La Plataforma para la Defensa de la Tauromaquia agrupa a 190 asociaciones

Y al igual que al mundo de las corridas, la crisis pandémica le ha alcanzado de lleno. Todos nos hemos quedado sin fiestas y por tanto sin los espectáculos que giran a su alrededor. Organizadores, grupos de recortadores, ganaderos y toda la pequeña actividad industrial o comercial que les rodea, han visto caer su actividad en picado; en 2019 los festejos populares supusieron un impacto económico de más de 4.500 millones de euros.

En diciembre de 2019, en estas mismas páginas presentábamos Euskal Zezenzale Elkartea. Desde entonces, paso a paso, han ido alcanzando sus objetivos y promocionando el festejo popular en Euskadi. Pero no podían quedarse ahí. Junto con la Federación Española del Toro con cuerda, la Federación de Agrupaciones de Peñas y Comisiones taurinas de las tierras del Ebro han impulsado un proyecto ilusionante: la Plataforma para la Defensa de la Tauromaquia Tradicional. Este nuevo proyecto tuvo su presentación oficial el pasado día 17 de abril en Pamplona.

En un acto con lleno de 'no hay billetes', respetando las restricciones impuestas por el Gobierno de Navarra, los promotores estuvieron arropados por Victorino Martín, presidente de la Fundación Toro de Lidia; Antonio Bañuelos, presidente de la Unión de criadores de toros de lidia; Antonio Purroy, presidente del Instituto Internacional de Investigaciones en Tauromaquia, y el ganadero navarro Miguel Reta encabezando una representación de sus homólogos de Cataluña, Euskadi, La Rioja y Navarra.

La entidad ya cuenta con la adhesión de cerca de 190 asociaciones y peñas, así como de 20 ayuntamientos, entre ellos Teruel, Segorbe, San Sebastián de los Reyes, Lodosa y Budia, presentes en el acto. En sus distintas intervenciones los promotores fueron explicando la necesidad de la creación de la plataforma y el porqué de este momento para hacerlo.

Los creadores de la nueva entidad comenzaron por fundamentar la defensa de los festejos en la libertad, la igualdad y el derecho de elección de la propia cultura, así como el respeto a la costumbre y a la tradición; esto debería conllevar la igualdad de trato con cualquier otra actividad cultural.

Continuaron manifestando que, a su parecer, el mundo del toro está amenazado de muerte; la situación es insostenible y los contrarios a la fiesta están planificando la manera de utilizar a la propia fiesta para destruirla. La urgencia es tal, que se debe dar un paso cuanto antes y demostrar que son millones de personas quienes eligen la tauromaquia, eligen la libertad.

Es el momento, explicaron, de actuar con decisión, proponiendo la unión de todos los festejos taurinos tradicionales en una entidad cuyo objetivo sea convertirse en una referencia clara y en un interlocutor autorizado ante las Administraciones públicas y el propio sector profesional.