Exigente y denso

El concierto, extenso y muy exigente, sirvió para acercar obras inhabituales y especialmente, para constatar la capacidad que deben tener todos y cada uno de los músicos que forman un conjunto sinfónico de brillar como solistas, en reducidos grupos de cámara, de destacar en cualquier gama dinámica o de empastar con todos sus compañeros cuando es necesario. Y la Euskadiko Orkestra pudo con todo ello, demostrando su magnífico nivel, especialmente en las dos partituras que interpretaba por primera vez, el 'Concierto para orquesta' de Zhou Tian –todo un descubrimiento– y la 'Sinfonía nº 2' de Bernstein.

La obra más conocida de todas, las 'Danzas sinfónicas' de 'West side story', fue la que menos convenció con una orquesta aparentemente cansada y una batuta un tanto rígida. Sin embargo, la agrupación y el director dieron todo en las otras dos, en un Zhou Tian tan fácil de escuchar como difícil de interpretar por su exuberancia y sus contrastes en texturas o dinámicas y en el soberbio Bernstein, expresivo y con una pianista de lujo.