Marino bravo y sagaz
Menudo año. Kirk Douglas y Alfred Hitchcock en la misma edición. Y con aquella campechanía. Si algo puede definir la nostalgia de lo no vivido ... debe ser aquel momento donostiarra. Porque muchos tenemos el papel de 'Los vikingos' como uno de los más apasionantes y brillantes de Kirk Douglas, con todas sus dosis de épica, drama y violencia, con su vigor y entrega, con sus heridas en la cara y el alma. Bueno, y en el otro extremo, igual de importante, la canción del marinero de '20.000 leguas de viaje submarino', también de Richard Fleischer (menudo par) la faceta más afable y amigable del hombre del hoyuelo. Y del flequillo desgarbado por el gesto de un indomable en 'La pradera sin ley'. Terrible gesto suicida en 'El compromiso' del hombre con la sonrisa más generosa y contagiosa. Impresionante gesto humano en la sinrazón militar de 'Senderos de gloria'. Todo lo hacía con la misma pasión, con innato talento e inagotable carisma. Marino bravo y sagaz en todas las aguas.
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