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El Orfeón cierra su 120 cumpleaños con un 'Iván el Terrible' especial

El Orfeón cierra su 120 cumpleaños con un 'Iván el Terrible' especial

La Orquesta de Madrid e Iñaki Gabilondo acompañan al coro en la cita del jueves que corona el aniversario. El Kursaal acoge el último de los hitos del año, pero la agenda será también intensa el próximo: Alemania, Rotterdam, Bruselas y «una sorpresa» esperan en 2018

MITXEL EZQUIAGA

SAN SEBASTIÁN.

Lunes, 20 de noviembre 2017, 08:09

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Cumple 120 años pero con energía juvenil. El Orfeón Donostiarra vive un intenso aniversario que alcanzó su momento más entrañable en junio con el concierto en la Plaza de la Constitución y el más resonante en julio con su debut en los 'proms' de Londres. Y ahora llega una cita en el Kursaal que redondea las celebraciones.

Será el jueves, en el auditorio, con una interpretación especial de 'Iván el Terrible', la obra de Prokofiev. El periodista y 'embajador' del Orfeón, Iñaki Gabilondo, será el narrador, y la Orquesta Sinfónica de Madrid, titular del Teatro Real, las voces infantiles del Orfeoi Txiki y los solistas Ainhoa Zubillaga y Eneko San Sebastián, bajo la dirección de José Antonio Sainz Alfaro, completan el reparto de un concierto para el que aún quedan entradas. Un día antes, el miércoles, habrá un ensayo abierto para jóvenes en Musikene.

Los tres hitos

  • 1 En el impresionante Royal Albert Hall de Londres, el 22 de julio, con la orquesta de la BBC, en el marco de los 'proms' y bajo la dirección de Juanjo Mena.

  • 2 Concierto popular en la Plaza de la Constitución de Donostia, el 24 de junio.

  • 3 Este jueves, 23, con la OSE en el Kursaal e Iñaki Gabilondo como narrador. Se repite el programa del concierto de socios del año pasado, al que pertenece la foto.

  • CITA EN EL KURSAAL Cuándo. El jueves 23, a las 20.00. Obra 'Ivan el Terrible' (Sergei Prokofiev).

  • Quién. Orquesta Sinfónica de Madrid, Orfeón Donostiarra, Orfeoi Txiki. Narrador Iñaki Gabilondo. Solistas: Ainhoa Zubillaga, Eneko San Sebastián. Director: Sainz Alfaro.

  • Entradas Taquilla del Kursaal, kursaal.eus, entradas.com

«Es un broche especial para un año lleno de actividad, pero el Orfeón y la vida siguen», advierte Sainz Alfaro. Y adelanta que en 2018 el coro tiene ya cerradas actuaciones en Rotterdam, Bruselas y Alemania, además de un compromiso «muy potente, que aún no se puede desvelar».

El miércoles, fiesta de Santa Cecilia, habrá un ensayo para jóvenes en Musikene

Sainz Alfaro: «Gabilondo tiene una voz grave y una forma de decir que encajan bien en la obra»

«¿Retos pendientes? La Filarmónica de Múnich, y Sidney, y el Colón de Buenos Aires...»

«Sigo con energía. El Orfeón es un lujo: como jugar en la Champions y ganar siempre»

Antes de que acabe el año aún quedan otros retos, como el concierto de Navidad de El Diario Vasco, también en el Kursaal, con la Orquesta de Euskadi, el día 21 de diciembre.

Aires rusos

Para el Orfeón es «importante» que el concierto del jueves en el auditorio tenga el prólogo abierto del miércoles. Ese día el coro y Musikene, Centro Superior de Música del País Vasco, celebrarán la festividad de Santa Cecilia con una invitación al público juvenil para asistir al ensayo de 'Iván el Terrible'. El ensayo será en el propio auditorio de Musikene a las 20:30 horas, estará abierto al público menor de 25 años y la entrada será libre hasta completar el aforo.

El jueves será el día clave en el Kursaal. La obra de Prokofiev «resume la azarosa vida del zar Iván IV (1530-1584), que estuvo rodeada de conspiraciones, asesinatos y batallas por conseguir el poder», según el coro. «Es una cantata grandiosa, impregnada de aires patrióticos rusos».

Tal como recuerda Sainz Alfaro, Prokofiev compuso la banda sonora para la trilogía cinematográfica de Sergei Einsestein sobre el zar ruso. Abram Stassevich, que había dirigido la grabación de la partitura cinematográfica, la convirtió en un oratorio para narrador, mezzosoprano, barítono, coro y orquesta. Era 1962 y Prokofiev había muerto hacía nueve años. Después ha habido otras versiones, que han seguido en lo esencial a la de Stassevich, como la de Christopher Palmer, que elimina al narrador, o la de Michael Lankester, que amplía su papel y traduce su texto al inglés.

