Leticia Dolera: «El feminismo sigue molestando»

- ¿Cómo se repuso de una polémica así, sobre todo cuando hay 'trolls' que siguen machacándola?

- Primero, entendiendo que lo que molesta no es tanto mi persona sino las cosas que llevo diciendo durante los últimos cinco años, que el feminismo sigue molestando e incomodando porque nos sigue dando miedo el cambio. En definitiva, no tomándomelo como algo personal. Y luego también es muy importante el hecho de saber que no se cometió ninguna discriminación en esta serie.

- ¿Se cohíbe más ahora?

- Sigo expresando mi opinión, pero ahora sí coloco Twitter en el lugar donde tiene que estar. Nos pensamos que Twitter es el mundo real o un reflejo de la sociedad y ni siquiera el 10% lo usa.

- La serie ha recibido ya varios premios. ¿Le preocupa cumplir con las expectativas del público?

- Precisamente la serie va de expectativas, de cómo conjugas las expectativas de vida y los conceptos de lo que son la familia, el éxito, la pareja, la maternidad, la paternidad... con la vida real. Yo también tengo que encontrar un equilibrio a nivel personal con respecto a la aceptación del público. En lo que me apoyo y en lo que me centro es pensar en que yo he hecho la serie con mucho esfuerzo, amor y dedicación y que he intentado ser lo más honesta posible. A partir de ahí, si tienes la suerte de que te sale bien y la gente conecta con lo que has contado, pues maravilloso.

- De nuevo, como en 'Requisitos para ser una persona normal', vuelve a poner sobre la mesa una crisis vital.

- La serie nace de preguntas que me hago, que tienen que ver con madurar, con crecer y encontrar tu lugar en la vida y en el mundo. Creo que son preguntas que nos hemos hecho todos en algún momento de nuestra vida. Pienso que todo el mundo que hace películas, libros, historias... lo hace para contárselas a los demás, pero también a sí mismo.

- Rompe tabúes abordando temas como la sexualidad de los discapacitados. Alguien puede pensar que tiene afán provocador.

- No. Hay un afán de hablar de las cosas que me inquietan, me preocupan y me emocionan. Y en este caso, la discapacidad para mí es un tema importante. Yo he crecido con la discapacidad en mi entorno. Sí que era consciente de que era un tema delicado, por eso he tratado de contarlo con máximo respeto, sensibilidad y sin caer en el paternalismo.

- Pone temas peliagudos como las drogas, el aborto o las infidelidades sobre la mesa. ¿Descubre cosas de sí misma cuando escribe sobre estos temas?

- No sé si descubrir, pero sí explorar, y eso es también lo bonito de dedicarse a algo artístico, el sentir que te expones. Y cuando digo te expones no quiero decir que la serie sea autobiográfica, ni que sea mi vida, pero es inevitable mojarte y escribir cosas que te dan miedo o que no sabes muy bien hacia dónde van.

- Y, sin embargo, no hay juicios morales.

- Es que yo quería decir: «Ey, peña, no hay un camino bueno o malo en la vida». Todos nos hemos sentido y nos vamos a sentir perdidos en algún momento y no pasa nada. Hay que aceptar también esa vulnerabilidad.

- Usted es catalana, ¿cómo está viviendo estos días?

- Durante todo este tiempo lo he vivido con tristeza, una tristeza que se ha visto incrementada al conocer las sentencias. Es que llevan dos años de cárcel provisional. Lo estoy viendo con pena y a la vez con cierta indignación, por el hecho de que no hayamos tenido políticos a la altura. Creo que hace falta una política con más empatía. Me pone muy triste también que ciertos partidos estén intentando caldear más el ambiente. Las soluciones no se buscan desde la emoción, sino desde la reflexión y el análisis.