Todo bajo control
Quincena Musical: Anne-Sophie Mutter ·
El violín de Anne-Sophie Mutter es camaleónico. Esa fue una de las conclusiones que pudimos extraer de su concierto de ayer en el Kursaal. ... Comenzó austero, con un Mozart apagado, de poco vibrato y con un sonido cercano al Barroco, continuó con un estilo más clásico en Beethoven y finalizó con un Franck apasionado en el que pareció tener otro instrumento. La capacidad que tiene de adaptar el sonido de su violín, junto con la de evolucionar que ha mostrado a lo largo de su carrera –basta recordar sus innumerables registros- es una de las señas de identidad de una intérprete que se coloca en el escenario con la seguridad y la tranquilidad de la que ha crecido en ellos. Eso, y un control absoluto de su imagen y el conocimiento de lo que el público espera recibir de ella: una puesta en escena elegante, la certeza de que no va a fallar una nota, de que va a regalar un sonido siempre hermoso y todo con obras agradables y habituales del repertorio de su instrumento, apropiadas para sus fans, pero también para los recién iniciados en la música.
La deliberada ausencia de brillo y una manera muy concreta de atacar cada nota e ir al detalle de la articulación fueron la característica principal de su Mozart. Junto al expresivo piano de Lambert Orkis, escuchamos una obra casi barroca. Todo fue sutil, delicado y muy claro, tanto como su elocuencia a la hora de comunicar cómo quería exactamente que fuera su interpretación de esta sonata, cada nota, cada pausa, cada silencio. En toda la obra se dio la misma tónica, pero fue especialmente revelador el segundo movimiento, 'Tempo di minuetto' como demostración de su intención de regalar una lectura bien alejada de épocas románticas posteriores.
Su arco fue alargándose y el vibrato haciéndose más evidente en la sonata 'Primavera' de Beethoven, que adquirió tintes cercanos al romanticismo en el 'Adagio molto espressivo', tanto en la flexibilización del tempo como en los contrastes dinámicos, mucho mayores y con una importante gama de pianissimos.
El repertorio se iba sucediendo a la par que la adaptación sonora del violín de Mutter y del piano del extraordinario Lambert Orkis, de amplio abanico tímbrico y perfecto consorte desde el piano. Franck les dio la oportunidad de mostrar su carácter más apasionado y un, ahora sí, omnipresente vibrato. Mutter ejecutó un Franck expresivo, casi amanerado, dejando que aflorara el ahora necesario estilo romántico, pero eso sí, sin despeinarse ni perder nunca la compostura. Fue generosa y presentó dos propinas con las que terminó de conquistar el Kursaal.
Anne-Sophie Mutter
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Intérpretes: Anne-Sophie Mutter, violín y Lambert Orkis, piano.
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Programa: 'Sonata para violín y piano en mi menor KV 304' de Mozart; 'Sonata para violín y piano nº 5 en fa mayor, op. 24, Primavera' de Beethoven y 'Sonata para violín y piano en la mayor' de Franck.
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Fecha: 26-8-21.
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Lugar: Auditorio Kursaal.
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Asistencia: Lleno.
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Propina: 'Cinderella' de Williamsy 'Danza húngara' de Brahms.
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