Niño de Elche e Israel Galván, sobre el escenario. REINER PFISTERER

El renovador del flamenco Israel Galván cierra hoy el año en el Victoria Eugenia

El Premio Nacional de Danza 2005 ofrecerá el dúo 'Mellizo doble', interpretado junto al cantaor Niño de Elche

Miércoles, 22 de diciembre 2021, 07:24

Quince años han transcurrido desde que Israel Galván (Sevilla, 1973) se subiera por última vez a un escenario donostiarra. En el Kursaal, el bailaor demostró lo acertado que había sido otorgarle el Premio Nacional de Danza 2005 «por su capacidad de renovar el flamenco sin olvidar las verdaderas raíces». Sin renunciar a ese espíritu, Galván retorna esta vez al Victoria Eugenia, donde esta tarde presenta 'Mellizo doble' junto a Niño de Elche, nombre artístico del cantaor Francisco Contreras. «La obra es la reunión de dos hermanos artísticos. Lo que nos convierte en mellizos es que hemos tenido que crear un lenguaje propio. Es doble, porque yo bailo y también hago la percusión. Y con la capacidad de voz que tiene Paco, no sólo canta sino que también crea atmósferas con la voz», explica el artista sevillano.

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Estrenado en el Tablao Flamenco Garlochí de Tokio en septiembre de 2019, el espectáculo fue creado durante el vuelo a Japón. «Estuvimos trabajándolo mentalmente en el avión y sin ensayar, tal cual salió. Un día puede salir con más o menos energía, pero cuando encuentras una fórmula que va bien, no sabes por qué», confiesa. Pese a proceder de una familia de bailaores, Israel Galván no se planteó hasta 1998 si quería «bailar bien o bailar el flamenco como un arte. Yo soy artista y mi herramienta es el baile. Mi verdadero valor y simpleza es que nunca se me queda chico ser bailaor. No quiero ser ni director, ni coreógrafo, ni iconoclasta», detalla.

Desvela con cierto pudor que la mala memoria le impide acordarse de los nombres de los teatros en los que ha actuado, aunque cree haber visitado el Victoria Eugenia con Mario Maya. «El flamenco siempre está vivo y abierto al público. Me gusta que me cambie el cuerpo: levantarme en San Sebastián, pasear por la Concha o ir al mercado y que San Sebastián se me meta en el cuerpo. Esta tarde es mi baile en San Sebastián, porque somos seres receptivos al aire que respiramos y al lugar donde bailamos», finaliza.

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