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rentxun y Aguirre, músicos y tocayos, hace unos días en La Zurriola. ARIZMENDI
«Se ha perdido el concepto de oficio en la música»

«Se ha perdido el concepto de oficio en la música»

Jazzaldia - Escenario Verde ·

El Escenario Verde recibe hoy a las 21.00 horas a Amateur, con Mikel Aguirre al frente, y después a Mikel Erentxun, que actuará a medianoche

Juan G. Andrés

SAN SEBASTIÁN

Viernes, 27 de julio 2018, 10:26

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Al inicio del encuentro hablan de guitarras, colaboradores comunes como Joseba Irazoki e incluso de conciliación familiar. No es la primera vez que coinciden. La revista 'Mondo Sonoro' ya les reunió hace poco más de un año y ahora repiten la experiencia aprovechando que Mikel Erentxun y Amateur protagonizan hoy la noche del pop donostiarra en el Escenario Verde. La química entre ambos tocayos es más que evidente.

- Nunca habían actuado ustedes en el Jazzaldia...

- Mikel Erentxun. No, es el único marco donostiarra que me falta y es de lo más gordos. He tocado en todos los teatros de la ciudad, en salas grandes y pequeñas, en bares que ya no existen…

- Mikel Aguirre. Y yo con La Buena Vida, parecido. Jamás pensé que tocaría en la playa delante de miles de personas.

- M.E. Y en un festival con tanto prestigio y magia. Para mí este concierto es la alegría del año, y eso que sumaré 70 bolos en 2018, pero este es 'El Bolo'.

- ¿Prepararán algo especial?

- M.A. Amateur somos un grupo nuevo y, por tanto, supone una oportunidad de presentar nuestras canciones, pero recuperaremos alguna cosita de La Buena Vida llevada a otro terreno.

- Eso no lo habían hecho hasta ahora… ¿Qué ha cambiado?

- M.A. No queríamos que nos tildaran de ser la continuación de La Buena Vida, pero yo era una parte importante del grupo como intérprete y compositor de muchas de las canciones, así que no puedo renunciar a mi bagaje.

- M.E. Todos los que hemos estado en una gran banda y lo hemos dejado hemos pasado por varias fases: primero reniegas totalmente de tu pasado y luego te entra la nostalgia y recuperas temas que hace años que no tocabas… Se lo he visto hacer también a Iván Ferreiro con canciones de Los Piratas y a Bunbury con Héroes del Silencio. Al cabo de un tiempo ves que no tiene sentido renegar porque eres tú al fin y al cabo.

- M.A. A veces reniegas de la producción o de cómo quedó un coro u otra cosa, pero si la idea de la canción es bonita se puede trasladar a la actualidad como hicisteis hace poco con Duncan Dhu, cuando le disteis otro toque a las canciones. Revisitar está bien.

- ¿Usted prepara alguna sorpresa?

- M.E. No sé si contaremos con alguna colaboración o recuperaremos canciones que no suelo tocar. Algo especial sí queremos hacer porque va a ser el bolo más grande de mi gira.

- M.A. Además, el otro día leí que el día 27 [hoy] se produce el eclipse de luna más largo del siglo y que incluye un efecto que se llama 'blood moon' (luna de sangre) porque antes y después del eclipse se enrojece la luna. Debe de ser algo que sucede cada dos mil y pico años y vamos a estar ahí: si no llueve y no hay nubes, puede ser maravilloso.

- M.E. Yo estoy encantado con la noche donostiarra y tiene pinta de que, si sale bien, se repetirá, porque hay bandas suficientes en la ciudad para hacer noches así durante años.

- ¿Conocen ustedes la escena local? ¿Creen que podría existir un nuevo Donosti Sound como el que ustedes abanderaron en distintas épocas?

- M.A. Bueno, en cierto modo, yo creo que ya existe porque hay más grupos que nunca y de lo más dispares. No estoy muy al día pero hay cosas muy interesantes.

