Eskerrik asko, Iraitz Arrospide

Tercero en 2017, segundo en 2018 y otra vez segundo en 2019. Son los tres podios que ha logrado Iraitz Arrospide en la Behobia - San Sebastián. No es nada sencillo lograrlo una sola vez; imaginad lo que supone hacerlo en tres ocasiones y de forma consecutiva.

Y ahora, Iraitz, te escribo a ti. Te dedico estas líneas porque cada uno de estos tres podios ha sido diferente pero tienen algo en común: en todos ellos nos has hecho disfrutar. Hace dos años, cuando recibiste tu primer trofeo en esta carrera, no te lo podías creer. Eras el aspirante que sorprendió e ilusionó. Eras 'el guipuzcoano ese de la Real Sociedad' que peleaba de tú a tú con atletas que, sobre el papel, eran superiores. Ese bronce te supo a gloria. Cumpliste un sueño y diría que tu 'boom' comenzó en aquel momento.

El año pasado, cuando viste cómo Jaume Leiva se llevaba el triunfo y tú le ganabas tu particular batalla a Iván Fernández, el alegrón que te llevaste a tu segundo hogar, a Inglaterra, también fue enorme. Tu familia (hijo incluido) e incluso entrenador británico lo vivieron en directo y disfrutaron contigo, como el público que siempre es protagonista en la Behobia. Acabaste satisfecho porque sabías que habías dado lo máximo y que ganar a Jaume tal y como se presentó en la línea de salida era prácticamente misión imposible.

Ayer, en cambio, no te vi tan contento. Y eso que repetiste tu mejor resultado e incluso mejoraste tu marca. Corriste casi 45 segundos más rápido que en 2018, prácticamente un minuto y medio mejor que en 2017 y tres minutos y medio mejor que en 2016, cuando 'solo' pudiste acabar en 13ª posición. Por cierto, aunque probablemente ya lo sepas, tu primer top 100 fue en 2011, cuando marcaste en meta 1h11:29, acabaste en la posición 85 y aún no lucías la camiseta de la Real. Más de diez minutos has mejorado. Casi doce con respecto a 2010, cuando llegaste en la posición 186. Ayer completaste la Behobia - San Sebastián más de un cuarto de hora más rápido que hace una década (puesto 389) y más de media hora más rápido que tu estreno en 2008 (puesto 4.838 con 1h34:51), año en el que alguna vez me has confesado que te llegaste incluso a parar subiendo Gaintzurizketa. No podías ni correr en tu primera aventura en esta fiesta.

Pero sigo con lo que me pareció ver ayer. Te vi con un sabor agridulce porque sabías que podías ganar, que Chakib Lachgar te quitó de las manos ese triunfo que tanta ilusión te hacía. Y sabías que podías vencer no porque no tuvieras buenos rivales, sino porque eras consciente de que estabas (y estás) en el mejor momento de forma de tu carrera. Lo habías demostrado unos días antes en el Medio Maratón de Valencia.

Estás más rápido que nunca... y lo sabes. Pero no lo suficiente para dejar atrás a un hombre como Chakib. Cuando Jesús, Iván y tú comenzasteis a girar la cabeza en busca del marroquí afincado en Errenteria, al que habíais descolgado unos minutos antes por segunda vez, le regalasteis una segunda vida. Él se creció al ver que dudabais. Y estaba claro que con un hombre que sigue compitiendo en pista (mediofondo) a gran nivel como él, pocas opciones podíais tener en un final apretado como el de ayer. Eso lo sabías a la perfección porque te habían hablado de Chakib. Le conocías. Y justo un par de días antes estuvimos hablando un poco sobre él. Pero Chakib supo aprovechar su oportunidad en su primera Behobia.

Si me dicen unos días antes de la carrera que ibas a llegar al sprint junto a otros atletas como Jesús Olmos (campeón de España de 10K), Iván Fernández (que viene de la pista e incluso ha sido internacional sobre el sintético) y Chakib Lachgar, no lo hubiera dudado: 'Iraitz va a quedar cuarto', hubiera dicho. Pero ayer, puede que por orgullo o porque sabías que estabas muy bien, fuiste el único que fue capaz de cambiar de ritmo para perseguir a Chakib, aunque sus últimos metros en la Behobia más emocionante que recuerdo, no estaban a la altura de prácticamente nadie.

Iraitz, cabeza alta. Lo que hiciste ayer fue brutal. Ya no solo por el segundo puesto, sino porque, con el complicado cartel que te habíamos puesto de ser el favorito y de poder convertirte en el primer hombre vasco ganador tras Diego García (1994), te enfrentaste a una Behobia - San Sebastián hasta ahora desconocida para ti. Fuiste, sin duda, el hombre que durante más metros tiró del grupo de cabeza. Supiste dar la cara. Tal vez incluso demasiado. Pero después de visto, como se suele decir, todo el mundo es listo.

Por tercer año consecutivo, Iraitz, enganchaste a mucha gente. 'Ese guipuzcoano de la Real Sociedad que corre muy rápido' es ahora Iraitz Arrospide, eres tú. Ese hombre que, sin la mejor técnica del mundo, corre a toda leche y lucha de principio a fin, sin rendirse. Ayer, en el momento en el que Chakib os pasó y visteis que era muy complicado seguir su ritmo, demostraste que tu ambición, por suerte para los que te seguimos, no tiene límites. Trataste de seguirle. ¿Para qué si ya habías subido al podio dos veces antes? Para intentar ganar incluso sabiendo que en esas circunstancias Chakib era superior. Para seguir creciendo, para continuar soñando y haciéndonos soñar.

Nadie sabe (y seguro que eres el primero en darle vueltas a este asunto) si volverás a llegar a una Behobia - San Sebastián con ese cartel de favorito con el que has tenido que lidiar este año. Pero lo que sí sabemos es que seguiremos empujando, algunos más fuerte que otros, para que lo sigas intentando y continuemos disfrutando con tus carreras. Incluso mucha gente que no sigue este deporte habitualmente lo hizo ayer. Hiciste que tu sueño fuera el de muchos otros. Eskerrik asko, Iraitz.