Sentimiento romántico
Balance Quincena Musical ·
Esta ha sido, probablemente, la Quincena del gran piano. Y se puede hacer esta afirmación porque la reunión de intérpretes de este instrumento ha sido ... tan variada como reveladora. Empezó con la pirotecnia y el exhibicionismo técnico de Yuja Wang, continuó con el culto al sonido y al detalle de un Sokolov en trance y pasó al misticismo de Stephen Hough con un Mompou íntimo en San Telmo. Degustamos la sensatez y serenidad de Elisabeth Leonskaja, el culto al tiempo y al silencio de Mitsuko Uchida y ayer pudimos disfrutar con Dejan Lazic junto a la Orquesta del Festival de Budapest.
Ha sido la Quincena del piano, pero también la del romanticismo, con una reunión importante de obras de este estilo, pero sobre todo porque ha generado un cierto sentimiento romántico en todos nosotros. La celebración del festival, con su adaptación en tiempos de pandemia pero sin perder su esencia, nos ha emocionado. Por eso, y aunque pueda haber quien haya echado de menos alguna otra orquesta internacional, los dos cálidos conciertos de la Filarmónica de Luxemburgo y el de la de Budapest anoche han permitido recuperar el sinfonismo europeo en el Kursaal. Y lo han hecho junto a otros tres conjuntos muy solventes: la Sinfónica de Galicia, la Euskadiko Orkestra y la Nacional de España. Además, hemos recuperado la música sinfónico-coral que tanto echábamos de menos y hemos recibido a tres estrellas internacionales del violín: Anne Sophie Mutter, Leonidas Kavakos y Julian Rachlin. ¡Como para no emocionarse!
Por último, y sin olvidar el extraordinario encuentro con el Trío Zukan en contemporánea, los conciertos de música antigua y de cámara del Museo San Telmo, mágico, inspirador y de magnífica acústica, han mantenido un notable nivel. Entre los de música antigua, destacó el de Forma Antiqua dentro de un ciclo algo más comedido en referentes que en otras ediciones. La uniformidad en la calidad marcó el de cámara, con conciertos tan destacados como los de Jesús Reina y Judith Jáuregui, Carmen Artaza y Frederic Jost o el de la viola Isabel Villanueva, todos con presencia de obras románticas, pero sobre todo, con ese poder de erizarnos la piel, de generar un sentimiento que hemos podido revivir gracias a una recuperada Quincena.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión