Diego Vasallo: «Estoy grabando un disco más eléctrico y ecléctico»

- ¿Qué balance hace de esta gira? ¿Cuántos conciertos han ofrecido?

- Cerca de treinta en algo más de dos años. Puede parecer que no son muchos, pero no tengo pretensiones de hacer giras intensivas y creo que es una cifra adecuada para mi propuesta. Hemos tocado más que con otros discos y el balance es muy bueno.

- ¿Qué ha supuesto este álbum en su carrera en solitario?

- Llevaba bastantes años sin hacer una serie de conciertos de manera continuada, así que ha sido como una puesta a punto con la banda sonando muy bien y actuaciones para recordar como las dos anteriores en Donostia o la de la sala Rocksound de Barcelona.

- ¿Qué siente al cerrar un ciclo así?

- Lo vivo con cierto alivio por 'quitarme' un proyecto de encima y también con ganas e ilusión de afrontar nuevas canciones y nuevos sonidos. Precisamente, estamos inmersos ya en el proceso de grabación del siguiente disco y es un momento muy interesante, lleno de incertidumbres pero también de alicientes excitantes.

- ¿Sonarán las composiciones nuevas en Lugaritz?

- No, porque aún no están terminadas. Nos atendremos al repertorio que teníamos pero con un sonido distinto. En dos años y pico la banda ha evolucionado y suena diferente a como sonaba en otoño de 2016. Además, hemos pasado de ser cinco a cuatro, con lo que el sonido es más crudo, afilado y, tal vez, intenso. Para mí ha sido una experiencia creativa ver cómo el grupo cambiaba pese a llevar los mismos músicos.

- ¿Está grabando de nuevo en el estudio de Fernando Macaya en Santander?

- Sí, hace tres semanas hicimos varias sesiones en el Estudio Moon River y yo diría que está grabado el 80% del disco. Buena parte de los temas están hechos en directo y ahora estamos experimentando un poco en un proceso más libre y más lento. Allí estamos muy a gusto y contamos con la ventaja de tener todo el tiempo del mundo. La base rítmica está compuesta por Karlos Aranzegi y Jacob Reguilón a la batería y el contrabajo, respectivamente; Fernando Macaya toca las guitarras, la mandolina y el pedal steel, y Pablo Fernández, los pianos, el órgano y el ukelele, entre otras cosas.

- ¿Qué onda lleva el nuevo material?

- Tampoco es que vaya a ver un salto al vacío, no habrá un cambio muy radical, pero sí será un disco más variado que el anterior, con más diferencias entre unas canciones y otras: desde temas bastante guitarreros en la tradición americana hasta baladas más preciosistas, pasando por alguna pieza más experimental. De algún modo, en el magma sonoro han aparecido, casi sin buscarlos, bastante blues e incluso un poco de soul. Pienso que tiende a ser un disco un poco menos acústico, quizá más eléctrico y ecléctico... Se han ido añadiendo elementos al sonido y hemos estado más abiertos a influencias diferentes y a que surgieran cosas imprevistas en el estudio.

- ¿Habrá cambios en su voz?

- La intento utilizar como un instrumento más y me dejo llevar un poco por lo que salga en el momento. Cuando me pongo a cantar, mi voz tiende a romperse, ya es algo inconsciente que ocurre por mi propio timbre y forma de cantar. Pero aunque aún es pronto para hacer un análisis, diría que en las nuevas canciones quizá hay más registros de voz y algunos tonos que no son tan graves.

- ¿Tiene título el álbum? ¿Cuándo se editará?

- Aún no tiene título ni fecha de lanzamiento, saldrá a finales de este año o a principios de 2020. Debo decir que a partir de ahora me lanzo de lleno a la autoedición y a la autogestión, y lo publicaré en Galerna, un sello que creé hace 20 años para unas tiradas limitadas de Amor a Traición (Rafael Berrio) y Sanchís y Jocano. Desde entonces lo he tenido parado pero ahora lo recuperaré para sacar mi disco. La autoedición es una experiencia totalmente nueva: implica más trabajo pero conlleva tener el control absoluto sobre todos los aspectos de tu proyecto. Eso me está atrayendo bastante. A ver cómo resulta.

- A finales de 2017 me comentó que tenía intención de publicar un disco en directo...

- Así es, pero va a quedar en una rareza que sólo saldrá en México como edición especial en vinilo.

- ¿Cómo así?

- Aquí no encontré a ningún sello interesado y una discográfica pequeñita de allí accedió a hacer una tirada muy limitada. Supongo que aquí llegará alguna copia de importación.

- Sorprende que alguien de su estatus artístico tenga que publicar al otro lado del Océano...

- Bueno, hay que decir que es un proyecto un tanto especial. El disco es una grabación en directo y sin público en el estudio de Fernando Macaya. Incluye los temas de 'Baladas para un autorretrato' registrados a finales de 2018 y es una muestra fiel de cómo sonábamos entonces.

- ¿Hay movimientos para una nueva reunión de Duncan Dhu?

- No, ahora mismo Duncan Dhu está muy dormido y, sinceramente, cada vez veo más difícil que vaya a haber más actividad... Mikel y yo estamos absolutamente inmersos en nuestros proyectos, él saca disco ahora y yo, unos meses más tarde. En este instante lo que más nos motiva y nos llena es defender nuestros respectivos proyectos.

- Suele vérsele a usted en bastantes conciertos de músicos de la ciudad: Rafael Berrio, Elena Setién... ¿Cómo ve la escena local?

- Sinceramente, no conozco demasiado y no estoy demasiado puesto ahora mismo. Pero aparte de Rafael Berrio, a quien conozco y admiro desde hace tiempo, Elena Setién sí me gusta, y hace poco también vi un grupo que me sorprendió muy gratamente: Ghost Number & His Typsy Gypsies. Creo que hay un buen ambiente musical en la ciudad y una excelente oferta de conciertos. Lo que no sé es si hay público para tanta programación.

- ¿Y echa en falta algo?

- No sé, a lo mejor faltaría algún otro escenario con butacas que tenga menor aforo que el Victoria Eugenia y el Auditorio Kursaal. Por ejemplo, el Teatro Principal (570 espectadores) me parece un lugar fantástico y que no está demasiado aprovechado musicalmente. Sería una buena idea que lo revitalizaran.