ARTE JONDO Y VERDADERO
Crítica del concierto de José Mercé y Tomatito ·
Cada vez hay más ocasiones de escuchar buen flamenco en Donostia. El Dabadaba, que ha recuperado su tablao mensual, acogió el jueves la emocionante actuación ... de Israel Fernández, joven promesa del cante, y dos días después, el Kursaal recibió a quienes hoy día son, quizá, las figuras más grandes del género.
De pie y solo en escena, José Mercé inició la función con 'A mí me llaman el loco', un sobrecogedor martinete: el flamenco en su forma más primitiva. Después, Tomatito interpretó en solitario una rondeña antes de que el cantaor y el resto del grupo se le sumaran en la malagueña 'Que te quise y que te quiero' y otros cantes de palos más o menos festivos. Mercé se ausentó mientras el tocaor y su hijo José del Tomate presidían el sarao a dos guitarras con una alegría de lirismo arrebatador, una bulería con aires de bossa nova y fuerte presencia de la percusión, y una rumba de tintes más ortodoxos.
Entre los coristas y palmeros destacó Kiki Cortiñas, yerno de Tomatito y joven autor de las canciones del nuevo álbum que repasaron después. 'La salina' llevó al auditorio a Cádiz por alegrías, la zambra 'Lola' se la dedicaron con amor y ternura a La Faraona, y 'Buscando la verdad' pareció aludir a la pureza de dos artistas que han solido mezclarse con otros ritmos pero en este proyecto han sido fieles a su esencia. El quejío de Mercé, ronco y jondo, siguió brillando en los tangos humanistas de 'Mundo de paz' y en un fin de fiesta que llegó por bulerías y rumbas con 'María' y 'Jerez', respectivamente. Tras 'Aire', el gran éxito de su disco homónimo del año 2000, el cantaor se arrancó a bailar al frente del escenario, pero se puso serio para rematar una velada de arte verdadero con un solo bis: la conmovedora versión de 'Al alba' (Aute) que el extasiado público cantó casi en un susurro.
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