Izaskun Chinchilla: «En los edificios del futuro podrán convivir una oficina de correos, una guardería y viviendas»
Izaskun Chinchilla (Arquitecta) ·
«La ambivalencia genera ciudades muy poco dependientes del vehículo. La vida será a cinco minutos andando»patricia rodríguez
Martes, 8 de octubre 2019, 06:22
Conservar antes que derruir. Rehabilitar antes que construir. Son los principios por los que aboga Izaskun Chinchilla (Madrid, 1975) desde su estudio de arquitectura ... madrileño. Ayer impartió una conferencia sobre 'Arquitectura y ciudad: entre la memoria y la innovación' organizada por el COAVN Gipuzkoa con motivo del Día Mundial de la Arquitectura.
- Desde la Bienal Mugak se hace hincapié en acercar la arquitectura a la ciudadanía, pero ¿la arquitectura social, participativa, tiene realmente aplicación?
- Absolutamente. Mucha gente se queja de que ha tenido experiencias de participación frustrantes o inútiles. Es que la participación hay que planificarla mucho e invertir muchos recursos profesionales. Hacer participación sin un buen equipo de técnicos, sociólogos, antropólogos… que la planifiquen no funciona. Muchas veces se pregunta lo que no es relevante. Yo puedo preguntar a los ciudadanos de qué color quieren pintar el edificio de enfrente de su casa pero la cuestión importante quizá no sea esa, sino qué quieren que suceda en ese edificio, si les gustaría que fuera un hospital, una escuela, etc.
- Existen, por tanto, buenas intenciones pero faltan las herramientas precisas...
- En participación se están haciendo cosas con buena voluntad pero muy poca técnica y al final esos procesos generan frustración a todas las partes. Pero la única vía de la arquitectura del futuro es la de la participación ciudadana. Las sociedades escandinavas han sido ejemplo de este tipo de desarrollo donde la gente de 30 y 40 años ya han tenido experiencias de participación hasta en su guardería. Amigos de mi edad, con cinco años votaban a qué parte se iba a destinar el presupuesto en la guardería: compra de muñecos, etc… El que ha vivido esa tradición es un ciudadano mucho más proactivo para hacer propuestas.
- ¿Cree que los arquitectos deberían volver a sus edificios al cabo de un tiempo y ver cómo los utiliza la gente?
- Tendría que ser obligatorio. Desgraciadamente en las escuelas de arquitectura se sigue enseñando que el día que haces las fotos, ese edificio ya deja de ser asunto tuyo y me parece casi uno de los problemas más graves que hay en la educación del arquitecto. Hay una desvinculación brutal del usuario y de su experiencia. La arquitectura, que es fundamentalmente un servicio social, no se empieza pensando en geometría ni en materiales sino verificando la experiencia del usuario. De 42 asignaturas que tuve, no hay ni una sola que hiciera referencia a esto.
«La obsolescencia también existe en la arquitectura y los usos de un edificio cambian»
«La única vía de la arquitectura del futuro es la de la participación ciudadana»
«En los países escandinavos ya votan con cinco años a qué dedicar el presupuesto»
«Abogo por mantener el patrimonio, que no está reñido con modernizar la ciudad»
- Además de la participación ciudadana, ¿cuáles son los principales retos de la arquitectura en los próximos años?
- En el ámbito de la ecología vamos a hablar mucho de economía circular. La obsolescencia también existe en la arquitectura, hay muchos edificios que dejan de usarse para lo que estaban previstos y muchas áreas de la ciudad dejan de ser adecuadas. Esos edificios se derruyen y generan un nuevo residuo. Frente a esto, lo que la economía circular pretende es que intentemos reciclar, reutilizar y revisar los edificios o infraestructuras que ya tenemos para dejar de consumir nuevas materias primas y reducir los residuos. En términos de ciudad y arquitectura, esto se concreta en la rehabilitación.
- ¿Como una forma de administrar mejor lo construido?
- La europa desarrollada tiene todas las grandes infraestructuras construidas y lo que es lógico es que se vayan produciendo esas pequeñas obsolescencias (bibliotecas, teatros, carreteras… que ya no se usan o no se hacen como entonces). Eso implica un cambio muy grande, porque a nosotros en la escuela lo que nos enseñaron es a cómo construir en solares vacíos. Ahora se trata de tener una mirada donde las grandes infraestructuras requieren constantes ajustes de uso. Por ejemplo, pasamos de ciudades con espacio público muy dedicado al vehículo rodado a ciudades más peatonales y con más bicicletas.
- También los recursos son limitados...
- Sí. La ecología está revolucionando no sólo el ejercicio profesional del arquitecto y el urbanista sino también el modo de concebir la ciudad por parte de los gobernantes. Es la transformación de los modos de hacer profesional más importante que vamos a vivir en los próximos años, lo que evidencia que no es una moda pasajera. Todo lo contrario.
