Libros exquisitos, también para los más pequeños
La editorial Xibarit da inicio con 'Hugoren gaua' a una línea de literatura infantil con la que, además de animar a la lectura, quiere estimular el amor por el libro
'Hugoren gaua' tiene a un niño como protagonista y puede considerarse literatura infantil, pero la historia que cuenta no decepcionará a ningún lector, sea cual sea su edad. Rezuma ambiente navideño, pero no solo no es una historia típicamente navideña -podría ser más bien todo lo contrario- sino que su trasfondo se puede adaptar a cualquier época del año.
'Hugoren gaua', una historia escrita por Karlos Linazasoro, ilustrada por Elena Arrese y editada por la editorial tolosarra Xibarit, destaca sobre todo por el cuidado con el que se ha plasmado el trabajo de ambos creadores en un álbum de formato rectangular en el que el soporte, el propio libro, comparte protagonismo con las ilustraciones y el texto.
Del libro, que con su lomo rojo marca el camino a los que le sucederán, que llegarán tanto en euskera como en castellano, se han editado 500 ejemplares numerados, que están a la venta en algunas librerías -por ejemplo, en Hontza de San Sebastián- a un precio de 30 euros. Es algo más elevado que el habitual en los libros para niños, pero más que razonable teniendo en cuenta las características de un álbum exquisitamente editado.
«Busco la excelencia»
El impulsor del proyecto es el tolosarra Joseba Urretavizcaya, conocido sobre todo por su faceta como fotógrafo. Hace un par de años creó la editorial Xibarit, con la que ha publicado ya un buen número de libros ilustrados con sus propias fotografías, de estilo inconfundible.
Dado que cuenta con varias colecciones -'Jentilak', que está recuperando a grandes figuras de herri kirolak, o la dedicada a personajes históricos vascos, que en breve se ampliará con un libro sobre Elkano, por ejemplo- aborda temáticas muy variadas, pero todas tienen algo en común: «Busco la excelencia tanto en los contenidos como en la edición», afirma.
En el primer aspecto, confía plenamente en los autores con los que comparte los proyectos. En el segundo, «como conozco bien el proceso, yo lo hago todo, disfruto mucho haciéndolo. Y como no me faltan ni la ilusión ni la energía, ahora mismo estoy trabajando en cinco o seis libros a la vez».
En año pasado, sin pensar que la idea podría dar lugar a una nueva línea de trabajo, le pareció interesante trasladar a la literatura infantil esa concepción del libro como objeto que merece el máximo cuidado. Ofrecer buenas historias, animar a la lectura y, además, estimular el amor por el libro como objeto que no solo se lee, sino que se ve, se toca y se admira.
No le dio muchas vueltas. Le pidió una historia al escritor Karlos Linazasoro. Sin sugerencias ni condiciones. Linazasoro le devolvió un folio que contenía una historia, en palabras del autor, «muy de mi estilo: sencilla, con un toque un poco malvado». Un toque que lo es todo y que, por lo tanto, debe permanecer secreto.
El folio pasó a manos de la pintora y muralista Elena Arrese, que pese a dedicarse a la creación artística desde hace muchos años se ha estrenado en el mundo de la ilustración. No hubo contacto entre el escritor y la ilustradora. Como ella misma recuerda, «según lo iba leyendo, encontraba distintas lecturas... Traté de respetar la historia de un niño que puede ser cualquier niño. No tiene rasgos concretos, en ningún momento se le ven la cara o la expresión». El resultado fueron 24 ilustraciones a página completa, enfrentadas a las planas que contienen los brevísimos textos en los que Linazasoro ha desarrollado la historia. A la vigesimoquinta ilustración, una doble página, solo le acompaña un 'klik!'. Tanto las ilustraciones como los textos tienen entidad suficiente para ser prácticamente autónomas, pero potencian sus poderes cuando juegan en equipo.
En las páginas de 'Hugoren gaua' hay mucho color, muchas texturas, muchas perspectivas, mucha lluvia, y muchos rincones de Tolosa, villa natal de los tres protagonistas del proyecto, que ya están pensando en el siguiente. A Karlos Linazasoro y Elena Arrese no les costará repetir, porque ambos coinciden al emplear la misma expresión al referirse a su experiencia: «Ha sido un lujo».
La acogida que ha tenido su primera colaboración también les anima a seguir adelante. Arrese no tiene elementos de comparación pero a Linazasoro, que desde 1991 ha publicado más de 40 libros, no le faltan. «Con este libro estoy recibiendo más cariño que nunca. Es curioso. Puedes pasar años dando vueltas a un libro, romperte la cabeza, tomarte un trabajo terrible, para que después de publicarlo nadie te haga ningún comentario... En este caso, sin embargo, he escrito una cosa pequeña y estoy recibiendo mucho a cambio. Se acercan amigos, niños, conocidos del pueblo... En Tolosa, por lo menos, el libro ha llegado a la gente».