«The Clash fue la razón por la que quise tocar en un grupo»

Ahora lo hace en su nuevo proyecto, The Byrons, que compagina con su actividad política como edil en el consistorio donostiarra tras recuperarse de un ictus sufrido hace casi un año. «Me mantengo como concejal pero sin delegaciones, es como pasar de la primera línea a la segunda. Tenía una tarta muy grande que exigía estar con mentalidad de batalla para soportar la presión y ahora necesito estar un paso por detrás. Como el batería: si lo hace bien no llama demasiado la atención, pero como se equivoque se desmorona todo».

Pero vayamos al principio. Porque si hubo algo definitivo que acabara inclinando a Viles a dedicarse a la música ese fue el disco de su vida. «'London Calling', de The Clash –reconoce–, y más que ser la razón por la que quise ser músico, fue la razón por la quise tocar en un grupo. Que es distinto». Porque cuando compró el vinilo en Discos Ugarte, aún no tocaba ningún instrumento y tan solo había cursado un año de solfeo que había abandonado.

«Para mí este fue un disco iniciático». Porque es en ese momento en que abandonas la infancia y empiezas a «construir tu mundo», que la música que escuchas «nunca va a ser igual a nada de lo que escuches después. Incluso aunque pueda ser mejor, no se te queda grabado igual».

Los Clash no eran contemporáneos de Viles pero aún así conseguían impregnar esa rebeldía y actitud «con la que te podías identificar». Eso sí, sin que eso implicara destrozar los instrumentos sobre el escenario. «Paul Simonon ha dicho más de una vez que nunca había roto un bajo en el escenario, que la primera y única vez fue la que sale en la fotografía de la portada. Y reconozco que gran culpa de que lo comprara la tuvo esa portada, porque en aquel momento las portadas vendían».

El tercer disco de los 'punks' británicos, es mucho más que punk rock. «Tiene de todo: rock, ska, incluso hasta rockabilly... también los sonidos jamaicanos que estaban llegando al Londres de los 80. Cruzaron fronteras». Y además de destacar el nivel creativo y de forma «fabuloso» de la banda, para el que con seguridad fuera su disco más exitoso, Viles se queda con los miembros que lo grabaron. «Es la formación estelar, con Topper Headon en la batería, para mí es la alineación de la Champions League de los Clash. Más que las canciones, era la fuerza del grupo».

Un álbum largo, doble LP, con diecinueve temas: dieciocho, según el 'set list' que aparece en la contraportada. «Porque 'Train in Vain' suena en el disco, pero no está en los créditos, al menos en los de las primeras ediciones». Entre todas ellas, el donostiarra elige 'Jimmy Jazz' y 'Brand New Cadillac', «con su punto sucio no tan clásico que me recuerda a lo que fue el punkabilly».

A partir del siguiente disco se fue desenganchando de la banda británica, pues «ya no hubo nada que pudiera igualar al que había sido tu disco iniciático. Fue como cuando pones la mano en cemento fresco, que se quedó para toda la vida».