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Radiografía del futuro Koldo Mitxelena

Radiografía del futuro Koldo Mitxelena

El KM permanecerá cerrado de mediados de 2019 a 2021 para acometer una obras que redefinirán el carácter y las funciones del centro

alberto moyano

Sábado, 16 de diciembre 2017, 09:48

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La reforma del edificio es ineludible, los servicios que ofrecerá el centro remodelado serán los mismos que ahora más una nueva batería de actividades y durante el proceso no se perderá ningún puesto de trabajo, tanto en lo que se refiere a empresas externalizadas como, obviamente, al personal del propio centro. Desde estas premisas, los responsables del Koldo Mitxelena se encuentran inmersos en un doble proceso de redefinición del centro que pasa por rehabilitar y reformar arquitectónicamente el edificio y dotarle de una nueva identidad. Las obras, que se adjudicarán mediante un singular proceso de selección, comenzarán en verano de 2019 y se prolongarán durante un plazo que oscilará entre los dieciocho y los veinticuatro meses. El presupuesto rondará los seis millones de euros. La reapertura del nuevo Koldo Mitxelena será a mediados de 2021. El diputado foral de Cultura, Denis Itxaso, explica el proceso de reflexión que ha llevado a su departamento a acometer este proyecto -enmarcado en el plan estratégico foral Etorkizuna Eraikiz- los motivos que lo impulsan y los objetivos del futuro Koldo Mitxelena.

El origen de la remodelación. A la vista de los cambios experimentados en los últimos años en el mapa donostiarra de bibliotecas, el PSE planteaba en su programa electoral la necesidad de acometer una reforma integral del centro ya que «no podía seguir viviendo de espaldas al resto de centros culturales de la ciudad». Aunque nació hace veinticinco años con vocación de territorio, los responsables del departamento foral de Cultura detectaron que «se había convertido en un centro donostiarra -así lo demuestra el número de usuarios de la capital y su comarca- hasta ser una biblioteca central más, con lo cual, se generaba una duplicidad». Además, en 2015 abrió sus puertas Ubik, la biblioteca de creación de Tabakalera «también con vocación de biblioteca central. Esto nos llevó a un trabajo conjunto con el Ayuntamiento y cuando opta por una ‘convergencia fría’ -de servicios, pero no física-, en ese momento disparamos todas las posibilidades del KM y su vocación de territorio, patrimonial, de especialización y como lugar de debate crítico», explica Denis Itxaso.

Por qué se reforma. «Tiene dos explicaciones: por un lado, dotar al centro de una identidad y una programación propias, algo que hasta ahora apenas ha tenido. Y por otro lado, acometer una obras inevitables para rehabilitar el edificio», explica Itxaso que, respecto a este segundo punto, indica que el edificio de la calle Urdaneta «empieza a tener problemas de accesibilidad, de seguridad y salubridad para los trabajadores y de goteras». En este punto, recuerda que recientemente «se desprendió un cascote de la fachada que da a Reyes Católicos», antes de reiterar que la reforma arquitectónica -y por lo tanto, el cierre por obras- es ineludible. «El edificio presenta desde hace tiempo déficits de mantenimiento cifrados en unos tres millones de euros», además de «problemas de origen», entre los que enumera, «unos muros de carga que obligaron a un diseño perimetral. Queremos ganar metros cubriendo los actuales patios y generando nuevos espacios. A partir de ahí, decidimos convertir el Koldo Mitxelena en un espacio más nórdico, más actual, más confortable para la estancia, el estudio y el reposo», señala.

Imagen principal - Radiografía del futuro Koldo Mitxelena
Imagen secundaria 1 - Radiografía del futuro Koldo Mitxelena
Imagen secundaria 2 - Radiografía del futuro Koldo Mitxelena

Para qué se reforma. Los responsables forales de Cultura preparan un estudio entre los usuarios habituales del centro para conocer sus preferencias y también entre los no usuarios, para saber los motivos de su desapego. A partir de ahí, buscan dotar al centro de «su propio guion, dado que hay una Biblioteca Central, una mediateca en Tabakalera, una biblioteca de estudio en el campus universitario». En este sentido, barajan abordar cuestiones como la influencia de la literatura en las series de televisión -uno de los más importantes fenómenos culturales de los últimos años-, o ciclos monográficos que contribuyan al debate socioeconómico». Sirva como ejemplo de esto la exposición ‘Turismoak’ por la que pasaron 3.300 visitantes este verano y que, a juicio de los responsables del Koldo Mitxelena, «hubiera podido generar perfectamente a su alrededor una programación complementaria con una selección de libros, tanto de narrativa como de ensayo, de cómics, de películas en préstamo y con un ciclo de conferencias». Todo un programa que, llegado el caso, podría llegar a itinerar por otros centros.

Un procedimiento novedoso. Explica el diputado foral de Cultura que, en este caso, el proceso para adjudicar el proyecto arquitectónico al estudio que se encargará de desarrollarlo tendrá sus peculiaridades o, al menos, será inhabitual. «Sacaremos esta próxima semana un concurso universal de ideas para todos los estudios de arquitectura que quieran participar y a partir de un análisis de solvencia, trayectoria y experiencia en remodelación de espacios culturales, se hará una criba de la que saldrán cinco firmas, que presentarán en marzo del próximo año un anteproyecto remunerado ya que el ganador -elegido por un jurado formado por arquitectos de la Diputación y del Colegio de Arquitectos- recibirá 10.000 euros y los otros cuatro, 6.000 euros cada uno. Esperamos tener para finales de 2018 o principios del 2019 el proyecto definitivo para licitar las obras en marzo».

