Ocho jóvenes en busca de su sueño

«Poder vivir de nuestro 'hobbie' sería un auténtico sueño». Los hermanos Álvaro y Telmo Rivilla, que juntos forman el grupo Biggo, lo tienen claro. Su «pasión por la música» les ha llevado, al igual que a otros siete jóvenes, a pinchar en las terrazas del Kursaal durante la Semana Grande donostiarra. Para Biggo, la música es algo «esencial» que les ha acompañado toda la vida, y con la sesión del próximo 11 de agosto serán tres las ediciones en las que el sonido de los hermanos Rivilla se escuche en la Muestra Aste Nagusia de Jóvenes DJs. En total, son ocho los jóvenes aficionados a la música electrónica que mostrarán su talento cada noche de manera individual en las terrazas del Kursaal a partir de las 23.30 horas.

La Muestra Aste Nagusia de Jóvenes DJs, que este año celebra su tercera edición, es una iniciativa que Donostiako Festak prepara con la intención de impulsar la visibilización de la producción musical de jóvenes DJs de San Sebastián. Los ocho seleccionados son: Javi Bujeda, D. Chorez, Telmo Esnaola, Etherealz, Biggo, Peru Rubio, Medd Ryles y Vaske. A cada uno de ellos se le ha asignado una noche del 11 al 18 de agosto en la que dispondrá de 40 minutos para pinchar ante el público. Todo un «plus» que, según D. Chorez, les ayudará a seguir trabajando para desarrollar una carrera profesional. Además, los seleccionados recibirán 150 euros, un certificado de reconocimiento de participación, unos auriculares profesionales de la marca Senheisser, obsequio de Fnac, una tarjeta de la misma empresa, y un curso de formación impartido por Charles Ramírez en el Centro Joven Kontadores.

«Cuando algo te apasiona, aunque las posibilidades sean muy pequeñas, hay que arriesgarse y pelear por ello», explica Peru Rubio acerca del futuro. El mundo de la noche, los bajos salarios, el desgaste físico y mental y la irregularidad de esta profesión son varios de los obstáculos a los que solo los más afortunados tendrán que hacer frente. «Existen dificultades para desarrollar esta actividad de manera profesional, pero la constancia y el sacrificio juegan un papel fundamental», recalca Javi Bujeda. Los jóvenes seleccionados saben que la clave para una carrera cargada de éxito reside en la combinación de actitud, trabajo y sobre todo pasión, palabra en la que coinciden al contestar qué es la música para ellos.

Uno de los principales protagonistas de este futuro cada vez más presente para ellos es la tecnología. El ser humano desarrolla consigo una evolución constante que no conoce límites, y que ha alcanzado un amplio abanico de sectores, desde la industria, el comercio o el ocio, hasta el mundo de la música. Según Biggo, «la tecnología ha simplificado la labor del DJ, exigiéndole ser más creativo y completo». Los hermanos Rivilla creen que el DJ del futuro «debe conocer más ámbitos, como el marketing, la publicidad o la edición de vídeos». Los avances que esta evolución ha traído consigo son evidentes, y D. Chorez explica que han afectado de manera «muy positiva» al sector musical. «La tecnología permite moldear la música de una forma más intuitiva y novedosa», apunta.

Pero además de la producción musical, la distribución también ha sufrido los efectos del desarrollo tecnológico. «El ser humano ha sido capaz de crear conexiones entre todos los lugares del mundo, consiguiendo así un aumento del rango para acceder y distribuir contenidos», explican los integrantes del grupo Vaske. Pero hay algo que las máquinas no podrán alcanzar. Para Peru Rubio, «la creatividad, la capacidad de improvisación y el oído musical es algo que la tecnología nunca podrá sustituir».

Durante la Semana Grande Donostiarra, las terrazas del Kursaal acogerán la creatividad de ocho jóvenes que pincharán sus sesiones de música electrónica cargadas de varios géneros musicales, como el EDM, deep house, trap o electro house, entre otros.

