Un líder de personalidad arrolladora
Yo era un joven atípico, para qué negarlo, en los primeros años setenta del siglo pasado, empeñado en buscar en Donostia libros sobre historia de ... la música cuando José Luis Ansorena me facilitó el acceso al antiguo archivo musical de Arantzazu, cuya catalogación fue finalmente mi tesina de licenciatura en Barcelona. Le conocía porque siendo yo además txistulari de la asociación Ereintza acompañábamos a la Coral Andra Mari en conciertos y viajes.
De ahí a formar parte de Andra Mari y a acompañarle a José Luis en la búsqueda de archivos musicales y a involucrarme en el recién nacido archivo vasco de música Eresbil fue una consecuencia lógica.
La figura del José Luis de aquellos años me trae el recuerdo de una personalidad extrovertida, arrolladora, un perfecto organizador de equipo. Capuchino de sólida cultura, era de una enorme curiosidad intelectual, muy liberal en las relaciones humanas y firme defensor de los creadores, aun sabiendo que sus creaciones pudieran no ser populares.
El me animó a formarme en el ámbito archivístico, y puedo asegurar que no me discutió jamás las soluciones o los caminos que le proponía en cuestiones técnicas. Transmitía una enorme confianza, lo que además de agradecérselo, contribuía a consolidar la labor de equipo. Ha sido realmente un líder que comprendía la necesidad de infraestructuras culturales y que tuvo el aliento y la paciencia para mantenerlas.
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