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Álvaro Rivas: «'La vida cañón' es poder hacerte fuerte en tres o cuatro placeres pequeños»
Alcalá Norte

Álvaro Rivas: «'La vida cañón' es poder hacerte fuerte en tres o cuatro placeres pequeños»

Alcalá Norte vuelve a Donostia tras su sonado paso por Glad Is The Day, con ganas de sacarse la espina de haber suspendido en Dabadaba

Jon Agirre

Donostia

Martes, 21 de enero 2025, 06:39

Arrasaron en verano, con presencia en casi todos los festivales, y con el 'sold out' asegurado en varios conciertos de otoño-invierno, Alcalá Norte tuvo que suspender varias citas por un problema de salud de su cantante, Álvaro Rivas. Entre ellas la cita en Dabadaba, que recuperan este jueves. Estará con ellos el grupo donostiarra Marte Lasarte, grupo con el que han montado una minigira. «El pack suena que te cagas», avanzan.

– Tuvieron que suspender la última cita en Donostia. ¿Cómo se encuentra?

– Recuperándome, mucho mejor, la verdad. Volver al local de ensayo me ha quitado ese punto de inseguridad de no haber estado cantando durante una hora seguida. Y todos estos que se suben por las paredes, la verdad. Con muchas ganas.

– ¿Volver este jueves a Dabadaba con la sala llena lo hace más especial?

– Sí. En general, todo el País Vasco nos hace ilusión por nuestro sello, Balaunka, que son de Arrasate y cada vez que vamos allí sabemos que para ellos es muy especial, nos lo han contagiado. Nos sentimos como en casa, en el País Vasco es cuando nuestra logística es más fácil, si hay un problema con los instrumentos o con los amplis está prácticamente resuelto al segundo.

– Esa expectación se notó en Glad Is The Day, eran uno de los principales reclamos. ¿Notan ese cariño del público?

– Sí, sí que lo notamos. También cuando tocamos en el BBK, fue un momento muy bonito. Me hace ilusión que el público, en general, en Euskal Herria, tenga ese interés de acompañarnos en nuestro crecimiento. Y se nota fácilmente viendo el ritmo de la venta de entradas. Me pone muy feliz porque hace que sello y banda estemos más cerca, esa conexión con la tierra. Balaunka es orgullosamente vasco y mola que en una incursión tan extraña como han hecho ellos, apostando por una banda madrileña, reciba también la aprobación de los suyos, con este amor por el proyecto. Para nosotros es muy guay esa conexión con Euskal Herria y esa historia de amor.

– Os acompañará Marte Lasarte, grupo con el que habéis organizado una minigira. ¿Qué aporta la suma?

– Fue idea de Balaunka y al principio dije '¿quién es esta gente y a qué suenan?'. Pero al momento fue 'vale, creo que va a salir bien'. Ha sido un éxito. Nos acompañó en Madrid y muchos colegas que vinieron a vernos me escribieron para decirme que les había flipado, gente que no está acostumbrada a escuchar este tipo de música. El pack Alcalá Norte + Marte Lasarte suena que te cagas y estamos dando un espectáculo de dos horas y pico que encaja muy bien, que se compenetra muy guay y que ya lo hemos vivido en un par de ocasiones y que por ende vamos a poder seguir ofreciéndolo. Me parece un pedazo de movimiento.

– (…).

– En general, me parece guay asociarte con bandas locales para hacer un bolo conjunto cuando sales de tu casa, como en nuestro caso es Madrid. Me parece que tiene más sentido aún hacer este movimiento interno de Balaunka para apoyarnos entre bandas.

– ¿Quizá es lo más bonito de la música?

– De hecho a Pello [vocalista de Marte Lasarte] lo conocí en una entrevista, nos conectaron a los dos por radio y ya desde ese momento me gustó la conexión con él y en general lo que transmitían. Son de sus primeros bolos y está saliendo muy bien. Los ratitos que tenemos nos dan muy buena onda.

– Hablando de inicios, Alcalá Norte comenzó con versiones de Alaska o The Cure. ¿Cuándo vieron el momento de empezar con su música?

