Donostia Kultura organizó el año pasado una media de 21 actividades al día

Apoyados en los números y en 20 imágenes que han recogido los momentos más relevantes del pasado año, el concejal de Cultura del Ayuntamiento de San Sebastián, Jon Insausti, y el director-gerente de Donostia Kultura, Jaime Otamendi, han realizado el balance de las actividades desarrolladas en 2029 -«un año apasionante» en palabras de Otamendi- y del impacto que han tenido en los donostiarras.

Las protagonistas de la presentación, que ambos responsables institucionales han llevado a cabo en el escenario del teatro Victoria Eugenia, arropados por los responsables de las distintas áreas de DK y de parte de su plantilla, han sido las cifras. Cifras importantes porque reflejan la buena salud de la oferta cultural municipal en San Sebastián y porque «lo que no se mide no se puede mejorar».

La más abultada es la que que corresponden de los usuarios de los centros culturales de DK, que superaron el millón de personas, de las cuales 11.000 -un 5% más que el año precedente-, participaron en los 886 cursos que se ofrecieron en esos centros.

En general, todos servicios que presta y las actividades de que propone Donostia Kultura se caracterizaron por una amplia participación ciudadana: 312.585 visitantes tuvieron San Telmo y Urgull (140.000 se decantaron por el museo, 170.000 por un monte que Donostia Kultura quiere potenciar); las bibliotecas, por su parte, registraron 834.477 usuarios, que realizaron 456.787 préstamos; 315.896 personas se acercaron a los nueve festivales que organiza DK, que en total vendió 329.530 entradas... Aunque la cifra es comparativamente más modesta, también son destacables las 7.900 actividades que organizó a lo largo de 2019, lo que supone una media de 21 actividades diarias.

Para disfrutar de las mismas no es necesario ser socio de DK, pero tener la tarjeta aporta ventajas, y así lo han entendido las 107.840 personas que ya tienen su txartela de socio. Estrechar las relaciones con ese colectivo es, precisamente, uno de los objetivos que se marca Donostia Kultura para el presente ejercicio, en el que cumple 30 años . Para recordarlo y celebrarlo han retocado ligeramente la marca, y quieren dedicar el año a «repensar que quiere ser en los próximos 30 años», en colaboración con otros agentes culturales y «sin perder la centralidad que siempre hemos tenido, no solo en San Sebastián sino también en el resto del territorio».

Aunque los planes para 2020 serán objeto de otra comparecencia, han adelantado algunas iniciativas como una «noche especial» dirigida a los socios, la ya mencionada potenciación del uso lúdico y cultural de Urgull o el mantenimiento de algunas de las actividades de Olatu Talka, que en 2019 llegó al final del trayecto pero deja su legado.