La versión que se va a interpretar en esta ocasión es la de Lankester, con el papel del narrador y de Iván traducidos al castellano. Es la misma que ya ha cantado otras veces el Orfeón con narradores como Andoni Alemán, Juan Echanove o Carlos Sobera.

«Es curioso cómo cambia la obra según el narrador», explica Sainz Alfaro. «Echanove era como una potente estatua erguida en el escenario. Gabilondo todo lo hace bien, y su voz es de una belleza grave que funciona muy bien. Eso, unido a su manera de decir, funciona a la perfección. El año pasado probó en el concierto de socios y salió encantado. Por eso repite. Está más ocupado ahora que antes, pero dice que por el Orfeón lo deja todo. Y se lo agradecemos».

El recuerdo de Londres

Se acerca el final del año y es momento de repasar algunos de los grandes momentos del aniversario. Sainz Alfaro confiesa que aún sigue impresionado por el paso por el Royal Albert Hall, en julio, en los famosos 'proms' londinenses. «Los ingleses son expertos en coros y el primer éxito era estar ahí. Pero además todo salió bien, con la orquesta de la BBC y la dirección de Juanjo Mena. Y eso que en 'Fidelio' la intervención del coro es relativamente breve, aunque muy complicada. El tiempo no está reñido con la intensidad. Una de las obras que más ha marcado la trayectoria del Orfeón es la Segunda de Mahler, y ahí el coro solo canta ocho minutos. La experiencia de Londres dejó mucha huella en nuestra historia».

Los 'proms' eran una asignatura pendiente en la centenaria historia del Orfeón. ¿Qué otros desafíos quedan para el coro donostiarra? «No siempre las orquestas que más salen en la tele son las mejores. Yo tengo un especial cariño por la Filarmónica de Munich y nos gustaría cantar con ellos. Hemos estado muchas veces en Alemania, en lugares como Colonia, Frankfurt, Dusseldorf o Berlín, pero tenemos que volver. Por ejemplo, a la nueva gran sala de Hamburgo. Y cruzando el charco, alguna vez habrá que ir a Sidney, o al mítico Colón de Buenos Aires. Pero cada vez es más complicado viajar, por los costes. Los festivales, orquestas o teatros nos dicen que están deseando invitarnos por nuestra calidad, pero los precios lo complican».

Otro de los hitos populares de este año fue el concierto en junio en la Plaza de la Constitución. «Tenemos mucha suerte porque nos quieren en todos los sitios. Este fin de semana pasado actuamos en Astillero, en Santander, y mucha gente se quedó fuera. El público nos sigue y planteamos programas distintos según el escenario donde actuamos. El día de la Consti fue un éxito, todo salió redondo. Hasta la iluminación de la plaza era especial y la gente salía encantada. 'Así tenía que haber sido la inauguración de Donostia 2016', me decían unas señoras».

Vaya, la capitalidad europea, donde el Orfeón se sintió marginado. «Hubo un jerifalte de la capitalidad que decía que en 2016 no había que hacer lo de siempre, y que como el Orfeón era lo de siempre, mejor probar otras cosas... Aunque al final también nosotros tuvimos que ayudar a sacar las castañas del fuego».

El 'año 121' del coro

El problema de los años redondos es que tras los fastos del 120 aniversarios llega el año 121. ¿Habrá bajón? «No, porque la agenda está ya bien cargada», avanza José Antonio Sainz Alfaro. «Algunos de los compromisos no se pueden anunciar aún, pero hay proyectos potentes. Actuaremos en Rotterdam, Bruselas, Toulouse y un lugar de Alemania que aún no podemos desvelar. Contamos con una propuesta muy interesante de Manchester que no sé si podremos aceptar porque coincide con otras cosas. En la Quincena Musical cantaremos el Réquiem de Berlioz con 180 cantores, y también nos espera una gira por varias ciudades españolas de la mano de Ibermusic».

Y todo con el equipo de casa. «Necesitamos muchas voces para llegar a todos los compromisos, porque nunca coincidimos todos. Somos un coro amateur y entre martes y jueves, por ejemplo, es complicado llegar a los compromisos».

Sainz Alfaro se declara «con las ganas y energía de siempre». «El Orfeón es una maravilla, una entidad querida y solicitada. Es como jugar en Champions y ganar siempre. El orfeonista canta con las mismas ganas en Hernani que en Berlín, aunque los programas sean distintos. No sé si se cansarán de mi, pero mientras me respeten las lesiones, seguiré», broma Sainz Alfaro para rematar con el símil futbolístico.

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