Nacimiento, vida y muerte de un sueño hecho de intuiciones
Pasaron diecisiete años desde que en 1983 Eduardo Chillida y Pilar Belzunce decidieron que el caserío Zabalaga de Hernani era el enclave idóneo para mostrar ... a las futuras generaciones su legado artístico hasta la apertura del centro en septiembre de 2000. El minucioso diseño de Chillida-Leku, cuidado hasta en los mínimos detalles, fue concebido en sí mismo como una obra escultórica más. La colocación de cada obra, la rehabilitación de Zabalaga y el aspecto de la campa fueron el resultado de una meditada decisión. Durante los diez años en los permaneció abierto al público -en realidad, siempre lo ha estado-, una 810.000 personas visitaron el centro. Ahora, Chillida-Leku 'resucita' readecuado a los nuevos tiempos.
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