- ¿Cómo se pueden construir edificios sostenibles?
- Se suele comenzar a pensar en un edificio sostenible intentando reducir el impacto energético y de emisiones, por ejemplo utilizando energías renovables como la solar, la eólica, la geotérmica… o mejorando el aislamiento del edificio. Significa un comienzo muy loable y hay que tenerlo en cuenta pero es como decir: «vamos a seguir construyendo, utilizando recursos… pero lo haremos de una manera un poco menos perjudicial». Lo primero que se tiene que plantear un arquitecto, un alcalde, un propietario privado… es: ¿existen estructuras en la ciudad que no se estén utilizando al 100% y en las que podamos introducir ese nuevo uso, en vez de construir? Ese es el comienzo de un edificio sostenible.
-¿Qué más hay que pensar antes de llegar a la optimización energética y la reducción de emisiones?
- Hay que tener en cuenta también si existen redes públicas y cómo abastecen a ese futuro proyecto, preguntarse si llega bien el transporte público a ese mercado, centro comercial o viviendas futuras. Porque si la única forma de llegar es en vehículo privado donde cuatro miembros de la familia lo usan a diario porque les vas a localizar en un sitio sin servicios, sin centralidad... ojo. Ahí ya puedes poner paneles solares y demás que el impacto que va a tener el modo de vida de esas persona va a superar por mucho lo que hayas podido ahorrar en la construcción.
- Según su forma de hacer ciudad, hay que pensar más en el uso que en el ladrillo…
- Veo ya la tendencia. Los edificios del futuro serán mucho más híbridos: te podrás encontrar en un mismo edificio una planta de 'coworking', en otra planta comercios, o una guardería, una oficina de correos y en la parte alta un uso residencial. Se construirá pensando en la ambivalencia, lo que generará ciudades muy poco dependientes del vehículo, porque si tienes todo en un mismo edificio, tu vida se producirá a cinco minutos andando. Si flexibilizamos ciertas normativas e incentivamos ciertos usos, esa riqueza de las ciudades se empezará a producir. Holanda ha sido pionera en hacer una ciudad mucho más rica en la mezcla de usos. La ley de suelo española ha tendido a identificar cada parcela con un uso: terciario, residencial, etc.
-¿Hasta qué punto ha de conservarse un edificio?
- Abogo por mantener el patrimonio. La ciudad más sana es aquella que no está hecha de chaletitos individuales. Pero hay excepciones, como villas singulares, donde los valores son otros, el cultural, social e identitario. Nuestro patrimonio es lo que nos ata a nuestro lugar, pero no está reñido con modernizar la ciudad, aumentar la densidad en otros puntos… para ello hay que tener una idea flexible del patrimonio. Conservar, sí, pero transformar también y el arquitecto vasco tiene una muy buena formación para poder aunar esas dos cosas.
-¿Cuál es su ciudad ideal?
- Donostia estaría en una lista de ciudades ideales del mundo. Agradable, compacta y fácil de usar. Mi padre es donostiarra, vivió en Tolosa y con 18 años se fue a estudiar a Madrid, conoció a mi madre y se quedó a vivir allí. Yo siempre he venido a veranear aquí y para mí es una ciudad que tiene una escala maravillosa, se puede vivir sin coche, se puede recorrer andando... Y ha sabido mantener un impacto respetuoso en su entorno.
Tres itinerarios por Gipuzkoa como prebienal
Aunque la inauguración oficial de la segunda edición de la Bienal Internacional de Arquitectura Mugak comienza este jueves de forma oficial, ya se están celebrando actos en la ciudad a modo de 'precalentamiento'. Ayer, el Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro organizó tres itinerarios gratuitos por Gipuzkoa sobre patrimonio industrial, donde los asistentes pudieron conocer la arquitectura industrial de Eibar y el edificio Aita Agirre de Elgoibar. La segunda visita sobre patrimonio histórico recorrió la zona de Urola para visitar la ermita de La Antigua de Zumarraga y la parroquia San Martín de Tours de Urretxu. El tercer itinerario sobre regeneración urbana incluyó el nuevo barrio de Txomin de Donostia y la regeneración de la bahía de Pasaia.
También desde la semana pasada se pueden visitar las exposiciones 'Arquitectura consciente' en la UPV/EHU; 'Conexiones: arte y arquitectura' en la Galería Altxerri, Kur Art Gallery, Arteko Galería y Ekain Arte Lanak.
A estas se les unirá un centenar de actividades durante dos meses entre talleres, proyecciones, visitas guiadas y conversaciones, entre las que destaca el encuentro con Rafael Moneo e Iñaki Gabilondo el próximo 28 de noviembre.
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