La misteriosa mirada del 73
En realidad es ridículo. Casi infantil. Totalmente imposible. Ambición desmedida. Intentar hacer un balance de las 236 películas que han conformado la programación de las ... secciones del SSIFF que no son la Oficial. Afán necio, grotesco y propio del mono engreído que somos los humanos.
Y es objetivo destinado al fracaso porque esas 236 películas, más tantas otras todavía en proceso de ser creadas, esas que buscan ayudas para ser producidas, postproducidas o distribuidas, lo único que han demostrado a ciencia cierta es que el cine es infinito. Que el Universo de lo Audiovisual es Multiverso y en sus no-límites resulta absolutamente lógico y demostrable que el gato de Schrödinger está vivo y muerto a la vez.Y así serrá por siempre jamás.
Hasta el Infinito y Más Allá, Más Acá. Un Frankenstein apabullante y un travesti llamado 'Flamenco' cantando a Rocío Jurado en la obra que el jurado joven elevó a los altares, 'La misteriosa mirada del flamenco'. Lorca, Lagartija Nick y una galga atómica atravesados por los filtros de los móviles en un título sobresaliente, 'Ciudad sin sueño'. El jurado de Zabaltegi mencionando un filme estrenado ya en la Alexanderplatz, 'Duas Vezes João Liberada', filmado por alguien que estudióen Tabakalera. Un filme del que pocos se acordarán cuando un nuevo (o viejo) genocidio acapare nuestra atención rompe las puntuaciones y se convierte en estandarte bajo el que manifestarse por algo que acaso también resulte imposible, la libertad.
Misteriosas fueron las 238 miradas. Casi ninguna dejó a los espectadores indiferentes. Un público también ilimitado. Que hace mucho aprendió que la Animación es Cine. Que el documental es Cine. Que hay Cine en Corto y Cine en Largo. Cine en Celuloide y Cine en Digital. Cine ya hecho y cine en ensoñación de hacerse. Cine salido ayer de la sala de montaje. Cine de tan antiguo, vigente ('La Loba'). Cine restaurado. Rídiculo. Hacer balance.
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