Julian Iantzi no se corta en El Conquistador de RTVE

El Conquistador de RTVE abordó en su último capítulo la esperada etapa de reunificación, en la que los concursantes de los equipos Yocahu, Corocote y Atabey (ya extintas) se fusionaron en un solo grupo en busca de la gloria. Por si hubiera duda alguna, Julian Iantzi y Raquel Sánchez SIlva se encargaron de recordar a los 16 participantes cuál era la actitud que debían tomar a estas alturas de la aventura. «El ganador o ganadora de El Conquistador está aquí, solo uno ganará los 100.000 euros del premio», les avanzaba la veterana presentadora de Plasencia.

Julian Iantzi, bien conocido por su experiencia en El Conquis de ETB (donde hizo de presentador durante 19 temporadas), hizo lo propio pero de una forma más contundente. «Los equipos no existen, los amigos a la hora de competir no existen. Sois directamente rivales, los puñales también van a andar por el aire», les dirigió, intentando abrirles los ojos. Y como 'regalo', les desveló las claves de la prueba del fuego eterno, en la que los supervivientes debían lanzarse al agua y mantenerse a flote con una antorcha encendida en la mano, siempre que ésta no rozara siquiera el agua. Y cuanto más tiempo permanecieran con ella, mejor.

Eso sí, esta vez, les añadió un aliciente más: un banquete muy generoso en el que no faltaban pequeños 'manjares' y alimentos de lo más sabrosos. Eso sí, antes de nada no se olvidó de sacar ese tono sarcástico y gracioso que mantiene con todos los concursantes y que a más de uno llega a escocer sobremanera. «Id salivando», invitó con recochineo a los concursantes Corocote, que suspiraban por llenar sus estómagos tras el gran banquete y fiestón que se habían dado recientemente los Yocahu.

Y cómo no, el primero al que se dirigió fue David Seco, un viejo conocido del de Lesaka. «David, hoy hay premiazo, no sé si oléis: pollo con patatas, brochetas de pescado, carne a discreción y una tartita… buff. Y para empujar, refrescos de menta (cervezas)», avanzó, con cara sonriente e intentando darle envidia. El de Busturia sonrió aceptando la broma. Pero no fue la única. En plena prueba también tuvo tiempo de bromear con Lucas, que aparentaba estar muy concentrado en su intento de no dejar caer la antorcha. «Chase, estás como en el Nirvana, tú que controlas la mente…», se reía. El concursante Corocote no dudó en responderle y ante ello Julian Iantzi finalizó con un «Chase, habla y vacila, ya te diré yo dónde vas a acabar».

El vacile de Julian Iantzi también salpicó a Mati, que miraba con muy buenos ojos toda la comida que había a la espera: «Mati, no sé si lo ves, pero mira qué broche-ti-ta…», le tentaba. El balear, a la postre ganador de la prueba, aceptó de buen gusto la broma pero no perdió la concentración en ningún momento. Y después se desquitó a más no poder, con hasta 20 minutos de margen para ingerir todo lo que pudo.

Las gracias y el buen sentido del humor del presentador de Lesaka llegaron incluso tras la prueba de inmunidad. Allí Julian Iantzi demostró su buen rollo con David Seco, a quien volvió a lanzarle un 'zasca' que escoció lo suyo al de Busturia. «A mí me has decepcionado un poco», le achacó en vista de su discreta actuación en el desafío. Y el concursante vizcaíno no se cortó y le lanzó una respuesta de lo más elegante: «Los patrones van encima de la embarcación, no dentro del agua».

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