Un heredero de Zuloaga pide a San Sebastián que devuelva siete obras donadas por la familia
Son seis cuadros y un dibujo que se encuentran en San Telmo. El demandante dice que el museo incumple las condiciones marcadas por los hijos del pintor en 1967
Uno de los herederos del pintor Ignacio Zuloaga, uno de los mayores artistas del siglo XX, ha presentado ante el Ayuntamiento de San Sebastián ... una reclamación en la que solicita la reversión de siete obras del creador eibarrés que fueron donadas por la familia al Museo de San Telmo en 1967. El reclamante, Rafael Suárez Zuloaga, considera que el museo incumple las condiciones que fueron fijadas por los donantes, Lucía y Antonio Zuloaga, hijos del pintor.
Entre las condiciones establecidas en la donación se decía que las siete obras, seis cuadros y un dibujo, «deberán permanecer expuestas a perpetuidad en el museo, en una sala que llevará claramente escrito el nombre de 'sala de Ignacio Zuloaga', con exclusión de dibujos de pinturas de otro autor». También se establecía que la familia debía autorizar cualquier préstamo de esas obras para exposiciones fuera de San Telmo, y que en caso de incumplirse las condiciones «la propiedad de las obras revertería de nuevo en los donantes o en los herederos».
La donación establece que las obras deben estar siempre expuestas en una sala que lleve el nombre de Ignacio Zuloaga
El demandante, informado por este periódico de que la reclamación iba a ser publicada en DV, no ha realizado comentarios. En el Ayuntamiento de Donostia tampoco se dan demasiado detalles, a la espera de responder administrativamente, pero el concejal de Cultura, Jon Insausti, sí confirma la petición. «El Ayuntamiento de San Sebastián ha recibido una reclamación, presentada por parte de uno de sus descendientes, en la que solicita la reversión de siete obras del pintor Ignacio Zuloaga que forman parte del patrimonio de la ciudad y sus ciudadanas/os desde que fueron donadas en 1967 por Lucía y Antonio Zuloaga, hijos del pintor. Previo informe de la dirección del Museo de San Telmo, el Ayuntamiento dará debida respuesta a dicha petición».
La respuesta
Desde el consistorio no quiere avanzarse cuál será la respuesta, aunque se da por seguro que se subrayará que sí se cumplen las condiciones de la donación. La directora del museo de San Telmo, Susana Soto, tampoco se pronuncia sobre la demanda, que corresponde a los departamentos legales y de patrimonio del Ayuntamiento, pero sí remarca que «Zuloaga ha sido, es y será uno de los elementos de referencia de San Telmo, como los lienzos de Sert y las estelas funerarias».
Soto recuerda que Zuloaga está en el propio origen del museo, que fue inaugurado en 1932 con implicación activa del pintor desde el inicio, y considera que San Telmo cumple las condiciones de la donación porque sigue habiendo una sala dedicada a Zuloaga.

Entre las obras reclamadas figura un cuadro de gran formato y muy conocido del pintor, 'Torerillos de Turégano / Idolos futuros'. También están en la lista los cuadros 'Saint Cloud / Parisienses', 'Vista de Segovia', 'Retrato de Srta Lolita Penaud', 'Retrato del Duque de Veragua' y 'Retrato de Cristobal Colón', así como el dibujo 'Hamarreko/ tipos vascos'.
El demandante es Rafael Suárez Zuloaga, uno de los tres herederos de la obra del pintor eibarrés fallecido en 1945
La obra y el patrimonio de Zuloaga, nacido en Eibar en 1870 y fallecido en Madrid en 1945, están repartidos ahora entre tres ramas familiares de herederos. Rafael Suárez Zuloaga, nieto del pintor que ha planteado la reclamación, es responsable del Espacio Z de Zumaia, en el edificio donde estaba el Museo Zuloaga. Las otras ramas familiares están encabezadas por Ignacio Suárez-Zuloaga, presidente de la Fundación Zuloaga, y los descendientes de María Rosa Zuloaga, fallecida en 2021, que gestionan el museo Zuloaga de Pedraza.
El visto bueno del Pleno
Las obras en cuestión llevaban años en depósito en San Telmo hasta que el 21 de diciembre de 1966 fue formalizada la donación por los hijos del pintor y tramitada oficialmente en el Ayuntamieto en 1967. El expediente municipal, al que ha tenido acceso DV , recoge todo el proceso, incluida la aprobación por parte del Pleno y el 'visto bueno' a la propuesta del director del museo para que las piezas «fueran convenientemente iluminadas con luz eléctrica» para ser exhibidas en condiciones.
También consta en el acuerdo plenario «el agradecimiento de la Corporación por esta donación que servirá para perpetuar el recuerdo del insigne pintor guipuzcoano». Igualmente se encarga al director del museo la responsabilidad del cumplimiento de las condiciones marcadas por los donantes «en evitación de la penalidad establecida para caso contrario».
