El violinista Julian Rachlin, ayer en el Kursaal, con la EGO y bajo la dirección de Gustavo Gimeno. SARA SANTOS

Deseos cumplidos

EGO con Julian Rachlin ·

María José Cano

San Sebastián

Lunes, 9 de agosto 2021, 08:54

La de ayer fue una velada de deseos cumplidos. Lo fue, sin duda, para la Euskal Herriko Gazte Orkestra, que compartió escenario con dos grandísimos ... músicos, Julian Rachlin y Gustavo Gimeno, haciéndolo, además, en su estreno en la Quincena Musical. Pero también lo fue para los implicados en lograr que el concierto estuviera al nivel de un festival que acoge cada año a algunos de los mejores intérpretes del mundo, especialmente los responsables de la educación de los jóvenes que integran la orquesta. Por ello, y por el hecho de que los conciertos de la EGO gozan de un ambiente especial, tanto dentro como fuera del escenario, disfrutamos de una más que emotiva experiencia.

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Julian Rachlin, solista en el famoso 'Concierto para violín' de Mendelssohn, regaló una versión sin histrionismos ni amaneramientos. Las estrellas como él suelen tener esa parte impredecible que puede convertir la escucha de una obra en algo absolutamente novedoso, pero Rachlin optó por la sobriedad, subrayando el carácter más clásico. Desde el comienzo de la suave exposición del primer tema en el 'Allegro molto apassionato' inicial, el artista se preocupó por las líneas y la limpieza dentro de una gama de matices que nunca resultó contundente. Gimeno, siempre atento en el podio, consiguió un notable ensamblaje con la orquesta también en el 'Andante', más sentimental en la partitura que en la interpretación que recibimos, poco romántica. Solista, director y orquesta culminaron su lectura con el más virtuoso 'Allegretto non troppo- Allegro molto vivace', igualmente cómodo para el violinista. El Bach que regaló como propina fue una lección de limpieza, claridad y finura.

Si la EGO había podido asomar la cabeza en la obra de Mendelssohn, en Tchaikovsky tuvo la oportunidad de sacar toda su artillería, tanto a nivel técnico como expresivo. Y lo hizo con seguridad y convicción. Gimeno optó por una versión muy en la línea de lo que había mostrado el pasado lunes en la 'Quinta' de Beethoven, sinfonía, por cierto, que se suele comparar con la 'Cuarta' de Tchaikovsky por su afinidad temática. Con la idea del destino y una carga romántica plasmada en una partitura llena de motivos sobrecogedores, la de ayer fue una lectura expresiva y poco arriesgada, en la que el director fue a asegurar la precisión y el equilibrio sin asumir grandes riesgos pero sin ser nunca anodina. De principio a fin Gimeno, con un gesto clarísimo, estrujó los matices, ajustó las pausas y consiguió una lectura realmente destacable que contó, además, con toda la energía de la juventud.

EGO con Julian Rachlin

  • Intérpretes: Euskal Herriko Gazte Orkestra (EGO); Julian Rachlin, violín.

  • Director: Gustavo Gimeno.

  • Programa: 'Concierto para violín y orquesta, op. 64' de Mendelssohn y 'Sinfonía nº 4' de Tchaikovsky.

  • Fecha: 8-8-21.

  • Lugar: Auditorio Kursaal.

  • Asistencia: Lleno (900 personas).

  • Propina: 'Sarabande' de la 'Partita nº 2' de Bach por Rachlin.

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