Una antológica de Chillida reabrirá el museo de Zabalaga el 17 de abril

El museo Chillida-Leku de Hernani inicia una nueva etapa el próximo miércoles 17 de abril, con una exposición antológica del artista donostiarra que servirá como tarjeta de presentación del remozado centro. De esta forma, la anunciada reapertura se engancha a la notable afluencia de turistas que previsiblemente recibirá Gipuzkoa con motivo de la festividad de Semana Santa. La exposición antológica del escultor en el museo se sumará al exhaustivo recorrido de obras en gran formato que ofrecen las campas de Zabalaga, en una propuesta comisariada por Ignacio Chillida y el equipo de investigación del centro bajo el título de 'Eduardo Chillida. Ecos'. Un destacable volumen de documentación inédita procedente de los archivos de los herederos ayudará a contextualizar esta muestra. Las entradas se podrán adquirir a partir del 1 de abril en la web www.museochillidaleku.com a un precio aún por anunciar.

Ocho años después de su cierre a causa de las tensiones económicas derivadas del descenso de visitantes, las once hectáreas que rodean al caserío Zabalaga volverán a ser de acceso público con 'Eduardo Chillida. Ecos', la gran exposición antológica que ofrecerá al visitante un recorrido contextualizado por la trayectoria de uno de los más importantes artistas vascos del siglo XX. Desde el hierro y el granito hasta las lurras, el papel de las 'gravitaciones' y el yeso de la primera época, la exposición recorrerá toda la trayectoria artística de Eduardo Chillida, desde la década de los cuarenta hasta el año 2000. Con la emblemática obra 'donostiarra' 'Peine del viento XV' como eje central, las salas superiores de Zabalaga –que conserva su estructura y su aspecto exterior pero ha mejorado la accesibilidad y la iluminación– trazarán un recorrido dedicado a la obra pública, un ámbito de la creación en el que Chillida fue tan prolífico que más de cuarenta países acogen esculturas del artista donostiarra.

Una de las principales novedades que presenta la exposición es que a la ya de por sí exhaustiva colección de obras en poder de la familia se le suman otras, mucho menos vistas por el público, procedentes de museos, instituciones y colecciones particulares. Es el caso de las esculturas de hierro 'Deseoso' (1954), procedente de Fundación la Caixa, y 'Del plano oscuro' (1956), que llegará de la Fundación ICO depósito Museo Reina Sofía), además de varias piezas destacadas como 'Hierros de temblor' (1957), 'Yunque de sueños VII' (1959), o 'Buscando la luz III' (1997), 'pariente' en menor formato de 'Buscando la luz I' que domina con su majestuosidad en acero corten la campa de Zabalaga.

Por otro lado, los herederos del escultor, fallecido el 19 de agosto de 2002, conservan abundante material de archivo que incluye fotografías, manuscritos originales, correspondencia y catálogos de exposiciones de sus primeros años como escultor que se mostrarán en la propia exposición para ayudar al visitante a contextualizar la historia de una evolución en el pensamiento y en la estética.

La ambiciosa propuesta con la que Chillida-Leku reinicia su andadura como centro público –desde su clausura el 1 de enero de 2011 se mantuvo accesible al visitante bajo petición– se completa con la inauguración de espacios y servicios específicamente concebidos para esta nueva etapa. Es el caso de la nueva cafetería del Museo que, denominada 'Lurra', ocupará el espacio diseñado en su día por el arquitecto y cómplice de Eduardo Chillida, Joaquín Montero. Se trata del fruto de la colaboración de Chillida-Leku con Orona Ideo, mediante su Fundación. El funcionamiento de la cafetería, bajo el liderazgo del chef Fede Pacha, se basará en el modelo Diámetro 200, cuya filosofía se basa en el uso del producto local de temporada y respetuoso con el medio ambiente. Por otra parte, la antaño modesta tienda del museo se alojará en ese mismo pabellón, esta vez, con una oferta renovada a base de «una cuidada selección de libros de arte con con un fuerte enfoque en la obra de Eduardo Chillida, así como nuevas publicaciones especializadas que actualmente se encuentran en proceso de edición».

También se ha sometido a una sutil reforma el paisajismo de la parcela hernaniarra, a partir de «premisas ecológicas» y de la mano del arquitecto de naturaleza holandés Piet Oudolf, autor del diseño de espacios como el Jardín Lurie de Chicago o la High Line de Nueva York. En cuanto a la «actualización» del caserío, se desarrolla bajo la directrices del arquitecto Luis Laplace en «estrecha colaboración» con el nieto del escultor, Jon Essery Chillida.

Bajo la dirección de Mireia Massagué, procedente del Centro Gaudí de Barcelona, Chillida-Leku aborda esta nueva etapa con el reto de mantener su atractivo en los turistas y de incorporar al público vasco, que experimentó un progresivo descenso en su primera etapa. Para conseguirlo, señalaba Massagué en una entrevista a este periódico el mes pasado, el centro propondrá una programación atractiva, que por primera vez se abrirá a otros artistas de talla internacional y que buscará que el acercamiento al museo no se agote en una única visita, sino que invite a repetir.