Nace la Generación Jayhawk

Poco fuego de artificio, basta con un combo clásico. Y Gary Louris sabe bien que, en ocasiones, no es necesario más que un solo estridente para abrir un concierto. Y eso que tenían por delante hectáreas de jardín que llenar. «Es la primera canción que tocamos delante de gente en más de un año. Pero tranquilos, vamos a tocar una segunda».

Y la segunda fue 'Trouble', ese reconocible punteo con pedal flanger del primer álbum sin Mark Olson. Y a esta siguieron 'This Forgotten Town' –tema que abre su reciente trabajo XOXO–, 'Quiet Corners & Empty Spaces' y 'The Man Who Loved Life'. Con esto era ya suficiente para darse cuenta de que estos Jayhawks no son cuatro músicos que tocan juntos, son un grupo de música.

Todos con un micrófono delante y, por tanto, todos con voz y voto. Ya sea para ampararse en los innumerables coros, para contar chascarrillos o para detenerse a comentar la belleza de aquel lugar. Una democracia musical que se tradujo a la perfección en la balada 'Tampa to Tulsa'. Louris y Grotberg, mano a mano, guitarra y piano, y unos intervalos precisos entre ambas voces. Y ya de paso, Karen Grotberg volvió a lucirse luego en 'Across My Field', composición expresa de la teclista para el nuevo disco.

Ni siquiera la desafortunada desconexión de la mesa de sonido les quitó la sonrisa durante 'Smile'. Ellos estaban a lo suyo y el público lo aplaudió. Aplaudieron adultos y txikis y nació la Generación Jayhawk.