Patti Smith, una vida ilustrada

Por lo tanto, quien quiera conocer mejor a una de mujeres más interesantes de la escena cultural de las últimas décadas, cuya faceta como escritora recibirá un nuevo reconocimiento el próximo mes de mayo, cuando reciba en Nueva York el PEN America Literary Award, puede hacerlo gracias a sus propios textos.

Pero también puede acercarse a la vida excepcional de una mujer que no deja de afirmar que es extraordinariamente normal a través de 'Patti Smith, she has the power', una biografía ilustrada que Lünwerg ha puesto a la venta este martes, 10 de marzo. Su autora, la ilustradora Ana Müshell (Jerez de la Frontera, 1989) no oculta que la obra nació de una admiración incondicional.

Müshell reconoce esa devoción con estas palabras: «Patricia Lee Smith me parece infinita. Tras estudiar todo el material sobre ella al que he podido acceder, os puedo asegurar que es una artista innata, un pozo sin fondo de creatividad y conexiones entre varias capas y realidades, que lee a Bolaño, Murakami y Plath y se pasea por las tumbas de Genet, Rimbaud o Morrison, que bebe un café tras otro mientras escribe de forma obsesiva, que se entrega en cuerpo y alma en conciertos, charlas, ponencias y libros, que navega con su propio barco entre la realidad y los sueños, en series de televisión policíacas, en recuerdos de sus seres queridos».

El libro recorre, a través del texto y la imagen, los momentos más significativos de una vida repleta de experiencias y encuentros más extraordinarios que los que hacía presagiar el futuro de una niña que nació en Chicago, en plena nevada, y pasó la mayor parte de su infancia enferma. Tal vez las raíces de su creatividad se hundan en aquellos meses de aislamiento en los que integraba las alucinaciones que le provocaba la fiebre en un mundo de fantasía que le permitía huir de la realidad cotidiana, mucho más gris que sus sueños.

En el libro, obviamente, está la Patti Smith de 'Because de Night', de 'People Have the Power' o de 'This is the girl', canciones que mantienen toda su fuerza y su vigencia a pesar de los años, pero también está la escritora, la viajera, la activista, la mujer que está envejeciendo sin hacer concesiones y que, dentro de la larga gira en la que está embarcada, el próximo mes de junio capitaneará con su banda el cartel del Azkena Rock de Vitoria.

Otros hitos importantes en la vida de Patti Smith que destaca el libro son la marcha a Nueva York cuando tenía 20 años. Más bien una huida motivada, como sus fantasías de infancia, por la necesidad de pedirle a la vida algo más que la monótona supervivencia a la que parecía abocada aquella joven obrera de una fábrica de New Jersey.

Patti Smith compartió el inicio de su aventura neoyorkina con otro joven que desbordaba creatividad y ganas de alejarse de la seguridad y la estabilidad del hogar familiar: el fotógrafo Robert Mapplethorpe (1946-1989), su pareja durante un tiempo y amigo hasta que murió de sida con 48 años. Mappelthorpe no solo hizo que naciera en ella la afición por la fotografía que se refleja en la portada del libro, sino que la acompañó en la aventura de adentrarse a finales de los 60 en un camino jalonado de bajas prematuras, que ella ha seguido recorriendo a su manera.

Una de las etapas de ese viaje que tiene un reflejo importante en el libro es su estancia en el Chelsea Hotel, que más que un hotel al uso era un lugar en el que, ya desde tiempos de Mark Twain, escritores, músicos o cineastas se establecían durante largos períodos de tiempo, para dedicarse a la creación y a vivir la vida sin demasiados límites. Patti Smith conoció en ese hotel que ha dado título a numerosas creaciones a poetas de la Generación Beat como Allen Ginsberg, que la marcaron desde el punto de vista literario, y a otras personas muy importantes en su vida personal y artística, como Leonard Cohen o Bob Dylan. 'Eramos unos niños' es, de hecho, una crónica de de ese tiempo y de esa generación que tiene en Patti Smith a una de sus últimas supervivientes; una generación plagada de nombres con los que se puede escribir gran parte de la historia de la cultura estadounidense de las segunda mitad del siglo XX.

Y está, por supuesto, su carrera musical, indisociable de su obra poética y de la necesidad de compartirla, ya que las primeras apariciones públicas de Patti Smith están vinculadas a la lectura de sus poemas, que ella convertía en 'performances' que impactaban y cautivaban al público. La mujer de la americana negra sigue siendo única cuando recita textos propios o ajenos.

Tal vez cuando rompía sillas en el escenario y se dejaba llevar por el trance Patti Smith no supiera que aquello era una actitud 'punk', pero desde que el término se generalizó no ha conseguido librarse de la etiqueta de 'madrina del punk', que en ocasiones ha considerado excesiva. De hecho, así es como se presenta el libro de Müssel: La biografía ilustrada de la 'madrina del punk'. Una aproximación, desde la admiración confesa y absoluta, a una de las primeras y escasas mujeres que ha liderado una banda de rock y que desde que en 1975 debutó con 'Horses', ha cimentado sobre más de diez discos y una cantidad aun mayor de libros una carrera que la ha convertido en una de las artistas más influyentes y personales de los últimos 50 años. Y que, con 73 años cumplidos el 30 de diciembre, sigue teniendo mucho poderío.