Director del Certamen Coral de Tolosa
Luis Miguel Espinosa: «El futuro de la competición de coros depende cada vez más de las dificultades económicas»Tras casi 40 años al frente del certamen que arranca este jueves en Tolosa, Espinosa se despide «con emoción y orgullo» del concurso «tan maravilloso»
Cuando mira hacia atrás, dice sentir «orgullo» y «emoción» por haber tenido la oportunidad de dirigir un concurso coral «tan maravilloso» como el de Tolosa. ... Tras 39 años al frente de la organización, su director, Luis Miguel Espinosa, afronta la despedida en la 56 edición que comienza hoy jueves en el Leidor, a las 19.00 horas. Espinosa muestra su convencimiento de que la competición de este 2025 será «tan buena como la de los últimos años», pero advierte, una vez más, que «las dificultades económicas pueden alterar el futuro de la competición».
– Le llega la hora de la jubilación. ¿Cómo afronta su última edición? ¿Cómo ve la evolución del certamen y su futuro?
– Llevo vinculado al certamen más de cincuenta años, de ellos casi cuarenta como director. Ha sido un verdadero placer. El futuro queda en muy buenas manos. Xabier Ormazabal lleva muchos años compartiendo conmigo la labor de dirección, y sé de su capacidad, de su habilidad y de su afabilidad. No tengo dudas de ello, pero el futuro del certamen no depende tanto de las personas que estamos en la organización.
– ¿Por qué dice esto?
– Al final, estamos todos pendientes de situaciones y decisiones que se nos escapan. Los equilibrios que tenemos que hacer cada año para cuadrar nuestra ambición con los recursos económicos, son cada vez más complicados. El futuro dependerá más de esto, que de quién vaya a ser mi sucesor; alguien que, por otro lado, me ofrece todas las garantías.
– Usted es licenciado en Historia. ¿Por qué le enganchó tanto la música coral?
– La música me emociona desde niño. Alguna me llega más, otra menos. Me resulta imposible racionalizar el porqué. En realidad, yo estoy abierto a todo tipo de música, no sólo a la coral o a la clásica. El hecho de que en un momento dado me centrara en la música coral está seguramente ligado al propio certamen y a mi desempeño en él. Fueron importantes también las experiencias musicales y humanas que disfruté en el coro Hodeiertz, bajo la dirección del maestro Azurza. La música está ahí y te atrapa, eso es todo.
«Todavía Europa tiene un mayor conocimiento de los distintos estilos y épocas, pero el crecimiento coral de Asia es espectacular»
«Descubrí el certamen siendo un niño, ha sido parte vital de mi vida, la música me emociona y me atrapa»
– ¿Recuerda cómo fueron aquellos primeros años?
– Solía asistir a algunas sesiones a través de unos abonos que desde la organización del CIT se regalaban a los colegios. Sería por 1969, así que el certamen llamó mi atención desde sus inicios, pero fue después, con 15 años, cuando algunos amigos entramos en la comisión de escenario, organizando la salida y entrada de los coros. Poco a poco fui desarrollando más actividades: responsable de acompañantes, de alojamientos, hasta llegar a la dirección. Me sorprende que confiasen tanto en mí, no tenía aún 20 años.
–Un año más, los coros de Estonia y Letonia son favoritos…
– Son, desde luego, buenos coros; sabemos que es una tradición coral puntera en Europa, como así lo atestiguan los numerosos premios que obtienen, año tras año, las agrupaciones bálticas, pero este año el certamen es muy homogéneo. No tengo nada claro el veredicto final. Hay muchas otras opciones. ¡Qué mejor perspectiva!
– El coro austríaco puede ser una de las novedades, ¿qué podemos esperar de él?
– Participó hace unos años en el Certamen de Arezzo y tuvo una actuación muy destacada. Todos sabemos de la gran tradición musical de Austria, y también la coral es importante, pero resulta muy difícil animar a sus coros a participar en concursos. En Tolosa, la coral de Innsbruck interpretará una serie de melodías tirolesas y alpinas, que imagino serán muy del gusto de todo el público. En general, las propuestas de los distintos coros es muy variada, pero el nivel de todos ellos es muy homogéneo.