La primera de las sesiones, la del día 11, vendrá de la mano de Biggo. Los hermanos donostiarras Álvaro y Telmo Rivilla, de 21 y 19 años, actualmente se dedican a estudiar. Álvaro cursa un Máster en Marketing, y Telmo estudia la carrera de Filosofía. Ambos son unos apasionados de la música, y revelan cómo nació su interés. «A Álvaro le regalaron una controladora Hércules, pero se cansó de las limitadas funciones que ofrecía», explica Telmo. «Unos años más tarde, la encontré, llena de polvo, y desde entonces despertó en mi esa afición por la música, que hoy seguimos cultivando. Lo que empezó como un juguete ahora es la dedicación que ocupa la mayoría de nuestro tiempo», explican los hermanos. Con este, ya son tres los años que las terrazas del Kursaal escucharán el sonido de Biggo. Agradecen la oportunidad que esta muestra les brinda para poder compartir la música que les gusta en «nuestra ciudad, con nuestra gente».

El joven DJ de 20 años Peru Rubio será el segundo seleccionado en subirse al escenario (12 de agosto). Actualmente trabaja en un estudio de producción musical y reconoce que «es muy gratificante ver que gusta tanto algo a lo que le has dedicado mucho trabajo». Respecto a la noche en la que pinchará, espera que la resaca sea un «subidón de adrenalina». «Lo haré lo mejor que pueda», asegura.

La tercera de las sesiones (13 de agosto) vendrá de la mano de Telmo Esnaola. Con tan solo 18 años, este aficionado a la música electrónica combina su pasión con los estudios de Ingeniería Informática, y asegura que intentará leer la pista de baile para conectar con el público donostiarra. «El mejor momento viene cuando consigues poner la canción adecuada en el momento adecuado», explica el joven DJ.

«Quiero vivir de la mano de la música», asegura D. Chorez. Este joven tiene 21 años y lleva tres formándose como productor musical. Se le ha asignado la noche del día 14 y confiesa que se ha criado en una familia con una cultura musical «muy rica», lo que despertó en él la ambición por dedicar todo su tiempo en formarse como DJ. «Se crean muchas emociones diferentes y quiero seguir experimentándolas toda la vida», afirma.

El quinto de los jóvenes que pinchará en las terrazas del Kursaal es Medd Ryles (15 de agosto). Apasionado por la producción de nuevos temas, para Medd Ryles la actitud es casi tan importante como el talento: «Puedes tener la mejor música, pero si no haces bailar al público, debes cambiar el rumbo», explica. A sus 19 años, compagina sus estudios de Administración y Dirección de Empresas con la producción de música electrónica.

La noche del 16 de agosto la protagonizará Etherealz. Bajo este pseudónimo se encuentra Iker Rey (1998). Este joven técnico de sonido se sintió atraído por la música electrónica hace dos años, y asegura estar muy orgulloso de la oportunidad que se le ha otorgado. «Es un impulso para continuar alegrando a la gente con tu música», apunta.

El penúltimo concierto lo ofrecerá el grupo Vaske, formado por Yannick Briones y Gorka Olloquiegui (17 de agosto). Esta pareja de DJs asegura que «este año es importante», porque pronto verán la luz varios de sus proyectos en los que colaboran con DJs internacionales. «Paso a paso estamos cada vez más cerca de nuestro sueño», revelan.

Finalmente, el 18 de agosto las terrazas del Kursaal ofrecerán la última sesión de la muestra, protagonizada por Javi Bujeda (1998). El beasaindarra desarrolla su formación como ingeniero civil, pero asegura que le encantaría desviar su trayectoria profesional hacia el mundo de la música. «Creo en mí, en el sacrificio y la constancia», sentencia.

Donostiako Festak ha preparado «con gran ilusión» la edición de este año debido al incremento de solicitudes que ha habido, según informa la propia web. Son un total de 14 las personas que han aspirado al certamen, y la prueba consistía en grabar y subir a YouTube o Vimeo una sesión de vídeo de máximo 30 minutos de duración. Los ocho jóvenes han sido seleccionados por representantes de Gaztea, los40 y MegaStarFm, entre otros profesionales de la música. Desde la organización se espera que los resultados sean «tan positivos» como los de la pasada edición.