Nøgen y Belako despiden el Escenario Verde con dos vibrantes funciones
Los donostiarras Nøgen reunieron ayer a un importante número de espectadores en el Escenario Verde, que fue clausurado por Belako después de medianoche
Los guipuzcoanos Nøgen y los vizcaínos Belako despidieron anoche el Escenario Verde con dos funciones de distinto signo pero igualmente vibrantes: los primeros optaron ... por un pop-folk acústico de inspiración americana, mientras que los segundos, con su habitual bravura escénica, mostraron su infalible rock de corte ruidista y arreglos electrónicos. En mitad de la segunda cita cayó una tromba de agua descomunal, pero el cuarteto de Mungia supo capear el temporal y en apenas tres temas el chubasco remitió.
Los miembros de Belako, que estos meses se encuentran inmersos en la preparación de su cuarto disco, ya actuaron en 2013 en la playa de la Zurriola, justo el mismo día en que lo hizo Elvis Costello. Entonces presentaron su primer disco de estudio, pero seis años después, la banda es dueña de una trayectoria consolidada y no sólo gozan de un nombre importante en el Estado, sino también en el extranjero, donde ya son conocidos sus proverbiales directos. Anoche presentaron termas de todos sus álbumes, con especial atención al último de ellos, 'Render Me Numb, Trivial Violence' (2018)
'Desnudo' en Dinamarca
En lo referido al primero de los grupos que tocó, lo publicado sobre él hace medio año en estas páginas sigue vigente: «Resulta sorprendente y esperanzador ver cómo un grupo local que no ha cumplido ni dos años de edad, es capaz de llenar un teatro como el Principal». Aquella tarde convocaron a 575 personas y fueron algunos cientos más quienes se lanzaron a la arena para disfrutar de la banda donostiarra.
Su historia es bien conocida, pero conviene recordarla para quienes aún no se han topado con su música, cada vez más presente en redes y radios diversas. En 2016, Markel Idigoras alumbró sus primeras melodías con la ayuda de su ukelele en Dinamarca, donde estudiaba (ejem) como Erasmus. A su regreso sintió ganas de desnudarse a través de sus canciones y, de ese modo, nació Nøgen, que en danés significa, precisamente, «desnudo».
Pues bien. El grupo salió a la playa de su ciudad y protagonizó una colorida sesión de 'nudismo' folk para exhibir las melodías de su disco largo de debut, 'Liv Til Døden' (2018). Empezaron en plan enérgico con 'Take Me Home' y 'D&D', donde ya brillaron las primeras armonías vocales marca de la casa. Con maneras de estupenda frontwoman, Eider Saez llevó la voz solista y políglota -cantan en euskera, inglés y castellano- pese a la interferencia de unos inoportunos acoples, Sonaron, entre otras, 'Marean', compuesta para el festival Atlantikaldia de Errenteria; 'Anai', dedicada a Donostia; 'Folklore', versión del tema de Berri Txarrak cantada en su tramo final por el batería, que emuló la voz de Gorka Urbizu, e incluso alguna tonada aún inédita en la que pidieron al público que saltara.
El resto de las canciones, como por ejemplo 'Hil arte bizi', fueron cantadas masivamente y con entusiasmo por los espectadores, cada vez más crecientes en número y siempre obedientes a la hora de repetir «uo-uo-uos» y «la-la-las» varios o de mover los brazos a un lado y otro. Markel Idigoras comenzó a cantar 'Oxigenoa' y animó a «mirar al cielo, tomar aire y disfrutar de la vida», para lo cual propuso a la audiencia crear un «cielo estrellado» prendiendo los teléfonos móviles y los mecheros cuando ya estaba a punto de oscurecer. «Ez gara geldituko!!», gritó luego antes de acometer 'Nora', durante la que la Zurriola se llenó de balones gigantes que fueron de bote en bote por todo el arenal.
Pusieron a prueba 'Mapa', otra composición no publicada pero cuya letra en castellano y euskera fue muy celebrada en las primeras filas, como también lo fue su aproximación a 'Little Lion Man', de Mumford and Sons, uno de sus grupos de cabecera. Se acercaron al final con 'Keari', en la que la introducción de una guitarra eléctrica endureció el sonido, más rockero, para dar paso a la «muy especial» 'Gertu', que fue la primera canción de la banda. En los bises, emocionaron con 'Loreak eman arte', con los cinco cantando juntos al frente del escenario; 'Ez da ondo aterako', su exitosa y coreadísima colaboración con La M.O.D.A., y 'Enarak', que cerró una efervescente actuación que, seguramente, constituirá un nuevo hito en la carrera de los donostiarras.
No en vano, la banda logró reunir a un gran número de seguidores que, en lo relativo a cifras, nada tuvo que envidiar al resto de las bandas que han pasado por el Escenario Verde, a excepción, claro está, de Joan Baez y Jamie Cullum. Está por ver si experimentan un salto similar al de los vizcaínos Belako, que hace seis años presentaron su primer disco en el Escenario Verde que clausuraron convertidos en un grupo más que consolidado en la escena estatal. Pero pase lo que pase, los miembros de Nøgen ya pueden considerar lo de ayer como un rotundo éxito que seguramente les animará a seguir adelante.
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