Seis exposiciones y diez millones de visitas: Musealia cumple 25 años
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La empresa donostiarra responsable de exitosas muestras sobre Auschwitz o el 'Titanic' celebra un cuarto de siglo con varios proyectos itinerando por el mundoMás de diez millones de espectadores de todo el mundo han pasado por alguna de las seis exposiciones que la empresa donostiarra Musealia ha organizado ... a lo largo de un cuarto de siglo. Desde la germinal 'Titanic' hasta el éxito de 'Auschwitz. No hace mucho. No muy lejos', pasando por la exposición dedicada a la 'Guerra Fría' y el Muro de Berlín, los proyectos de la firma donostiarra han destacado por su ambición, el asesoramiento de expertos y la apuesta por contar acontecimientos a través de individuos que los sufrieron. Y también por acometer sus propuestas con una ambición en principio impropia de una pequeña empresa con sede fuera del circuito de las grandes capitales mundiales.
Musealia cumple este mes veinticinco años. En el principio, fueron cinco socios con actividades profesionales en otros ámbitos que decidieron apostar por una empresa dedicada a producir y proponer exposiciones. «Siempre ha sido una empresa familiar y ligada en sus orígenes al periodismo –explica el responsable de Musealia–. Mi padre tenía un programa de radio ligado a la mar y cada 14 y 15 de abril, fecha del aniversario del hundimiento del 'Titanic' solía hacer referencias en su programa». En este punto, Ferreiro considera que una exposición y un micrófono guardan similitudes «porque te dan la posibilidad de conectar con el público y contar una historia que deje una impronta».
Los orígenes. En 1997, el padre de Luis visitó en Hamburgo una exposición estadounidense sobre el barco naufragado y la idea de contar esa historia desde otra vertiente se instaló en su cabeza. «Los estadounidenses son más de exponer objetos, mientras que Musealia surge con la intención de contar historias centradas en el aspecto humano». En 2000 se funda Musealia que en unos meses se tradujo en su primera exposición dedicada al 'Titanic'. «No teníamos ni experiencia, ni objetos, ni músculo financiero», recuerda un Luis Ferreiro que se incorporó en calidad de angloparlante al equipo que viajó a Las Vegas para conocer a la empresa estadounidense que gestiona las exposiciones del 'Titanic'. «Musealia se fundó el 7 de febrero y abrió su primera exposición seis meses después» con una muestra «muy diferente a lo que ofrecemos ahora: era una exposición fotográfica con imágenes de archivo, sin objetos, ni audioguía».
Lo que sí había en aquella exposición era el 'merchandising' estadounidense, que «tuvo un papel fundamental» en la financiación de la empresa. Tras contactar con el historiador Claes-Göran Wetterholm, experto en el 'Titanic', la exposición creció.
«Aquella primera exposición no fue un éxito de público, ni económico, pero sí una semilla», apunta Ferreiro. Los doscientos metros cuadrados de la muestra viajaron a Ampuriabrava y a localidades como León, Valladolid, A Coruña o Granada, así como en el antiguo Illunbe donostiarra. Para el equipo de Musealia, fue un proceso de aprendizaje bajo condiciones financieras difíciles.
'Érase una vez... el cuerpo humano'. Con un centenar de órganos y diez cuerpos completos 'disecados', Musealia inauguró en 2008 la exposición 'Érase una vez... el cuerpo humano'. De carácter divulgativo y con guion de Albert Barillé, la muestra evidenciaba las consecuencias que el consumo de tabaco o alcohol, y la obesidad tienen en los órganos del cuerpo. La exposición, que itineró hasta 2021 por ciudades como Barcelona, Valladolid, Nápoles, Turín, Guanajuato o Tartu, se produjo junto a la Universidad de Murcia y la de Extremadura. «Era menos comercial, pero muy interesante para los colegios», apunta Musealia.
'Auschwitz. No hace mucho. No muy lejos'. A través de más de 600 piezas únicas y coproducida con el propio centro museístico de Auschwitz, la exposición supuso un hito en la trayectoria de la empresa y culminó nueve años de trabajo. Con una superficie de 2.500 metros cuadrados divididos en cuatro áreas, 'Auschwitz. No hace mucho. No muy lejos' ilustra el contexto histórico que alumbró este centro de exterminio. Hasta el momento acumula dos millones y medio de visitas.
'Seeing Auschwitz'. Esta 'pequeña' exposición, surgida como 'spin off' de la anterior con las imágenes que perpetradores, víctimas y aliados tomaron del campo, es una excepción dentro de la trayectoria de Musealia, ya que fue un encargo de la Unesco. Se pudo ver en el Koldo Mitxelena donostiarra en la primera mitad de 2021.
