Mugron, el empeño de conservar una tradición con más de cien años
Jean Baptiste Lucq y Andoni Verdejo se enfrentaron a dos erales de Alma Serena en el coso de la localidad francesa
manuel harina
Sábado, 26 de junio 2021, 10:45
Me lo comentó mi amigo Paco March hace un par de semanas: «… la sensación que vivas en el momento en que suene el clarín ... y veas salir a los alguacilillos al ruedo, será única y te olvidarás de este año largo de ayuno…». Y efectivamente se cumplió tal y como Paco predijo. Ocurrió el pasado domingo en la plaza de toros de la localidad francesa de Mugron, en una hora tan poco taurina como las dos de la tarde. Me hizo una ilusión especial, porque durante muchos años, las novilladas del lunes de Pascua significaban la inauguración oficial de mi temporada taurina.
En esta ocasión un lunes de Pascua en junio, un aplazamiento más que justificado. Es de agradecer las ganas y la voluntad de la peña taurina de este pequeño pueblo que contra viento y marea no ha querido suspender por segundo año consecutivo su 'Jornada Grande' y finalmente con todas las precauciones sanitarias y un aforo limitado ha podido llevarla a término.
La idea de organizar una 'novillada económica', curiosa denominación tradicional de difícil encaje en la actualidad, es una idea que se debería copiar a este lado de los Pirineos. Sea como en esta ocasión un festejo sin caballos, o una tienta o una fiesta campera, que son las variantes que conozco en las plazas francesas del sudoeste, constituye un complemento formidable, siempre matinal, para completar el espectáculo vespertino. Un complemento para el aficionado que puede descubrir nuevos valores y una oportunidad para los jóvenes aspirantes, que pueden llevar a la práctica las enseñanzas de sus escuelas o de su aprendizaje autodidacta.
Lucq y Verdejo
Los vestidos, burdeos y azabache el uno y nazareno y oro el otro, no eran de primera puesta, seguro, pero Jean Baptiste Lucq y Andoni Verdejo los lucían como hechos a medida. Se enfrentaron a dos erales de Alma Serena -mi reconocimiento igualmente a este ganadero y a otros como él que en pequeñas fincas de la región crían por pura afición puntas de ganado bravo-; muy distintos: noble y bravo el primero y complicado el segundo.
El primero le correspondió a Lucq, un novillero que ya debe dar el paso a torear con picadores y ver si puede ir para adelante o no. Para Andoni Verdejo era su primer paseíllo de luces; muy nuevo, pero a pesar de muchos desarmes y volteretas, tranquilo y con ganas. De cualquier manera, tiene algo, que invita a volverle a ver. Hay que darle tiempo.
La novillada de José Cruz que se corrió a la tarde era casi una corrida de toros, por hechuras y por edad. Muy interesante, con novillos de diversas condiciones, desde el cuarto premiado con la vuelta al ruedo, hasta el manso segundo; cumplieron con nota en varas y todos fueron aplaudidos en el arrastre.
El cartel de novilleros fue atrayente. Francisco Montero, que lo abría quedó conmocionado en el primer pase a su primer novillo al intentar recibirlo a porta gayola. Y de ahí en adelante. Luchador, infatigable y valiente; con oficio; mandando e incluso templando en algunas ocasiones; en la retina unos ayudados semigenuflexos al cuarto. Una oreja más que merecida en ese novillo.
Como figura novilleril esperábamos a Tomás Rufo. Personalmente me defraudó en su primero. Con mucho oficio, pero sin emocionar. Distinto en el quinto; muy seguro, muy puesto, toreando de verdad, templando y estructurando muy bien la faena. Dos orejas y a tomar la alternativa.
En la novillada de Mugron, siempre hay un novillero que despierta un interés especial. En esta ocasión 'Solalito' cumplió con ese papel. Oreja y oreja, pero lo importante fueron sus maneras, su forma de entender a los novillos; un recibo capotero elegante y un toreo al natural importante, largo y cadencioso. Además, es vistoso banderilleando. Ilusionante.
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