Mireia Massagué: «Reabrimos Chillida Leku en su mejor momento: es una invitación a la vida»

Será un regreso paulatino. Hoy es el día de los socios, que podrán acceder al museo con acompañantes para reencontrarse con un espacio que, pese al cierre a los visitantes, ha seguido mimando sus instalaciones, con el jardinero 'Urki' al frente de los cuidados. Mañana será la reapertura oficial, simbolizada en el espectáculo de danza que, en dos sesiones, celebrará el solsticio de verano. Y el público podrá disfrutar ya del museo, primero solo los fines de semana y después con más días de funcionamiento.

Massagué subraya que el museo abre con todas las medidas de seguridad establecidas por las autoridades sanitarias. «Se controlarán los aforos y habrá que usar mascarillas en el caserío, la tienda y espacios cerrados. Pero tenemos a nuestro favor que Chillida Leku es un museo con muchos metros al aire libre, de modo que el visitante estará seguro y cómodo en su recorrido», dice. «En esta temporada de verano es como una invitación a la vida, y los atardeceres, por ejemplo, son espectaculares».

La celebración de mañana será especial. Ya es tradición que Chillida Leku viva el solsticio con un espectáculo. Esta vez, por las limitaciones de aforo, será en doble sesión, a las 12.00 del mediodía y a las 20.00. La compañía de Myriam Pérez Cazabón interpretará el espectáculo 'Iceberg', organizado por el propio museo en colaboración con el Ayuntamiento de Hernani. Serán 500 espectadores, repartidos en los dos pases, los que disfruten. Las entradas están ya agotadas.

«Proponemos un viaje épico que parte en busca de algo invisible, reflejo del camino explorado, realizado», apunta la propia Myriam. El espectáculo cuenta con la participación de cuatro bailarinas, acompañadas de música grabada de manera específica para la pieza. «Se trata de un espectáculo que está pensado para ser desarrollado en la calle, rodeados de público».

Más allá del espectáculo del solsticio el museo abre ya mañana sus puertas a los visitantes de 10:00 a 14:00 y de 18:00 a 22:00. El regreso será escalonado: hasta fin de mes el museo estará a disposición del público sábados y domingos de 10:00 a 16:00, y en julio y agosto la oferta se amplía y será de viernes a lunes de 10:00 a 16:00. La entrada cuesta 12 euros para los adultos, 10 para grupos de más de 10 personas, estudiantes, personas mayores de 65 años, 6 para menores de 18 años, personas con discapacidad y desempleados y gratuitas para menores de 8 años.

«Nuestra idea es ir recuperando la normalidad cuanto antes», explica la directora. En julio volverán, por ejemplo, las clases de yoga las mañanas de sábado. «Empezamos esta actividad el año pasado y resultó un éxito. La gente hace yoga al aire libre, entre las esculturas de Eduardo, puede desayunar y vive un día diferente». También regresarán las cenas de viernes y sábados, «otro momento mágico que permite disfrutar de una visión complementaria del museo». También se trabaja para la reactivación de los talleres infantiles y habrá más. «Pronto anunciaremos más sorpresas que enriquecerán nuestra oferta para el público», avanza Massagué con un punto de misterio.

Quienes visiten estas primeras semanas Chillida Leku se encontrarán un aliciente adicional: ver una restauración en directo. La escultura 'Buscando la luz I', la más fotografiada del museo, será sometida a una «laboriosa y delicada» puesta al día para sustituir unos grandes tornillos en la parte superior de la obra, que pesa 19,5 toneladas y alcanza 8 metros de altura. La escultura fue realizada por el artista guipuzcoano en 1997, y su restauración es fruto del acuerdo alcanzado entre Orona Fundazioa y Chillida Leku. Es una rehabilitación cargada de simbolismo porque es la primera obra que se colocó en la campa de Zabalaga. El proceso de restauración corre a cargo del equipo técnico de Chillida Leku y está dirigido por Fernando Mikelarena, quien entró a colaborar con el escultor en 1983.

Chillida Leku ha vivido unos meses «raros, pero tan sugerentes como siempre», dice Mikel Chillida, del equipo del museo. «La primavera estalló en todo su esplendor con el museo cerrado al público, y es una pena porque son semanas espectaculares, la naturaleza se vuelve loca y se mezcla con las esculturas de una manera muy especial».

Como subraya Mireia Massagué, «fue una lástima que el primer aniversario de la reapertura, en abril, llegara con el museo cerrado». En ese primer año, que en realidad fueron once meses porque el museo cerró en marzo por el estado de alarma, cerca de 80.000 visitantes han pasado por Chillida Leku. El parón de marzo llevó a decidir a los responsables del museo una prórroga de seis meses para la validez de los abonos anuales. También se mantiene hasta diciembre la escultura de Louise Bourgeois 'Eye Benches III' [Ojos banco III] (1996-97), primera pieza de un artista internacional que se expone en Zabalaga y con la que se inauguró el programa Obra Invitada, Inicialmente, su estancia estaba prevista hasta el 10 de septiembre.

En el balance de ese primer año Luis Chillida, presidente de la Fundación Eduardo Chillida-Pilar Belzunce, consideraba que «la total unión y compromiso de mi familia y la firma Hauser & Wirth ha supuesto la adecuación de este lugar al siglo XXI, dotándolo de una fantástica proyección de cara al futuro».

Iwan Wirth, copresidente de Hauser & Wirth, la galería suiza que hizo posible le reapertura del museo, aseguraba por su lado que «estamos orgullosos de haber apoyado y colaborado con la Sucesión para asegurar que Chillida Leku reabriera con éxito, permitiendo a tanta gente hacer un arte de su peregrinaje a San Sebastián». Wirth considera que Chillida Leku «es más que un museo: es una 'gesamtkunstwerk' (obra de arte total)».

A partir de este fin de semana la obra de Chillida se reencuentra con los ciudadanos. «Una invitación a la vida», reitera Massagué.