– Las versiones eran para empezar a tocar algo juntos y que fuera divertido ir al local de ensayo, pero siempre tuvimos claro que queríamos tocar nuestra música. Lo que no se nos ocurría es cómo iba a suceder, quién iba a escribir las letras, que al final fue una responsabilidad que terminó cayendo en mí. Me hace gracia decirlo ahora porque la manera en la que fuimos haciendo los temas tuvo bastante de atropellado e improvisado.

– El ascenso también fue a gran velocidad, casi fulgurante, y con elogios de Rosalía o Mikel Erentxun. ¿Cómo se gestiona?

– Teníamos la sensación de que estábamos estancados como banda, dábamos conciertos y éramos conscientes de la suerte de ir a una sala de tamaño pequeño en Madrid y saber que se iba a llenar de colegas y de algún friki que se sabía las canciones, pero dentro de nosotros sentíamos como que se apagaba una llama. Hasta que decidimos grabar el disco y asociarnos con el que es ahora nuestro mánager, José, y con Balaunka, que son amigos de él de hace décadas. Grabamos material de calidad infinitamente superior a cualquier maqueta anterior y sobre todo le dimos ese mimo de acudir al mercado como un grupo de gente seria que tenía algo profesional. Y sí, no nos cansamos de mandarle nuestro cariño a Mikel Erentxun, porque lo conocimos también este verano y nos transmitió muy buenas sensaciones.

– También han probado la cara B, con alguna polémica o encontronazo en redes. ¿Prueba que son mainstream?

– Tenemos la suerte de tener un guerrero de las profundidades del internet en nuestras filas, el bajista, que es el que se encarga de Twitter. Está comiéndose casi todo eso él solo y a nosotros apenas nos llega algún eco. Tiene claro que conoce internet bien y sus códigos, y que parte de su trabajo es buscar el 'hate'. Por cada comentario hiriente hay 20 que son más bonitos y, si eres capaz de abstraerte, te das cuenta de que muchas veces los comentarios hirientes no dejan de ser una bromita de una persona que tiene un gasto de ingenio y te usa a ti para sonar divertido, pero que si rascas un poco a esa persona seguramente le des igual y sencillamente estaba haciendo un chiste. Luego cuando vemos gente realmente encendida porque nos considera indignos de formar parte de un cartel o de una lista de éxitos donde aparecemos con gente que a su juicio sí es grande y no como nosotros, eso hace gracia. Sientes hasta que esa persona es algo ingenua y no sabe bien cómo funciona este mundo cuyo funcionamiento nosotros estamos descubriendo.

– Se les ha etiquetado de rock, indie, punk… ¿Cómo se definen?

– Son un buen vehículo transmisor de nuestra música y nos ayudan a llegar a quienes se sienten identificados. Indie me mola por nuestras formas, por nuestra asociación con Balaunka y José, porque somos un equipo que trabaja sin grandes aliados y nos toca ganarnos la península; post-punk es la etiqueta que nosotros nos dimos cuando empezamos, así que sería absurdo renunciar ahora; rock es más amplia, pero claro que hacemos rock.

– Para quien no les conozca, ¿qué es la vida cañón?

– Honestamente es una chorrada. Escogimos ese lema porque nos hizo gracia el sintagma, el desparpajo de un hombre de clase baja que en 1935 en la revista Mundo Gráfico cifraba el lujo en tres o cuatro bienes, una prenda de ropa, un electrodoméstico y entradas para los toros y el teatro. Nos parecen fáciles de conseguir, pero es como si yo cifrara la vida en cañón en comprarme una casa increíble. Lo hemos llevado más por esa primera impresión que nos dio, que te puedes hacer fuerte en tres o cuatro placeres pequeños.

– ¿Habría que actualizar el 'yo soy Georgina, temporada 2' ahora que ha salido la tercera?

– En algunos conciertos me lo han pedido, pero es que suena mal, no encaja. Nos quedamos con temporada 2. Cuando descubrí Carolina Durante vi que había adaptado su 'no votan al PP, votan a Ciudadanos' y pasaron a decir 'votan a Vox, antes a Ciudadanos'.

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