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Jueves, 23 de septiembre 2021, 11:47
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Se podrían establecer tres grandes categorías en cuando a los artistas que se han dedicado o se dedican al mundo del cómic, así como a aquellos que lo harán en el futuro: Los que lograron la fama y que, claro, son los menos; los que tuvieron un paso efímero por las páginas de revistas o que colaboraron en fanzines de mayor o menor calado pero que, al fin, desaparecieron sin dejar rastro y, por último, el numeroso e importante colectivo de aquellos que, a pesar de su larga trayectoria, de décadas de publicación en muchos casos, no han llegado a colocarse entre esas colosales estrellas. Probablemente Joan Mundet sea uno de ellos.
Autor | JOAN MUNDET | |||
---|---|---|---|---|
Editorial | Ponent Mon | |||
Páginas | 184 | |||
Precio | 32 euros |
Nacido el 16 de marzo de 1956 en Castellar del Vallés, Barcelona, Mundet comienza a los dieciocho años su trayectoria profesional, si bien desde entonces lo hace interesado tanto en el cómic como en la pintura y la cerámica. Así, en 1973 publica 'Wild B. Hickcock' en el número 64 de la histórica revista Trinca, un título del que se ha hablado muy poco para lo mucho que representó. Le seguirán multitud de obras cortas para revistas de terror, género en el que se desenvuelve con solvencia gracias al dominio de los volúmenes, tramados y sombras, hasta colaborar de forma habitual en las revistas Rambla y Kirk.
Sin embargo, es en el mundo de la ilustración cuando alcanza su mayor logro al ser elegido para ilustrar las novelas del Capitán Alatriste del escritor Arturo Pérez-Reverte, al punto de que pasa a ser su dibujante oficial y, bajo las adaptaciones de Carlos Giménez, publica 'El capitán Alatriste' y 'Limpieza de sangre'. También en 2008, en un cambio radical, propone con el sello Dolmen 'Gary Folch', un relato autobiográfico centrado en los principios de los años ochenta, la época del bum del cómic adulto en España, en el que un autor busca su lugar y su gran oportunidad. Sin embargo, aquí no ocurre como en 'Los profesionales' de Giménez. Aquí el humor brilla por su ausencia. Y buena parte de todo lo comentado hasta ahora concurre en 'Bajo el cielo de acero', un western puro, en el que Horace, un jinete negro solitario con, naturalmente, un duro pasado, encuentra a
Rita Candela, la joven superviviente del ataque apache a una caravana. La obra de madurez, con un estilo influenciado por el gran Hernández Palacios, sobre todo en cuanto al tratamiento de las lunes, encuadres y color, resulta muy interesante no tanto por la trama en sí, que no deja de ser algo manida dentro del género, sino por el tratamiento que Mundet hace de la misma, así como por representar ese tratado de lo que el autor ha pretendido desde sus dieciocho años en el arte de las viñetas.
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