– En los últimos años han venido muy buenos coros asiáticos y usted ha solido comentar que el presente más destacado de la coralidad ahora mismo está en Asia. ¿Es así realmente?
– No cabe duda de que el crecimiento coral en Asia es espectacular. Es cierto que todavía Europa tiene, en general, un mayor conocimiento de los distintos estilos y épocas, pero la formación vocal de los cantores asiáticos y su disciplina coral, tan y tan importante para que todo suene balanceado, afinado, empastado…, son de una minuciosidad sorprendente. Los dos coros japoneses que participan este año son excelentes.
«No podemos esperar que un país tan pequeño tenga cada año un representante, pero hay muchos de alto nivel»
– ¿Es ahora más o menos fácil organizar el certamen que hace unos años? ¿Cuál ha sido el principal cambio organizativo?
– Hoy en día, las posibilidades de comunicación son infinitamente mayores. Al principio, por ejemplo, comunicarte con los países del otro lado del muro era casi imposible. Con mucha suerte se podía hablar telefónicamente con Moscú un día de cada tres, pero hacerlo con Kiev u otra ciudad de la entonces Unión Soviética era un sueño. Además, era una pelea continua con sus autoridades, porque tú querías traer un coro concreto y ellos querían imponerte otro por el que no tenías ningún interés. Pero también las diferencias horarias con países de Asia, América u Oceanía complicaban la comunicación. Hoy mandas un mail cuando a ti te viene bien y otro lo lee cuando a él le interesa, pero es, al mismo tiempo, una comunicación casi inmediata.
– ¿Pero no había más contacto humano?
– Sí, creo que sí. La gente tenía mucho mayor interés en comunicarse, en viajar, en presentar su trabajo en el resto del mundo. Todo el mundo te respondía, intentaba comunicarse contigo, la relación era muy profesional, pero fundamentalmente humana. De un tiempo a esta parte la comunicación es cada vez más distante, responde sólo a intereses de carácter profesional y hay mucha menor implicación personal.
– ¿Es verdad que el certamen ha perdido implicación de los voluntarios juveniles debido a las exigencias cada vez más profesionales de la organización?
– Siento que los jóvenes de hoy están mucho más exigidos en sus estudios, en su capacitación... Además, es una población proporcionalmente mucho más reducida que la nuestra. Las posibilidades, hoy, son infinitamente mayores que las que teníamos nosotros. Pero estoy seguro de que son, al menos, tan generosos como los de nuestra generación. Pienso que el desarrollo del certamen exige hoy más dedicación y más tiempo, pero la responsabilidad yo creo que es más o menos parecida.
– Sobre la posibilidad de introducir novedades en el certamen, algún gancho atractivo que rompa el mismo esquema inalterable del concurso, me dijo en su día que éste es un certamen de música 'pura y dura', que no hay opciones de inventarse nada nuevo. ¿Lo sigue manteniendo?
– Sí, aunque es cierto que en el mundo coral son cada vez más las propuestas escenográficas, tanto en dimensión como en calidad. Pero un concurso coral pone más el acento en el rigor musical y vocal, así que los coros prefieren dejar estas propuestas más para sus conciertos. Lo vimos, por ejemplo, el año pasado con el coro infantil de Corea del Sur, que hizo en concurso un programa muy 'europeo', y que sin embargo en el concierto que ofreció al público en la iglesia San Francisco nos deleitó con unas propuestas escénicas verdaderamente maravillosas.
– ¿Le preocupa la ausencia de coros vascos este año?
– A mí lo que verdaderamente me preocuparía es que no hubiese coros vascos de suficiente nivel como para poder participar en un concurso del nivel de Tolosa. Los hay, y ahí están presentándose por el mundo. Lo que no podemos esperar es que una población pequeña como la nuestra tenga cada año un coro con capacidad de competir y ganar. Recordemos que en las últimas ediciones han participado, resultando ganadores, Suhar Korua o Euskal Herriko Gazte Abesbatza, y en estos mismos años, Landarbaso Abesbatza por ejemplo, ganó el Gran Premio Coral de Asia.
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