Un estudio evalúa el estado de la Universidad de Oñati

Técnicos de la empresa Petra comenzaron ayer los trabajos de evaluación del edificio de la Universidad de Sancti Spiritus de Oñati, después de que hace unos días sufriera el desprendimiento de un elemento ornamental de su fachada principal. Los trabajos, que continuarán durante la jornada de hoy, no revelaron nuevos desperfectos en un primer momento, aunque la firma, que habitualmente opera para el Departamento Foral de Cultura de la Diputación de Gipuzkoa, aún debe completar el estudio. Así lo manifestó ayer la directora foral de Cultura, María José Telleria.

Los resultados del estudio y de las catas realizadas en la fachada se enviarán a un laboratorio, en donde se analizarán el alcance de los daños sufridos en la fachada del emblemático edificio para determinar la correspondiente intervención. La actuación viene motivada por el desprendimiento de un elemento decorativo del arcosolio con el busto orante de su fundador, el obispo Rodrigo Mercado de Zuazola, en concreto, la columna lateral situada a la izquierda del elemento-nicho que remata el portal de la Universidad de Oñati. A falta de conocer las conclusiones que arroje el estudio, ya hay quien ha apuntado a las extremas condiciones climáticas de este verano como el desencadenante del desprendimiento, más que la falta de mantenimiento.

Declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1931, el edificio de la la Universidad acogió el Archivo Histórico Provincial de Gipuzkoa y actualmente, está abierto a visitas guiadas y es la sede del Instituto Internacional de Sociología Jurídica (IISJ),

Ya en su momento, Telleria explicó que, «aunque este no es un espacio adscrito a la Diputación, la atención es constante y el pasado lunes nos pusimos en contacto con empresas especializadas para revisar la portada, evaluar la dimensión de la rehabilitación y evitar daños a personas». La directora general de Cultura considera que «primero se realizará una actuación de emergencia», antes de poder emprender una reforma integral para la que aún no hay proyecto, ni presupuesto, a la espera de conocer el resultado de los análisis.

Desde la asociación de protección del Patrimonio, Áncora, se asegura que más allá de un hecho puntual, el desprendimiento obedece a la falta de mantenimiento. «El año pasado ya se desprendió una gárgola que hizo saltar la voz de alarma», señalaba Alberto Fernández D'Arlas, presidente de la Asociación. «Ahora se ha desplomado uno de los elementos centrales de una de las joyas cumbre del Renacimiento en el País Vasco». Y es que el edificio, construido entre 1540 y 1648 con piedra de la cantera Oa de Zerain, fue rehabilitado a mediados de los años 90 «y en 2000 se restauró el retablo de su capilla. Desde entonces ha soportado un deterioro progresivo».

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