- M.E. Yo tampoco conozco bien a las bandas más jóvenes pero con los grupos de Donostia me pasa lo mismo que con los internacionales, que los que más me gustan son los que llevan mil años: Rafael Berrio, Diego Vasallo, vosotros… Havoc está muy bien, pero bueno, lleva ya cuatro discos, e Izaro también me gusta…

- M.A. En el último Olatu Talka nos invitaron al homenaje a Dylan y había un montón de músicos que no conocía que me sorprendieron mucho, como por ejemplo Noa Voll Damn, con una voz soul espectacular. En la época de La Buena Vida éramos más como un clan: Le Mans, Family… Parece que nos regíamos por unos principios casi escritos, como un grupo muy cerrado, y eso no me atraía mucho. Es mejor una escena más abierta como la que hay ahora.

- ¿Qué es lo que menos les gusta de la música actual?

- M.A. Ahora hay más música que nunca, pero lo que más me sigue poniendo y a quienes más me gusta emular es a Elvis Presley, a Bob Dylan, Leonard Cohen, Neil Young, Tom Petty, David Bowie… Ahora el negocio de la música es a golpe de click, ya no se hacen discos arriesgados como antes, un tema de Pink Floyd de 11 minutos con tres de introducción en los que parece que no sucede nada pero que son vitales para que luego ocurra algo…

- M.E. Yo pienso parecido, no hay nada que me emocione como un Bob Dylan o un Paul McCartney. Escucho cosas actuales por saber qué pasa pero hay tanto que descubrir en los años 60 y 70 que prefiero quedarme ahí. Eso en cuanto al contenido y en lo relativo a la forma, no me gusta nada eso de la cultura del click. Soy muy clásico y pienso que la música se ha banalizado muchísimo en este país, tanto que ahora puedes hacer un disco en tu dormitorio. Al final mi hijo o el tuyo, aunque no tenga ni idea, podrá grabar un disco, y eso es malísimo.

- ¿Por qué es malo? A mí me parece estupendo...

- M.E. A ver, la parte buena es que hoy día puedes hacer un disco barato mientras que antes sólo podían grabar cuatro personas.

- M.A. Ahora se ha democratizado.

- M.E. Es difícil explicarlo e igual suena absurdo y clasista, pero lo que yo digo es que hacer un disco no puede ser barato: se necesita un buen estudio, aparatos caros, músicos, técnicos…

- M.A. Estoy totalmente de acuerdo. No se puede hacer un disco de calidad por 2.000 euros… Yo lo que lamento es que se haya perdido ese tejido industrial de músicos y técnicos…

- M.E. Se ha perdido el concepto de oficio en la música: el compositor, el técnico, el intérprete… Y luego ocurre que las redes y la radio están inundadas de productos infames, no por su contenido, sino por su calidad. Yo le doy mucha importancia al sonido y hace muchas giras que por una cuestión económica no puedo trabajar como me gustaría en directo. Por eso me da rabia que gente que maneja presupuestos brutales como Serrat cante una obra maestra como 'Mediterráneo' con dos sintetizadores.

- La verdad es que Serrat sonó pobre el otro día en el Kursaal...

- M.E. Llévate una orquesta y cúrratelo, que cobras una millonada y has llenado el Kursaal.

- M.A. Eso los americanos lo cuidan muy bien porque tienen cultura musical, se vuelcan con cada detalle. Se fijan mucho las pequeñas cosas.

- M.E. Yo creo que para grabar con un ordenador en casa hay que ser un genio y de esos hay tres.

- M.A. Y luego está la tecnología, que es un arma de doble filo. La posibilidad de perfeccionarlo todo, de cortar y pegar, de utilizar efectos… todo eso resta humanidad al conjunto y a mí me gusta la imprecisión del músico. Escuchas los discos de Billie Holiday o Chet Baker y hay ruidos, sí, pero sobre todo, hay alma y corazón. Todo eso lo hemos dejado de lado y parece que lo más chulo es el último 'plug-in'.

- M.E. Ya no se trabaja a favor de la canción.

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