Luisa Martín
Luisa Martín interpreta junto a Olivia Molina este sábado y domingo 'Malditos tacones', una obra intensa con dos mujeres poderosas
Luisa Martín llega a Donostia con la obra 'Malditos tacones', que protagoniza con Olivia Molina. Las funciones son en el Teatro Principal, el sábado a ... las 19.30 horas y el domingo a las 19.00. Escrita por Ignacio Amestoy y dirigida por Magüi Mira, plantea un cara a cara durante poco más de una hora entre dos personajes fuertes y poderosos.
– Los dos personajes se enfrentan desde el poder que ambas tienen. ¿Pero también se reconocen?
– Esperan reconocerse, pero no lo hacen hasta el final.
– ¿Conoce a una o varias 'Victoria Burton' en la vida real?
– He conocido a alguna, pero no tan extrema. No son personajes tan extremos como el que se ve encima del escenario. Pero sí, sí que conozco a alguna.
– ¿Cómo retrata a este personaje?
– Es una mujer muy fuerte y muy dura.Se ha enfrentado a muchas circunstancias que le han hecho daño y que han sido muy complicadas. Pero al mismo tiempo es una mujer que ha nacido en un entorno muy privilegiado y con mucho territorio ya conquistado. Eso ha formado su historia, ha formado su carácter y ha formado su comportamiento.
– ¿Cómo es el cara a cara con el otro personaje, encarnado por Olivia Molina?
– García, que es el personaje que interpreta magníficamente Olivia, me pide una reunión. Yo pienso que debe tratarse de una reunión muy urgente porque mi personaje normalmente cierra la agenda con un mes o dos de antelación. Y me solicita una entrevista para ya mismo. Y bueno, se la concedo y según entra por la puerta estoy expectante de ver qué es lo que verdaderamente quiere de mí.
– ¿Los incómodos tacones son una imagen de la realidad de algunas mujeres?
– Simbolizan el poder y la fuerza. Eso ha formado su historia, ha formado su carácter, ha formado su comportamiento en las circunstancias tan especiales de su vida.
– ¿Le parece que el uso de tacones por parte de algunas mujeres puede ser una concesion a los hombres?
– Se lo preguntas a otra y a lo mejor diría que sí. Esa es una pregunta que no me han hecho nunca. Yo no creo que sea una concesión al hombre, pero quizá alguna mujer lo ha hecho de esa manera. A los hombres sí que les gusta, o por lo menos en otros tiempos. Es que lo cierto es que no sé cómo andamos de machismo, no sé a qué niveles estamos ahora mismo. No me muevo en esos territorios, no lo sé. Sé que hay muchos hombres a los que les gustan las mujeres con tacones e incluso son a veces un objeto sexual. Pero ni siento ni padezco en ese terreno.
– ¿Imagina cuáles pueden ser los 'malditos tacones' de los hombres?
– Muchas veces se ha dicho que los tacones son como las corbatas en los hombres. No lo creo, ningún hombre se tiene que apoyar en una pared para soportar el dolor en una recepción por llevar corbata. No, esos tacones imaginarios muchas veces hablan de la necesidad de estar siempre por encima. Eso sí podrían ser los tacones de muchos hombres: la necesidad de demostrar que tienen la fuerza, que tienen el poder y que están por encima de algo o de los demás.
– ¿Qué le interesa más como actriz, la expresión de ideas o la expresión de emociones?
– Una cosa sin la otra no tiene ningún sentido. Me gusta muchísimo expresar emociones y a través de ellas hacer llegar un mensaje, eso siempre. Jamás me verás interpretar un personaje con el que no esté de acuerdo en su mensaje.
– Supongo que eso lo ha podido hacer ya cuando llevaba un tiempo en la profesión.
– No, no. Lo he hecho siempre porque es una cuestión de ética. No soy capaz de decir un texto con el que no esté de acuerdo a menos que mi personaje tenga que decirlo porque el gran objetivo de la función es denunciar algo. Pero no, nunca me he visto en esa tesitura porque cuando me lo han ofrecido lo he rechazado.
– ¿Le interesan los textos que le puedan incluso incomodar?
– Lo más interesante es cuando un texto me incomoda. Porque si es fácil para mí no tiene gracia. Me gustan los textos que me incomodan, que me ponen en una situación complicada, que me hacen salir de mi zona de confort, que es una frase que odio. Cuando me incomodan a mí probablemente incomodan al espectador. Pero ya te digo que no diría una sola palabra con la que no estuviera de acuerdo.
– ¿De qué manera los espectadores empatizan con estas mujeres?
– Porque son mujeres reales y de verdad. Porque en su conflicto se desnudan. Porque al final el espectador empatiza con ellas. Primero lo hace con una, después con la otra. Y luego creo que empatizan con las dos porque las dos en esa reunión no se guardan nada.
– ¿Habla mucho con su personaje o es una actriz que no mezcla la actuación con el día a dia?
– Hablo todos los días con ella. No puedo evitarlo porque he crecido y he sido educada así. Soy una actriz del método. Hablo con Victoria permanentemente. Necesito a Victoria para subirme al escenario y para refrescar el personaje todos los días de mi vida hasta que termine de hacer la obra. Luego la guardaré en un cajón de mi memoria, con todo el cariño, pero hasta entonces tiene que estar presente porque de otra manera no puedo salir al escenario.
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