Galder Varas: «Tratar temas muy sensibles con gracia tiene un valor incalculable»
Triunfa en los escenarios y en las redes sociales con sus improvisaciones y en marzo será uno de los protagonistas del festival de comedia Umore
Lo suyo es la improvisación. Galder Varas (Bilbao, 1987) lleva tres años de gira con 'Esto no es un espectáculo', una función donde dialoga e ... improvisa con los espectadores. Representa a una nueva generación de humoristas que comparte tablas con otros más veteranos y experimentados. En su caso, se ha 'aliado' con Goyo Jiménez y Luis Piedrahita para impulsar el festival internacional de comedia Umore que se celebrará en marzo en distintas localidades de Gipuzkoa. Los tres cómicos compartirán escenario en el espectáculo 'Bonito del norte' que clausurará el festival. Las entradas se pusieron a la venta la semana pasada pero apenas quedan ya unas pocas a la venta.
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– Quería ser director de cine pero ahora llena salas como monologuista... ¿cómo ha llegado hasta aquí?
– Supongo que es la vida. Uno tiene unas expectativas, unos sueños, pero al final creo que la felicidad está en no atarte a esas expectativas que tienes. Yo encontré la comedia de casualidad. Siempre me había gustado el humor, reírme, hacer chistes, pero nunca me lo había planteado como una carrera, porque primero, no pensaba que yo fuera capaz de desarrollar mi talento en ese ámbito, y luego tampoco creía que fuera una profesión rentable. Pero tenía un trabajo que no me gustaba mucho y poco a poco me fui metiendo en el mundo de la comedia, más que nada por salir un poco del trabajo y desconectar. Ahí fue cuando empecé a darme cuenta de que era algo que podía perseguir como una carrera, porque veía que me iba bien y que a la gente le gustaba. Y a mí me encantaba. Así que a día de hoy no he cumplido el sueño de ser director de cine, pero sí otros, como el de crear un festival de la comedia aquí, en Donostia, y subirme al escenario con dos humoristas profesionales como Goyo Jiménez y Luis Piedrahita en la gala 'Bonitos del norte', que pondrá el broche final al festival.
«Tenía un trabajo que no me gustaba y por eso me metí en el mundo de la comedia... y me di cuenta que a la gente le gustaba»
– ¿Cuál es el secreto para triunfar en el mundo del humor?
– Creo que es muy sencillo, como en cualquier otro trabajo. Lo primero es que te guste, que te apasione, y lo segundo es esforzarte mucho. Porque muchas de las cosas que consigues es por insistir y por trabajar muy duro en aquello que te gusta.
– Lo suyo es hablar con el público, lo que se denomina el 'crowdwork', los monólogos en los que va improvisando según lo que le cuentan los espectadores.
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– Sí, pero también hay otros muchos que hacen eso antes de que empezara yo. Quizá el público que no se acercaba a los clubes de comedia no era consciente de que eso también era parte del stand-up o de los monólogos, porque conocían lo que salía en la tele, que era el texto más trabajado.
– ¿Y por qué se decantó por hacer este tipo de monólogos?
– Al principio yo hacía el monólogo más tradicional. Pero como me presentaba muchas veces a la semana en muchos locales de comedia y se me iba acabando el texto que yo tenía y no quería repetir tanto el monólogo, hablaba con el público, primero porque era muy divertido, y luego porque me ayudaba a que el monólogo fuera más variado.
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– Esto es más complicado, no hay un guion a seguir de principio a fin, y sí mucha improvisación...
– Sí, pero por una parte, tienes la liberación de no poder trabajarlo y practicarlo de antemano. Pero claro, en el momento tienes muchos más nervios, hay mucha más inseguridad porque al final el cómico es un animal muy inseguro. Si se sube al escenario es porque, en parte, necesita el reconocimiento de la gente, necesita que le rían y que le aplaudan porque vive de eso. Por lo que sí, hay más tensión, porque no sé por dónde me va a salir el público ni por dónde voy a salir yo.
«Quien consume más espectáculos de comedia, luego es más propenso a reírse de las cosas que le pasan»
– ¿Y qué ocurre cuando esa interacción con el público no funciona, o la gente no se ríe?
– Pues es algo que pasa, y muy a menudo. Yo a lo mejor no soy tan bueno en eso, pero creo que hay cómicos que son muy hábiles sabiendo resolver los momentos de silencio, los momentos en los que no se ríe el público porque lo hacen de forma muy natural. Es la experiencia en la profesión lo que te ayuda solventar esos momentos con habilidad. Pero incluso en estas circunstancias, en el fracaso, hay humor. Y esto solo pasa en la comedia. Porque el cómico siempre puede aprovechar algo que no funcione o que no cause risa para incorporarlo a su material de comedia
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– Lleva tres años de gira triunfando con el show 'Esto no es un espectáculo'. ¿El público se ríe de lo mismo en todos los sitios, o el humor también entiende de geografía?
– Creo que a la vez, todos somos muy distintos y todos somos muy parecidos. Obviamente, cada comunidad autónoma, cada provincia, cada ciudad e incluso cada barrio tiene su propia identidad, y eso se refleja en el humor, en cómo se ríen de las cosas y en cómo reaccionan a lo que les propones. Pero creo que la risa une mucho a la gente. Con este espectáculo yo sé que en cada ciudad me voy a encontrar a un tipo de público, con una personalidad concreta, pero al final vamos a encontrar el lenguaje común, que es la risa.
– En su caso, este espectáculo también arrasa en redes sociales. ¿Qué le diría a ese público que no le ha visto actuar en directo?
– Hombre, les animaría a que lo vieran en directo, pero no solo mi espectáculo, sino cualquier espectáculo de comedia, porque la comedia es algo que se disfruta mucho más en vivo y con más gente. La risa además, creo que es terapéutica y es muy liberadora. La gente debería incorporar el humor a su vida, Yo noto que quien consume más espectáculos de comedia, luego es más propensa a reírse de las cosas que le pasan, a reírse con sus amigos, a hacer más bromas, y obviamente, a tener más sensibilidad para el humor y a saber que hay momentos en los que una broma o un chiste puede relajar una situación muy incómoda o muy tensa.
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– ¿Se puede hacer humor de todo?
– Obviamente, aunque no todo el mundo tiene el talento para hacer humor de cualquier cosa. Yo creo que no hay líneas rojas en el humor, al revés, y cuando alguien es capaz de tratar temas muy sensibles con gracia, eso tiene un valor para mí incalculable.
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