Así es la Concha de Oro: los toros como nunca se han visto (ni oído)
Los taurinos verán en 'Tardes de soledad' una representación del arte; los antitaurinos, el retrato de una carnicería
La película no te deja indiferente; el premio, tampoco. El siempre controvertido director catalán Albert Serra gana la Concha de Oro con su primera participación ... a concurso en el Zinemaldia. 'Tardes de soledad' es un acercamiento al mundo del toro como nunca se había visto, y sobre todo, oído: un sistema de micros inalámbricos colocados en el torero y su cuadrilla permiten que escuchemos cada faena al detalle. Y el sufrimiento del toro, también. Ese sonido directo es una de las cuestiones más impresionantes de la película.
El documental sigue al torero peruano Roca Rey y a su cuadrilla por varias ciudades españolas: vemos al diestro vestirse en el hotel o encomendarse a la Virgen y, en una escena recurrente, en plano fijo hipnótico, sentado en la furgoneta camino de la plaza o de vuelta tras la corrida, entre silencios y comentarios de sus subalternos. A base de primeros planos entramos de lleno en el corazón de la 'fiesta'. Al principio sorprende e impacta; en algún momento parece reiterativa y al final levanta otra vez el vuelo.
Los taurinos verán en la película una demostración del arte y la magia que encierra el arte taurino; los antitaurinos, una prueba desnuda del sufrimiento animal, porque el documental no ahorra ningún detalle de la agonía y muerte del toro. Cada espectador ve una película: hay quien elogia el compañerismo y solidaridad del torero y su grupo, y a la vez, quien encuentra en sus reiterados comentarios sobre sus 'huevos' y 'cojones' un «masculinismo tóxico».
Otras Conchas de Oro pasaron sin dejar huella; al menos sabemos que de 'Tardes de soledad' se hablará mucho. A favor o en contra.
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