El Muro de Berlín. Realizada en colaboración con el Stiftung Berliner Mauer (Fundación del Muro de Berlín), 'El Muro de Berlín-Un mundo dividido' ofrecía a través de 500 objetos originales un recorrido por la historia del Berlín de postguerra y por extensión, de una 'Guerra Fría' con ramificaciones en Vietnam, Corea o Cuba. Se barajó la posibilidad de realizar una adaptación para el Museo de San Telmo, pero al final los costes económicos de 'rehacer' la muestra imposibilitaron el proyecto.
Poner nombre y rostro. Desde Musealia no ocultan que, frente a la anestesia que producen las grandes cifras de víctimas, su estrategia apuesta por poner nombre y rostro a historias personales. «Cuando empiezas a entender las historias personales de las víctimas comprendes que multiplicarlo por las cifras te da la dimensión humana de estas tragedias. A la gente le llega de una forma más sencilla la historia que si la relatas como si fuera un libro de texto de colegio». En cuanto a los temas escogidos, pueden tener su origen en un libro o en una película, «algo que hace que de repente te enamores de esa obsesión y que necesites sacártela. Supongo que buscamos historias particulares que finalmente son universales. En el fondo, lo que estamos intentando es comprender qué es el ser humano y el mundo en el que vivimos».
Rigor y espectacularización. Es éste un equilibrio difícil, admite Ferreiro, al que se añade el componente político, más difuminado en algunas exposiciones y más presente en otras. «Hay muchos intereses, no necesariamiente negativos, pero distintos y todo el mundo echa en falta en cada enfoque de las exposiciones. Lo aceptamos, pero tienes que hacer un recorrido de una hora y media, atraer a un público dispuesto a pagar veinte euros por una entrada y hacer un marketing que en algunos casos te limita porque ¿cómo haces publicidad de Auschwitz? Hay que entender que hay cosas que puedes hacer y otras que no para evitar que algunas sensibilidades resulten heridas». En todo caso, señala que es algo que nunca les ha sucedido. «Si fuera una exposición sobre 'Transformers-La ciencia de los robots' sería más sencillo hacer la publidad, sin duda». Aquí la más compleja ha sido la exposición dedicada al Muro de Berlín porque «en el caso de Auschwitz hay muchas sensibilidades, pero excepto un neonazi o un negacionista, hay un consenso básico sobre el enfoque. Con el Muro de Berlín, hay visiones encontradas políticamente sobre la historia de la 'Guerra Fría'».
Doble modelo. Luis Ferreiro explica que «si los dueños fueran un fondo de inversión, tendríamos esa presión de cada año incrementar un 10% los ingresos. No es el caso, pero necesitamos ganar cada año para pagar todas las facturas y para continuar creando otras historias». Musealia funciona con dos modelos de negocio adaptados a España y el resto de Europa, por un lado, y a Estados Unidos, por el otro. En el primer caso, la propia empresa se encarga de alquilar el espacio, el transporte, el montaje y la producción. La propia empresa realiza la inversión y la recupera vía venta de entradas. En el segundo caso, el propio museo o institución 'alquila' la exposición, cubre los gastos y asume el retorno económico. «En este modelo, el ingreso para nosotros es mucho menor, pero el riesgo también. Y a veces nuestro margen de beneficio es mayor». En ocasiones, como próximamente en París, adoptan un modelo mixto.
Las dificultades. Si poner las bases de la empresa fue complicado, más lo ha sido producir unas exposiciones que llevan seis o siete años de trabajo que, a título personal, «conlleva un peaje», asegura Ferreiro. En concreto, «implica trabajar con los mejores museos de cada temática que abordamos y no son instituciones sencillas. Las personas que trabajan ahí son complejas, y cada una tiene su punto de vista y sus intereses. Hay que equilibrar todo eso y gestionarlo es complicado porque todo el mundo cree que lo más importante es lo que él gestiona».
El presupuesto. El pasado año fue de 6,5 millones de euros y para este las estimaciones son similares. La firma espera vender entre 800.000 y un millón de tickets entre las cuatro exposiciones que mantiene activas en la actualidad. En la actualidad, los socios de Musealia son el donostiarra José Antonio Múgica y la errenteriarra María Teresa Aguirre. «No pensamos mucho en el público, hacemos las exposiciones que nos gustan a nosotros».
El futuro. Musealia baraja ya dos posibles exposiciones que, en cualquier caso, irían para largo porque se encuentran en una fase muy embrionaria. Lo que sí tiene claro es su propósito de «construir una institución que perdure más allá de la actual generación y que se convierta en una suerte de centro de humanidades que ayude a la comprensión de lo que es el ser humano». En la actualidad, quince personas trabajan en la empresa, aunque el número de colaboradores aumenta en algunas fases de la producción de las exposiciones.
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