«Los nuevos estilos urbanos están llevando a los chavales hacia la música negra»

Tienen explicación para ambas cosas: «Con el coproductor de nuestro disco, Unai Moraza, solemos comentar que estamos viviendo un cambio en las músicas en España, y la entrada de todos estos estilos urbanos, muy influido por la música negra estadounidense, no solo el trap, también el pop mezclado con R&B, hace que la música negra empiece a revolotear en la cabeza de la gente joven», apunta el guitarrista Sergio. «Y el público del blues es muy fiel, y muy interesado en lo que haces, nos venían a comentar cosas después del concierto», añade Noa.

Así que la apuesta por el blues clásico norteamericano que Noa & the Hell Drinkers hizo en su primer disco, y que refuerzan ahora por el lado del blues-rock, cobra nueva actualidad.

Si en el primer disco los excomponentes de Sky Beats y Casual Blues (entre otras bandas) optaron por lecturas de temas clásicos para potenciar la gran versatilidad y alma de la voz de Noa (capaz de combinar la emoción de Billie Holiday con el desgarro de Janis Joplin), en 'Craft Blues' está totalmente afianzado y cohesionado el grupo, así que era momento de crear sus propias canciones. «No fue una decisión, salió de forma natural, queríamos probarnos como compositores. Los temas son de todos, cada uno aporta ideas, no solo respecto a su instrumento, y vamos construyendo las canciones poco a poco», revela Noa. «Aunque yo sea el guitarrista», añade Sergio, «todos los demás tocan también la guitarra, y pueden aportar un acorde o un arreglo».

En este álbum, escorado hacia un sonido más potente, más rock, «la banda ha ido hacia su entorno natural», apunta el bajista Manu. «A medida que hemos ido tocando en directo, la banda se iba cargando de una energía que es inevitable que acabe apareciendo». Ha sido el propio público el que les ha empujado en esa dirección, «quizás porque ahí podemos aportar algo más personal que el blues más tradicional que ya hace mucha gente», añade Sergio.

Cantan en inglés porque «el género lo pide, igual que la bossa casa con el portugués» y porque «Noa domina el inglés absolutamente, su oficio es lingüista», señala Gus, así que no hay nada de impostura: «Si me pongo a escribir letras me salen en inglés de forma natural», confiesa Noa, autora de la mayoría de las letras. Solo han incluido una versión esta vez, 'Woodoo Woman', de Koko Taylor, pero suena en total consonancia con sus propios temas.

«Me gusta que las letras tengan un doble sentido para que cada uno las interprete como quiera», explica Noa. 'Jazz Cat', una fantasía de aroma rockabilly, es sobre «un gato que entra en un garito de jazz, habla al público y monta una juerga». Hay otras que hablan de «desmelenarse y pasárselo bien», pero también hay una balada desgarradora, 'Devil's Lullaby' sobre «alguien que le ha hecho mucho daño a una persona» y añaden 'Worried Mama's Blues', sobre «una madre preocupada por su hijo, que está convencido de que va a ser salvado por el blues».

Jugar con el calypso

También hacen una deriva latina, entre el calypso y el cha-cha-cha, en 'Solo': «Jugamos con percusiones en el estudio y ha quedado un ritmo muy bonito», cuenta el batería Gus. «Nos gusta salirnos de los doce compases del blues, y siempre se han mezclado los sonidos cubanos, por ejemplo, con el blues. Noa es amiga de muchas músicas antiguas y encontró enseguida la melodía adecuada». El disco cuenta con colaboradores como Paul San Martín que «toca en tres temas y a cada uno le da un matiz diferente, con el Hammond, el Fender Rhodes y el piano de cola» y Jon Aira, a quien está dedicada 'My Friend Johnny'.

El concierto que ofrecen este viernes en el Kutxa Kultur Kluba combinará temas de los dos discos, alguna versión que nunca han grabado, y otras sorpresas. El CD ya está disponible y se puede pedir a través de su facebook y se podrá comprar en el concierto, pero esperarán un poco antes de colocarlo en plataformas: se aplican a las nuevas tendencias de distribución de música, «hay que ir dosificando las canciones en redes para mantener el interés». En marzo volverán a Madrid, con dos fechas en La Coquette, y a Burlada, para tocar en la casa de cultura.