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Mucho se ha conspirado sobre la autoría del cinematógrafo, invento convertido en arte –el séptimo– con el paso del tiempo. Mientras que la corriente generalista ... apuesta por los hermanos Lumière y la Francia de 1895, otros se decantan por la patente de Alva Edison en la América de finales del XIX. Sin embargo, en ambas opciones se olvida a Alice Guy, que no solo fue guionista, también interpretó el oficio de primera mujer directora de cine del mundo. «Una insoslayable para entender hasta qué punto las mujeres fueron parte constitutiva esencial del origen y afianzamiento del cine». Así definen a la cinematógrafa francesa Elisa McCausland y Diego Salgado, autores del libro 'Clásicas, modernas y extrañas. Historias feministas del cine' (Donostia Kultura, 2025), un libro «que inevitablemente va de la mano del ciclo» Nosferatu al que han títulado igual y que busca «revisionar a la historia del cine desde un punto de vista femenino y feminista».
Tabakalera, horas antes de que diese comienzo la primera proyección de un ciclo que se prolongará hasta diciembre, presentó este miércoles el volumen que han coordinado McCausland y Salgado, que en doce capítulos –escritos junto a diez colaboradores además de ellos– han logrado reunir una recopilación de textos de diferentes «géneros, registros y sensibilidades unificados por la perspectiva feminista». Un recorrido que abarca los 130 años que, este 2025 –oficialmente el 22 de marzo de 1895– celebra el cine, en los que «estaba claro, había algunos nombres irrenunciables». Los autores de esta «nueva revisión a la historia del cine» reconocen que su mayor estímulo era, además de hacer que el público descubriese a «cineastas poco (re)conocidas, logren replantearse lo que sucede con las más populares», a menudo injustamente tratadas por los repasos academicistas.
Contenido. Doce aproximaciones a la labor de las mujeres en el cine desde los inicios hasta nuestros días.
Precio. 20 euros. Disponible en librerías en los próximos días.
Las casi doscientas páginas que conforman el ensayo, que estará disponible en librerías en los próximos días, abarcan un amplio repaso a mujeres «pioneras y referentes para posteriores cineastas». Aparece, como no, el nombre de Louis Weber, primera mujer en dirigir un largometraje: «Supo combinar la sensibilidad 'mainstream', al alcance de todos los públicos, e inquietudes sociales», razonan. También el de Ida Lupino, un «ejemplo pionero de actriz exitosa que aspiró a ampliar el alcance creativo con un puñado de realizaciones, hoy claves para entender las dinámicas industriales y sociales de su época», añaden.
Pero el programa también lo conforman las cineastas o autoras «modernas», entre las que destacan Chantal Akerman o Agnès Varda –Premio Donostia 2017–. «Fue capaz de reinventarse como directora en más de una ocasión, pero a día de hoy, por desgracia, también es un fetiche pop para la cinefilia de redes sociales, uno de los peligros de las reivindicaciones llevadas a cabo con superficialidad». En la categoría «extrañas» han 'archivado' a la oscarizada Jane Campion, a la que aplauden «su trayectoria en el ámbito del feminismo de tercera ola o posfeminismo, lo que otorga a sus películas lecturas muy complejas» o a Isabel Coixet, «una de las realizadoras más interesantes del cine posmoderno y contemporáneo, especialmente, por su faceta como profesional al servicio del cine internacional. Creemos que en sus títulos internacionales es donde de verdad ha demostrado a todos los efectos de su talento como realizadora».
A través del análisis y estudio de la filmografía de muchas de ellas, que podrá servir como guía referente del ciclo organizado por Tabakalera, McCausland y Salgado han logrado «reescribrir la historia del cine desde la pluralidad y la diversidad con el objetivo de que deje de ser la misma de siempre y hacer ver que las mujeres siempre estuvieron ahí, que cumplieron un papel fundamental y que es necesario que sean visibilizadas y analizadas», manifiestan.
Es el momento de dar el lugar que merecen a todos aquellos nombres de realizadoras o cineastas que se quedaron por el camino, cuando muchas de ellas se diluyeron «con la llegada del cine sonoro y la industrialización», en gran parte, «por el perjuicio y discriminación de las mujeres en la profesión». Cantidad de nombres, incluso en este libro –por cuestión de espacio, fundamentalmente– han quedado fuera, pero ambos autores insisten en que «el trabajo pendiente aún hoy está en reconocer a todas su valía». Esta, entre otras iniciativas que reconozca los méritos de las olvidadas en los más de cien años de cine, marca el principio, que «puede y debe tener un horizonte de más largo alcance».
El volumen coordinado por McCausland y Salgado ha contado con la participación de, entre otros, María Adell Carmona, Mariona Borrull Zapata, Desirée de Fez, Elsa Fernández-Santos, Eulàlia Iglesias, Elisa McCausland, Vicente Monroy, Natalia Piñuel Martín, Felipe Rodríguez Torres, Diego Salgado, Daniela Urzola y Nuria Vidal.
No será la última publicación promovida por Donostia Kultura que analice los aportes al cine de las mujeres ya que, según explicaron, en otoño de 2025 se publicará otro libro en euskera sobre el mismo tema, coordinado por Iratxe Fresneda.
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