David Seco y Amayita, empujados a demostrar sus cualidades para la fiesta en El Conquistador

La preciada inmunidad llegó por fin a los Yocahu en El Conquistador de RTVE. Y es que los capitaneados por Cesc Escolá celebraron por todo lo alto poder disfrutar de los pequeños lujos y placeres del campamento rico: colchones mullidos, mosquiteras, silencio y una buena mesa en torno a la que compartir anécdotas, confidencias y… mucho buen rollo. Y fue precisamente eso lo que no faltó entre los integrantes del equipo Yocahu, ya con la guipuzcoana Amayita bien integrada en su nuevo equipo.

Quien no falló a la cita fue Montoya, que imprimió todo su arte y ritmo flamenco al karaoke. «Aquí el que reina soy yo…», cantaba el andaluz, con una sonrisa en la boca, dando su toque personal a la juerga. Puma también quiso apuntarse a la fiesta y bajó raudo y veloz al festejo, replicando su particular broma. El desmadre era total… y claro, alguien quiso dar paso a David Seco y Amayita, más pausados durante la celebración. «A ver los vascos», se oyó justo en el momento en el que David Seco cogió el guante. Cómo no.

El de Busturia, más tranquilo y serio hasta el momento, agarró una taza, cambió su tono de voz a uno más socarrón y jocoso, y le gritó a Amayita -también serena-, con su particular gracia. «Creo que se está notando que nosotros somos vascos, ¡Hostia! - gritó, golpeando fuertemente su taza de cerveza en la mesa. Somos vascos, hostia, ¿y qué?», finalizó entre risas, desmontando todo tipo de clichés. El equipo rojo estalló en una sonora carcajada, especialmente la de Zizurkil, que asimiló muy bien la broma y se mostró ya más cómoda con sus nuevos compañeros.

Después de la guasa, Puma optó por retirarse a descansar al piso de arriba pero… llegó Agustín con su ukelele. Y ataviado únicamente con una pequeña toalla, que a duras penas conseguía sostener, se lanzó a la música con un comentario que despertó nuevamente las risas entre los componentes del equipo rojo: «He despertado a la fiera», dijo sujetándose con dificultades el pequeño paño que tapaba sus partes íntimas. Nuevas risas. La fiesta no se quedó ahí, porque después Cesc Escolá también se lanzó a tirar de ingenio con una canción cuya letra finalizó con un agrio recuerdo para los rojos: la calavera de la ruleta del pre-mia-zo que les impidió disfrutar de un sabroso galardón en forma de comida. Tendrán que esperar a una próxima ocasión en El Conquistador de RTVE..

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