Belle Epoque 4.0 de San Sebastián

Dentro de esa realidad, en los últimos días han aparecido varios vídeos en las redes sociales, del fotógrafo Mikel Xabier Sarasola o de los perfiles de Donostia Webcam y San Sebastián Desaparecida, que recrean, en movimiento y color, la Belle Epoque donostiarra. A partir de las fotografías de José Brunet (1865-1891) o del fondo Galarza. No son pocos los que nos hemos sorprendido y hasta emocionado al ver la llegada del Norte con las máquinas de vapor, el Gran Kursaal en su máximo esplendor, el movimiento del tranvía, el glamour de las carreras de caballos, las cafeterías con pamelas y sombreros o el actual salón de plenos del ayuntamiento como salón de baile.

Un pasado brillante al que sin lugar a dudas se debe la ciudad actual. Y que por suerte, hace muy poco ha sido estudiado y difundido por los historiadores Lola Horcajo y Juanjo Beobide, en dos magníficas exposiciones. Entre tanto, ambas muestras se completaron con el interesante trabajo de Miren Arzalluz sobre la moda a principios del siglo XX (Fundación Kutxa, 2023). Todas ellas trataron sobre un patrimonio histórico que reivindican asociaciones como Áncora o Hispania Nostra. Y del que poco a poco participa hasta el propio ayuntamiento, impulsando actuaciones como la reconstrucción de la estación del Norte.

A pesar del enorme interés del tema, los contenidos elaborados con IA tienen una temporalidad efímera. Y resulta muy decepcionante que este material tan bonito no pueda ser visto y admirado permanentemente por todos los locales y visitantes. Sería muy interesante que algún lugar de la ciudad, como el Palacio de Miramar o la Caseta Real de Baños, acogiera la exposición de la Belle Epoque. El éxito estaría asegurado.