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J. F.
Martes, 28 de enero 2025, 12:34
El Museo Vasco de Baiona se ha visto obligado a cerrar sus puertas temporalmente debido a una plaga de carcoma, un insecto xilófago que se alimenta de madera y que amenaza tanto a su estructura como a las obras que contiene. Este cierre excepcional, que se prolongará hasta el 24 de marzo, tiene como objetivo llevar a cabo un tratamiento preventivo y curativo en profundidad del edificio y sus colecciones que ha requerido medidas especiales al tratarse de larvas de una especie exótica, proveniente de América.
La carcoma, o anobium punctatum, es un pequeño insecto que causa grandes estragos en la madera. Su fase larvaria, la más dañina, se alimenta de la celulosa, creando pequeñas galerías que debilitan la estructura y pueden llegar a destruir por completo la pieza. Estos insectos suelen pasar desapercibidos durante años, ya que se desarrollan en el interior de la madera, dejando como única señal un fino polvo de serrín. En el caso del museo de Baiona se detectaron en agosto pasado.
Aunque estos insectos, de entre 3 y 5 milímetros de longitud, no representan un peligro para la salud humana, pueden causar daños considerables a las estructuras de madera. El museo, alojado en un edificio histórico del siglo XVII, está compuesto principalmente de estructuras de madera, lo que lo convierte en un blanco fácil para la carcoma.
El tratamiento contra la plaga se llevará a cabo en tres fases durante aproximadamente tres meses por la empresa austríaca Thermo lignum international. En primer lugar el edificio será tratado con un gel insecticida, creando una barrera que los insectos no pueden atravesar. Después las colecciones serán colocadas en burbujas donde se aumentará la temperatura y se reducirá la humedad para eliminar los insectos.
La variedad de carcoma que afecta al museo es la calymmaderus solidus, una especie «exótica» no endémica de Francia que parece ser resistente al tratamiento por anoxia, método tradicional de desinsectación en museos. Este factor ha obligado al centro a recurrir a métodos alternativos como el tratamiento térmico, además de insecticidas.
El coste total de la operación se estima en 100.000 euros, un presupuesto que ha requerido la cancelación de una exposición prevista. Además, el cierre del museo generará pérdidas estimadas entre 25.000 y 35.000 euros, lo que obligará a la dirección a solicitar subvenciones para compensarlas. La magnitud del proyecto ha requerido una gran movilización, incluyendo la participación del personal para proteger y trasladar las obras.
La Maison Dagourette, construida a finales del siglo XVI y principios del XVII a orillas del Nive por un rico comerciante de Bayona, es uno de los edificios más antiguos de la ciudad. Su museo ofrece una variada colección de objetos para presentar la etnografía e historia vascas. En total muestra dos mil objetos y pinturas que ilustran todos los aspectos de la cultura vasca y abarcan un periodo desde la prehistoria hasta la segunda mitad del siglo XX.
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