El KM en datos

  • Documentos catalogados 396.034.

  • Media anual de visitantes 450.000.

  • Media anual de préstamos 105.000

  • Actos celebrados este año: Actos celebrados este año: 69 ruedas de prensa, 63 conferencias, 23 proyecciones y 14 mesas redondas

  • Presupuesto de la obra seis millones de euros, IVA incluido. Incluyen intervenciones para la solución definitiva de filtraciones de cubierta; sustitución de los ascensores; arreglo de aspectos de climatización e iluminación, que requieren una solución definitiva. Adecuación a la normativa vigente en cuestiones como seguridad, ahorro energético, instalaciones eléctricas. Medidas para mejorar la accesibilidad y circulación.

Los plazos. El departamento foral de Cultura tiene previsto llevar el próximo martes al consejo de gobierno el procedimiento para la contratación del estudio de arquitectura que acometerá la obra. Tras salir a licitación en marzo de 2019, las obras de remodelación arrancarían en verano de ese año. En ese momento se cerrará el centro al público hasta su conclusión, a mediados de 2021, aproximadamente.

Servicios mínimos durante la obra. Cultura baraja la posibilidad de mantener «un servicio mínimo durante los dos años que durará la obra». Así, busca un espacio en el que alojar los servicios de hemeroteca y los vinculados a contenidos digitalizados, a la vez que mantendrá una cierta actividad expositiva en colaboración con galerías de arte del territorio. Antes del cierre por obras y durante el próximo año, está previsto llevar a cabo un ciclo de conferencias, mesas redondas y proyecciones de películas -entre ellas, ‘Ex Libris: New York Public Library’’, de Frederick Wiseman- en torno al tema de las reformas y renovaciones de centros culturales.

Cómo será el nuevo centro. En este punto, Itxaso se manifiesta en términos categóricos para recalcar que «la reforma del centro no supondrá la pérdida de absolutamente ninguna de las funciones que cumple a día de hoy. Queremos aligerar la biblioteca de libros, cosa que la digitalización permite, y ganar espacio para usuarios y servicios. No vamos a quitar nada, sino a sumar: se podrá ir a estudiar, a leer la prensa, a consultar libros, habrá exposiciones, pero en un espacio actualizado». Otra mejora a introducir será la ampliación de horarios, entendida tanto en lo que se refiere a la apertura y cierre -a día de hoy, de 8.30 a 20.30 horas- como a mantenerlo en funcionamiento siete días a la semana -en la actualidad, cierra sábados por la tarde y domingos-. «La idea es abrir todos los días, algo que, ya se probó con la Casa de Cultura de Aiete y funcionó desde el primer momento porque tiene todo el sentido del mundo. Si quieres disfrutar con tu familia, tienes que ir los fines de semana». Respecto al horario, la idea es retrasar el cierre, pero «dependerá de las capacidades presupuestarias y de los acuerdos con los trabajadores», admite el diputado foral de Cultura. En cuanto a la estructura, la determinarán los usos: «Espacios muy abiertos, incluso con una cafetería, en las plantas bajas, con actividades propias de un lugar que será de encuentro, y progresivamente, a medida que se suban pisos. más espacios dedicados al estudio y a la especialización». El proyecto contempla una ganancia de espacios mediante el cierre de los patios y la recuperación para uso público de la bajo cubierta, «ahora, oficinas cuyo destino está aún por decidir».

El ADN del futuro Koldo Mitxelena. Dos grupos de trabajo se encargarán de perfilar la definición del nuevo Koldo Mitxelena. «Por un lado, hemos mantenido ya varias reuniones con los responsables de las bibliotecas de Eibar, Errenteria y Arrasate, así como con los de Ubik y con los de la biblioteca de Muskiz. Y en la parte patrimonial, contamos con el Archivo Vasco de Música-Eresbil». Y en lo que se refiere al futuro cartel de actividades del centro y la programación expositiva, un equipo formado por miembros del Consejo de las Artes y la Cultura, junto al ex director del KM, Frantxis López de Landatxe, y el ex responsable del programa cultural de Donostia 2016, Xabi Paya, se encarga de definir las líneas maestras del proyecto. «Todos ven necesario que todo el equipamiento cultural tenga una coherencia que no ha habido hasta ahora», apunta Itxaso.

El principal obstáculo. Itxaso admite que el proyecto encuentra ciertas resistencias entre algunos sectores de los usuarios habituales. «Toda obra supone el inconveniente de cerrar el edificio, lo cual es una molestia para el que está acostumbrado. Y por otro lado, siendo honestos, puede haber una parte del público que ha hecho suyo el Koldo Mitxelena que, desde esa posición de la zona confort, pueda no verlo necesario, pero no sería la primera vez que algo parecido sucede en esta ciudad. Sin embargo, aspiramos a convencerles. Nuestra intención es mantener encuentros con usuarios para explicarles todo esto. El atractivo del nuevo espacio va a ser tal que atraerá a nuevos públicos. Nadie se va a sentir expulsado, al contrario».

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