera con el tiempo que marcarán en carrera y se distribuyen de la siguiente forma:

Dorsales amarillos

  • Grupo 1: no hay liebres

Dorsales morados

  • Grupo 2: liebre de 1h 15min

Dorsales verdes

  • Grupo 3: dos liebres, una de 1h 20m y otra de 1h 25m

Dorsales rojos

  • Grupo 4 : dos liebres una de 1h 25m y otra de 1h 30m

  • Grupo 5: dos liebres una de 1h 25m y otra de 1h 30m

Dorsales azules

  • Grupo 6: dos liebres una de 1h 33m y otra de 1h 40m

  • Grupo 7: dos liebres una de 1h 33m y otra de 1h 40m

  • Grupo 8: dos liebres una de 1h 33m y otra de 1h 40m

  • Grupo 9: dos liebres una de 1h 33m y otra de 1h 40m

Dorsales naranjas

  • Grupo 10: dos liebres una de 1h 45m y otra de 1h 50m

  • Grupo 11: dos liebres una de 1h 45m y otra de 1h 50m

  • Grupo 12: dos liebres una de 1h 45m y otra de 1h 50m

Dorsales blancos

  • Grupo 13: una liebre de 2h 00m

  • Grupo 14: una liebre de 2h 00m

  • Grupo 15: una liebre de 2h 00m

  • Grupo 16: una liebre de 2h 00m

  • Grupo 17: una liebre de 2h 00m

  • Grupo 18: una liebre de 2h 00m

  • Grupo 19: una liebre de 2h 00m

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Las liebres de la Behobia-San Sebastián

Las liebres de la Behobia-San Sebastián