Jokin Telleria: «Este tercer año es clave: determinará si el festival Dantz continúa o no»
El director de Dantz Festival confía en la respuesta del público en esta tercera edición
La tercera edición de Dantz, el encuentro internacional de música electrónica y contemporánea, vivirá su prólogo gratuito mañana. Será en la explanada de ... Sagüés, al lado de la Paloma de la Paz de Gros, donde entre las 19.00 y las 23.00 horas pincharán dos clásicos de la escena donostiarra, MKOL y Anartz. La propuesta está enmarcada dentro de los denominados Dantz Point, iniciativas puntuales que este año han tenido lugar por primera vez en diversas localidades guipuzcoanas durante el verano.
- ¿Es Dantz Point una manera de dar a conocer el festival?
- Bueno, yo lo veo como un proyecto paralelo. Sirve para promocionar el festival, sí, pero también para poner en valor distintos espacios del territorio a través de la música electrónica y de vanguardia. La idea es montar sesiones de disc-jockeys y directos en lugares emblemáticos que tienen valores relacionados con la arquitectura, la naturaleza, el patrimonio… Hemos hecho tres jornadas (Zarautz, Urgull y Tabakalera) que hemos anunciado, igual que la de Sagüés, con muy poco tiempo de antelación, para crear expectación y asegurarnos el buen tiempo.
- ¿Tienen otros espacios en mente? ¿Podría la idea extenderse más allá del verano?
- Sí, nos gustaría hacer un Dantz Point en Cementos Rezola, en Chillida Leku… y el calendario no está cerrado: podríamos organizar sesiones en otoño y también en lugares cerrados. Ya veremos.
- En lo referido al festival, comentaban en sus redes sociales que, a escasos días de la tercera edición, «sin duda va a ser la mejor». ¿En qué se basan para afirmarlo?
- En el equilibrio de la programación y en el ritmo de la venta de entradas, superior al de años anteriores. El viernes solía ser más flojito en cuanto a público pero este año hemos programado a uno de los cabezas de cartel, Óscar Mulero, y se nota. La gente está con ganas. El viernes ha quedado un programa más oscuro, con un toque techno e industrial, con Matías Aguayo, Esplendor Geométrico… Y el sábado será más bailongo y accesible, con artistas como Carista, que tiene una enorme amplitud de registros: lo mismo te pone soul que reggae o electrónica.
- Las actuaciones gratuitas del exterior de Tabakalera se han retrasado a las 17.00 horas para que las primeras funciones no estén tan desangeladas. Una consecuencia de ello es que habrá menos sesiones...
- No hay ningún problema en reconocer que este año tendremos a menos artistas porque hemos apostado por la eficiencia. Los dos primeros años fuimos a saco, pero la experiencia nos ha enseñado que igual hay que pensar las cosas mucho mejor en todos los sentidos: en lo artístico, en la comunicación, la producción … Por ejemplo, las actuaciones de la sala pequeña de Gazteszena también las hemos eliminado, pero más bien por el calorazo que hacía allí.
- Con respecto a las otras dos ediciones se han reducido los nombres internacionales en favor de los artistas locales y del Estado…
- Sí, es cierto, pero el artista más caro que hemos traído nunca es Óscar Mulero, que viene de Madrid. También tenemos a gente importantísima como el chileno Matías Aguayo o los madrileños Esplendor Geométrico, que el viernes compartirán espacio con los artistas locales, algo que el año pasado no nos salió bien. El sábado ocurrirá lo mismo con Aitor Etxebarria y Raykjavik606 & Inesfera, que son de aquí pero tienen una dimensión muy potente y actuarán en el Patio de Tabakalera antes de los británicos Overmono. No hemos funcionado con un ratio de artistas internacionales, pero también habrá DJs de Holanda como Max Abysmal y Carista junto a propuestas locales como Alvva o Sega Sound Killers.
- ¿Por qué no programan este año en la Sala Z, que albergaba las actuaciones más radicales y experimentales?
- Digamos que este año hemos querido cambiar lo más experimental y difícil por algo más bailable, aunque seguimos sin renunciar a programar propuestas más especiales. Por eso, nos hemos apoyado en el colectivo Distopía Mutante, que el sábado se encargará de la programación de Kutxa Kultur Kluba. Allí actuarán WLDV, Telephasycx, Actriq y Vacuum Exploration, que son proyectos enmarcados en el underground pero desde un enfoque bailable.
- ¿Ello entronca con la línea editorial de esta edición, inspirada por el lado más estético de la música electrónica?
- Eso es. En la idea ha sido clave la figura del grupo Esplendor Geométrico, a quienes hace un guiño el cartel de esta edición. Son una formación mítica surgida tras la escisión de Aviador Dro a primeros de los 80, y está integrada por Arturo Lanz y Saverio Evangelista: uno vive en Shangai y el otro, en Roma, así que no es fácil que coincidan. Volviendo al tema del editorial, nos hemos fijado más en lo que cierta música electrónica y contemporánea tiene de estética y en las sensaciones que genera: conceptos como repetición, introspección, abstracción, baile…
- Es una idea muy distinta a la de los dos años anteriores, centrados en la electrónica de la periferia y en cuestiones más políticas...
- Nos gusta ir cambiando porque la electrónica comprende las variantes más diversas y porque, si no, resultaría un poco aburrido. No sé qué haremos el año que viene, pero es divertido hacer apuestas diferentes como la de Overmono, que basan su directo en experiencias musicales inmersivas para dejarse llevar, o la de Aguayo, que también es muy hedonista.
- ¿Creen que este será el año de la consolidación de Dantz?
- Este tercer año es importantísimo: nos dirá si Dantz se queda o no. Este festival no es un proyecto fácil, requiere de mucho trabajo y dificultades, y resulta imposible mantener durante mucho tiempo la energía y la capacidad que tienes cuando un proyecto está en la fase de despegue. Este tercer paso había que darlo y hemos hecho una apuesta fuerte desde la experiencia de los dos primeros años. Sinceramente, creo que va a funcionar mejor que nunca, hemos echado el resto, incluido el nuevo proyecto de Dantz Point, pero hasta que no veamos cómo resulta esta edición del festival no lo sabremos. Para mí es el año clave.
- ¿Qué tiene que suceder para que este domingo, en plena resaca, usted diga: «Sí, habrá cuarta edición de Dantz?»
- Por un lado, debemos demostrar que todo lo relacionado con la organización y la producción sale bien porque puede parecer que es un festival fácil de hacer, pero no es así. Por otro, es necesario que el público responda y el tema económico -entradas, venta de bebida en las barras…- cuadre. Si ambas cosas funcionan, todo irá rodado.
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