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La organización ha sido una vez más impecable. Galería de imágenes: la última alfombra roja

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La organización ha sido una vez más impecable. Galería de imágenes: la última alfombra roja JOSE USOZ / J.M. LÓPEZ

Una edición con recursos bien aprovechados

El Zinemaldia se afianza en su cóctel de atractivos, con una competición sugestiva y un ágil desfile de estrellas. La Concha de Oro a 'Entre dos aguas' de Isaki Lacuesta fue bien acogida como representación de un cine español notable

RICARDO ALDARONDO

SAN SEBASTIÁN.

Lunes, 1 de octubre 2018, 06:55

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Nos temimos lo peor cuando el presidente del Jurado, Alexander Payne, a mitad de festival, soltó a la prensa aquella perla tan desubicada como 'demodé': «Vivimos una edad de mierda en el cine y una edad de oro en la televisión». Cualquiera diría que se equivocó de planeta al aterrizar en San Sebastián, pero finalmente el excelente director, de cine, entregó un palmarés bastante acertado.

Sobre todo sentó bien la Concha de Oro para 'Entre dos aguas', sin duda una de las películas mejor valoradas en todos los sectores, con lo que Isaki Lacuesta se convertía en el cuarto director en obtener dos Conchas de Oro, y en el único de momento que tiene dos diseños muy diferentes del premio. Imanol Uribe, Arturo Ripstein y Bahman Ghobadi también tienen dos Conchas de Oro, no así Francis Ford Coppola y Manuel Gutiérrez Aragón, teniendo en cuenta que entre 1980 y 1984 el Festival no era competitivo y solo se otorgaba un premio no oficial de la crítica internacional, que ambos cineastas ganaron en esos años. Pero no puede contabilizarse como una segunda Concha.

Otro susto previo fue lo de la gala de inauguración, un ejercicio, más que de humor, de exhibición pública de carencias asumidas entre el orgullo jocoso y la resignación. Porque los tópicos suelen tener un tanto por ciento demasiado alto de realidad. Se daba a entender que a San Sebastián le queda el hueco de funcionar con fuerza como resumen de los grandes festivales del año, sin estar pendientes de los estrenos mundiales y con más alianzas con otros festivales como Toronto, como expresó previamente José Luis Rebordinos. Aunque no hay que olvidar que resulta complicado atraer a la prensa internacional pujante sin verdaderas novedades. Donde reina sin duda San Sebastián es en el cine español, y esos 'grandes' tienen ahí bastante que aprender: la selección española fue incontestable y donde hubo más unanimidad en las valoraciones. Por eso también resultó adecuada y representativa la Concha de Oro a 'Entre dos aguas'.

Lacuesta, Uribe, Ripstein y Ghobadi son los cuatro directores que tienen dos Conchas de Oro

Del palmarés se aceptó con benevolencia el claro exceso de dar tres premios a la no tan brillante 'Rojo', o dejar sin premios propuestas más fantasiosas como 'In Fabric', o polémicas como 'High Life'. Dos películas que pueden generar todo tipo de opiniones, entusiasmos o rasgados de vestiduras, pero representan la oportunidad bien jugada por el Festival de tener cineastas contemporáneos importantes, como Peter Strickland, Claire Denis y Brillante Mendoza. Más difícil parece ser tener cine estadounidense de fuste, pero aparte de que también alguno de los grandes festivales se está enfrentando a este problema, 'Beatiful Boy', floja como película, nos trajo a Timothée Chalamet, que también puntúa.

En las diversas líneas de cine por las que apostó una competición que empezó perezosa (otra vez Ricardo Darín) pero acabó resultando sugestiva, equilibrada en sus contrastes, aunque sin descubrir ninguna obra maestra clara, destacó también la selección de algunas operas primas, como la noruega 'Blind Spot', de Tuva Novotny, de las que pueden provocar orgullo de cara al futuro, y la segunda película de Louis Garrel, 'L'homme fidele', entre otras. Más fuera de lugar quedó el puro cine de género sin brillo especial, caso de la coreana 'Illang, The Wolf Brigade' o las anodinas participaciones china y suiza.

Glamour satisfactorio

Con ese hábil aprovechamiento de los recursos que, ya que no puede ser el más fuerte, está siendo la gran baza de San Sebastián, también la alfombra roja ha brillado, con el gancho de las Perlas, durante esta edición, aunque es muy aventurado decir que es la edición con más glamour hollywoodense: no hay que perder la memoria del Zinemaldia y tantos otros hitos con estrellas multitudinarias. Sí ha sido un distintivo de este año la contemporaneidad de las estrellas, nombres muy pujantes entre las generaciones de cuarenta para abajo, que es un placer ver en su momento de esplendor, con todas las diferencias que pueda haber entre un veinteañero como Timothée Chalamet y los bastante más crecidos, y pletóricos, Bradley Cooper, Ryan Gosling y Chris Hemsworth. Sin desdeñar a primeras estrellas en un flanco que suele estar más cubierto, el de la madurez, con primeras figuras como Juliette Binoche, Danny de Vito y Judi Dench, entre otros. Se echó de menos a directores de Perlas como Spike Lee y Jia Zhang ke, pero el llamado glamour ha tenido un nivel más que satisfactorio.

La alfombra roja se destacó por acoger a estrellas de las más jóvenes generaciones

No hay un Zinemaldia, sino muchos, en cada edición, y aunque los puntos en los que se juega cada edición sigan siendo los mismo de siempre, por mucho que cambien los tiempos y los festivales, los complementos pueden dar mucho juego. Zabaltegi-Tabakalera es un estimulante festín alternativo en el que quizás hay que plantearse si debe ser competitiva la sección más libre y antinormativa, y si es justo que una serie, un corto y largometrajes de todo pelo se enfrenten como quien suma peras y manzanas.

Ryan Gosling fue uno de los actores que brindaron cientos de retratos y de autógrafos en la alfombra roja, el hotel o el 'photocall'
Ryan Gosling fue uno de los actores que brindaron cientos de retratos y de autógrafos en la alfombra roja, el hotel o el 'photocall'

Algunos claros desajustes de programación con exceso de títulos, dentro de una organización por lo demás muy cercana a lo impecable urge a buscar soluciones, aunque la de reducir pases de público para aumentar los de prensa y acreditados es un arma de doble filo. Quizás primero habría que peinar un poco esas listas de prensa y acreditados y quien realmente necesita entrar a ver 'Roma' o 'The Sisters Brothers' para ejercer su trabajo, y no solo para darse un festín de peliculones de temporada. Y utilizar más la última jornada, que se suele quedar medio vacía.

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