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Trihas Gebre: «Vine dos meses en 2010 y aquel viaje me cambió la vida»
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Trihas Gebre: «Vine dos meses en 2010 y aquel viaje me cambió la vida»

La donostiarra de origen etíope se presentó en San Sebastián gracias a una iniciativa solidaria, encontró aquí a su pareja y se nacionalizó

FERNANDO BECERRIL

Jueves, 2 de abril 2015, 09:33

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Trihas Gebre es donostiarra de adopción. Vive aquí con su pareja, Aitzol Urruzola, y con su perro Ipar. La historia de esta atleta etíope, campeona de España de cross, no tiene desperdicio pero lo más importante está por venir. El sábado pasadó debutó en el Mundial de campo a través en la ciudad china de Guiyang logrando un decimoquinto puesto y ya está pensando en disputar los diez kilómetros en pista en los Mundiales del próximo verano que se disputarán en Pekín.

- ¿Cómo llegó a San Sebastián?

- Vine en 2010 dentro de un proyecto solidario con un grupo de atletas etíopes para permanecer aquí por un periodo de alrededor de dos meses. Corrimos el cross de las Tres Playas, la clásica de los 15 kilómetros y la Behobia-San Sebastián.

- ¿Fue entonces cuando conoció a su pareja?

- Sí, entonces. Aitzol era el que se encargaba de ayudarnos. Nos acompañaba prácticamente las 24 horas. Era el que nos llevaba a entrenar, el que nos organizaba las cosas y el que nos enseñaba la ciudad.

- Parece que no lo hizo mal.

- No. Lo hizo francamente bien. Allí empezó todo. Ahora me siento una donostiarra más.

- ¿Dónde viven?

- En El Antiguo.

- ¿Cuando se acabaron los dos meses de estancia, se quedó aquí o regresó a Etiopía?

- Regresé, pero Aitzol se vino a Etiopía conmigo y estuvimos ocho meses juntos allí. Al final decidimos venir a vivir a San Sebastián y aquí estamos.

- O sea que ya llevan tiempo viviendo en pareja.

- Desde 2011. Van a ser ya cuatro años.

- ¿Cómo se siente entre nosotros?

- Muy bien. Estoy contenta. Tengo un grupo de entrenamiento que me ha acogido muy bien y estoy muy agradecida a mi entrenador Ricardo Jiménez. Ha hecho conmigo un trabajo magnífico. Sin él no hubiera podido llegar a donde estoy. La verdad es que aquí me siento feliz

- Ya tiene la nacionalidad española lo que le va a abrir las puertas de las grandes competiciones. ¿No?

- Me la dieron el verano pasado. Por días no conseguí entrar en la lista del Europeo, aunque ya tenía la mínima para correr los 10.000. Hice 33.09 en el campeonato de Euskadi del año pasado y eso que corrí prácticamente sola.

- ¿Cómo emplea su tiempo al margen del atletismo?

- ¿Tiempo? No me queda mucho después de los entrenamientos. Me ocupan buena parte del día. Salgo con mi perro, a veces me lo llevo a correr. Es un border collie muy listo, la verdad. Y Aitzol, que es maestro, se encarga de enseñarme castellano que también nos lleva tiempo. No se puede decir que tenga mucho espacio para el ocio.

- ¿Mantiene relación con otros etíopes que viven por aquí?

- Tengo amigos, pero no somos muchos. Me llevo bien con Alemayehu Bezabeh y con Zersenay Tadese que es eritreo, aunque compartimos la lengua materna. Yo soy de Wukro, un pueblo que está en Tigray en la zona más próxima a Eritrea. En Madrid hay otra pareja de etíopes con los que tengo trato. Además el chico también corre.

- ¿Suele viajar a Etiopía?

- Cada año. Cuando termina la temporada, me marcho a visitar a la familia y de paso aprovecho para entrenarme en altura. Para mí es importante.

- ¿Y ellos han venido a verla?

- Una vez vino mi hermano pequeño a hacernos una visita, pero los demás no han podido venir.

- ¿Qué echa de menos de su tierra?

- El injera.

- ¿Qué es?

- Es una especie de pan que se hace con teff, un cereal que se da en Etiopía y que crece en altitud. Acompaña todas las comidas.

- ¿Qué es lo que más le gusta de Gipuzkoa?

- ¿De comer?

- Por ejemplo.

- Me gusta todo, pero de forma especial las guindillas de Ibarra. Las como muy a gusto.

- ¿Y lo que menos le gusta?

- El tiempo. No me gusta el frío.

- ¿Hablamos de atletismo?

- De acuerdo.

- ¿Cuando empezó a correr?

- A los once años. Empecé a competir y a los catorce me llamaron del Bank Etiopía, un equipo en el que han corrido algunos de los mejores atletas de mi país como Gebremariam Me tuve que ir a Adis Abeba, la capital, que está a unos 1.600 kilómetros de mi pueblo.

- ¿Se fue sola?

- Pues sí.

- ¿Qué tal le fue?

- Bien. El Bank es un equipo muy fuerte en el que se puede trabajar en buenas condiciones. A los 17 años gané la medalla de bronce en los campeonatos de África junior en la prueba de 3.000 obstáculos. El problema se presentó la temporada siguiente.

- ¿...?

- Me lesioné y estuve año y medio parada. Así que tuve que volver a casa. Pude volver a correr por fin pero ya no me tuve que marchar tan lejos como antes. Estuve entrenándome bastante más cerca. Mi nuevo equipo fue el Mosobo Cement Factory de Tigray. No me fue mal y a los seis meses de haber podido empezar a correr de nuevo me surgió la oportunidad de venir a pasar dos meses a San Sebastián.

- Una visita que terminó por cambiarle la vida.

- La verdad es que sí.

- ¿Había salido antes de su país?

- Varias veces. Había corrido en España en 2007 porque vinimos a una prueba en Barcelona y también vine en 2008 a Bilbao.

- ¿En Bilbao?

- Aquel día corrí 3.000 obstáculos en un mitin que organiza el que ahora es mi club, el Santutxu. Está documentado en la IAAF.

- Acaba de proclamarse campeona de España en Alcobendas con mucha superioridad. ¿Se encontró cómoda?

- No mucho. Llegué con mucho catarro y estuve a punto de no salir. Al final lo hice y pude terminar, pero después he tenido que estar varios días sin entrenarme. Reanudé la preparación para el Mundial el día de San José.

- ¿Qué le gusta más el cross o la pista?

- Las dos. El cross y la pista. No tengo preferencias.

- ¿Qué va a preparar para este verano?

- Vamos a tratar de hacer la mínima en los 10.000. Me gustaría correr los Mundiales que también se van a disputar en China, en Pekín.

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