El director del museo solicitó 77.307 pesetas para acondicionar la sala, en una obra encargada a Decoraciones Echezarreta y Montajes Jofel Electricidad, según consta en el expediente.
La directora de San Telmo subraya que «Zuloaga, los lienzos de Sert y las estelas son las señas de identidad del museo»
La sala Zuloaga existió en las mismas circunstancias hasta el cierre del museo en 2007 para la rehabilitación y ampliación del edificio. En 2011 reabrió como museo de la sociedad vasca, con espacios etnográficos e históricos y también un amplio capítulo de artes plásticas. Sigue existiendo un espacio específico dedicado a la obra de Zuloaga. En el Ayuntamiento consideran «una cuestión semántica» discernir qué es «una sala». «En San Telmo Zuloaga tiene su espacio propio, con sus obras, y presidido por el busto del pintor».
La solicitud del heredero se ha realizado de momento ante el Ayuntamiento. Cuando el municipio responda, previsiblemente rechazando la petición, se sabrá qué nuevos pasos plantea el demandante.
Medios culturales conocedores de este tipo de reclamaciones recuerdan que en algunas donaciones las condiciones impuestas por los hedereros dejan de tener validez transcurridos treinta años, pero no se sabe aún si es el caso de Zuloaga.
La vinculación histórica del artista con el museo, que arranca en la misma inauguración en 1932, ha sido constante. Incluso la plaza donde está radicado lleva el nombre de Zuloaga como homenaje al artista y recuerdo de su profunda vinculación con el museo y con la ciudad.
El concejal de Cultura dice que «se responderá pronto». En el museo consideran que sí se cumplen las condiciones
Cuando se reabrió San Telmo en 2011 hubo sectores culturales de Gipuzkoa que criticaron que los apartados de pintura y escultura habían perdido protagonismo en el nuevo concepto museográfico establecido, pero desde el departamento de Cultura del Ayuntamiento siempre se ha argumentado que la presencia de las artes plásticas sigue siendo notable «con una colección que permite un repaso de los fondos del museo y de las diferentes corrientes y estilos artísticos, en general y con especial énfasis en los creadores vascos».
Ignacio Zuloaga Zabaleta, nacido en Eibar el 26 de julio de 1870 y fallecido en Madrid el 31 de octubre de 1945, fue calificado por la prensa francesa como «el último gran maestro de la Escuela Española de pintura». Hijo de Plácido Zuloaga, «el gran damasquinador del siglo XIX», tuvo taller en París, Segovia, Madrid y Zumaia, localidad a la que estuvo ligado también hasta el final. Es uno de los nombres claves de la historia de la pintura con una obra que se sigue reconociendo internacionalmente.

Zuloaga y San Telmo, intensa relación desde el primer día
El 3 de septiembre de 1932 se inauguró el museo de San Telmo. Y ahí estaba entre los invitados, pero con protagonismo especial, el pintor Ignacio Zuloaga, implicado desde sus inicios en el museo. Como dice Susana Soto, Zuloaga, los lienzos de Sert y las estelas funerarias han sido las señas de identidad del museo donostiarra. «San Telmo es Zuloaga y por eso nos apena esta solicitud», dice.
El ministro De los Ríos presidió la ceremonia en 1932 junto al alcalde Fernando Sasiain, que recordó que «cuando los forasteros que visitan la ciudad preguntan si existe algún museo se les debía responder que no, porque San Sebastián, fuera de sus bellezas naturales, no ofrece nada a los amantes del Arte», según la prensa de la época. El entonces director del museo, «señor Aguirre», guió una visita por el espacio, «deteniéndose en la sala de escultura, en el museo etnográfico y en la de artistas vascos, donde admiraron los lienzos de Zuloaga».
La asesoría del pintor
En la sala de actos del nuevo museo se celebró el concierto inaugural, con el Orfeón Donostiarra, bajo la dirección del maestro Gorostidi. En la segunda parte, la Sinfónica de San Sebastián dio a conocer 'El retablo de Maese Pedro', poema musical del maestro Falla que personalmente dirigió la interpretación. «Intervinieron en la obra, con gran acierto, el barítono don Remigio Peña, el tenor señor Aguirre y el niño Francisco Antín».
«Los invitados salieron complacidísimos de la solemnidad y admirados de la restauración e instalaciones del viejo convento, que desde esta fecha del 3 de septiembre de 1932 quedaba dedicado a museo, biblioteca y exposiciones». El arquitecto Francisco Urcola, asistido por Juan Alday y asesorado por Ignacio Zuloaga, hizo el proyecto. La complicidad de Zuloaga sería esencial hasta su muerte.
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