Albert Serra: «El espectador sale de mi película un poco trastornado, es una experiencia única»
Albert Serra presenta esta tarde en Tabakalera su filme 'Liberté', premiado en Cannes, que ofrece «una visión del sexo muy particular»
Como ya es casi tradición, Albert Serra viene a San Sebastián a presentar su nueva película, 'Liberté', que compitió en el pasado Festival de Cannes ... en la sección Un Certain Regard, donde ganó el Premio Especial del Jurado. El director catalán, siempre provocador y polémico, que despierta mucha más admiración y atención en Francia que en España, acompañará la proyección del filme esta tarde en una sesión única en la sala de cine de Tabakalera, a las 19.00 horas. Una hora antes, en la sala Z, ofrecerá una masterclass con entrada libre hasta completar aforo.
«El espectador juega un papel muy importante en esta película, sale un poco trastornado, con una sensación diferente a lo habitual», nos advierte Albert Serra en charla telefónica. «La película te va secando, vaciando y sales un poco exhausto, yo diría que como experiencia de cine es algo único, no se puede comparar a ninguna otra». Así se expresa el cineasta, que ya presentó en San Sebastián, también en proyecciones especiales al no tener un estreno normal en salas comerciales, sus filmes previos 'Historia de mi muerte' (2013) y 'La muerte de Luis XIV' (2016). «Algunas de mis películas son más fáciles de ver, otras no tanto, y esta quizás es de las difíciles. Y si acompaño al público, entiende y disfruta la película de otra manera. La película da para mucho debate y además interpela al espectador de una manera muy directa».
Una proyección como la de hoy es la manera adecuada de ver 'Liberté': «Es la quintaesencia de la película que hay que ver en una sala pública y en una pantalla grande. Hoy en día en que todo es televisión y esa mierda de las series, el hecho de salir de casa e ir a ver una película, si en algún caso tiene sentido, es en este. El espectador es interpelado de una manera que no se puede dar en casa con la tele».
Un bosque en el que unos aristócratas libertinos expulsados de la corte puritana de Luis XVI dan rienda suelta a sus «prácticas licenciosas», es el escenario en el que se desarrolla una película con sexo explícito y deseos oscuros. «Es una película de contrastes, con una visión del sexo muy particular, pero en sus extremismos conecta con las pesadillas de mucha gente», expresa Serra.
Reacciones exageradas
En la proyección en el Festival de Cannes hubo de todo, gente que se salía de la proyección airada, y también una mayoritaria ovación final: «La película provoca reacciones un poco exageradas, pero yo la veo como una obra de arte, una obra estética y las consecuencias a nivel de polémica no me interesan para nada».
El sexo es muy protagonista, pero también la nocturnidad: «'Liberté' también incide en la lógica de la noche liberadora e improductiva, a diferencia del día, en la que el deseo se expresa de otra manera». A la pregunta de sí su película refleja un sexo depravado, puntualiza: «Trato de captar esas distorsiones que produce la noche, donde damos rienda suelta a los sueños, no sé si más depravados, pero sí más singulares o especiales».
Las sesiones
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18.00 Masterclass en la sala Z de Tabakalera, entrada gratuita.
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19.00 Presentación y proyección de 'Liberté' con coloquio, en el cine de Tabakalera, 3,5 euros.
Aunque suele contar a menudo con actores no profesionales, Albert Serra incluye a Helmut Berger en el reparto de 'Liberté'. ¿Es una manera de aludir a ese mundo de Luchino Visconti y la decadencia, como en el 'Luis II de Baviera' que hizo el director italiano con Berger como protagonista? «En cierto modo, sí. Sin embargo, su personaje es precisamente el más puritano de la película, quería darle un poco la vuelta, que no fuera una alusión tan obvia. Helmut Berger estaba ya en la obra de teatro en la que se basa la película, que hicimos en Berlín hace dos años, y era un placer contar con él. Se conserva muy bien, sigue siendo muy guapo, tiene un rostro muy inspirador».
Así que de nuevo el cine europeo de los años 70, sobre todo el francés o el italiano, sigue siendo fuente de inspiración para Serra. «Claro, no me voy a inspirar en el cine español de ahora, en todo caso me inspiraría en él para saber lo que no tengo que hacer. A finales de los 60 y principios de los 70 se da la época de todos los contrastes, cuando se pone toda la carne visual en el asador, y todas las revoluciones encuentran su imagen correspondiente, y las liberaciones, también. En esa tensión para mí hay mucha inspiración, ya sea de una manera más explícita o, ya que hablábamos de Visconti, como lo hace 'Muerte en Venecia', que es una película sin ninguna imagen explícita de deseo o de sexo, pero con una dimensión trágica y enfermiza muy fuerte».
Para Serra, «hoy en día todo se mueve en una banalidad tan grande que este tipo de atmósferas son raras de ver, con algunas excepciones, como yo y otros directores que van haciendo cosas aisladas en este sentido. Pero el cine 'mainstream' de hoy es una cosa muy patética».
Sobre la atención que recibe en Francia, empezando por el Festival de Cannes que ha seleccionado casi todas sus películas en las principales secciones, y también en los círculos europeos más alternativos, Serra considera que «aquí la gente es muy ignorante y no tiene mucho interés. No creo que sea algo contra mí, bueno, un poco sí, pero cuanto más radical o más interesante sea la propuesta, la gente aquí menos se interesa. Pero no es mi problema».
Aceptar lo inaceptable
El título del filme «es una provocación», admite, «porque libertad para mí es lo que hay en la película. Si no haces aquello que está en la película, no eres libre, estás controlado por los de siempre, la Iglesia, el estado, la familia... En el espacio de la película está la libertad, puedes realizar lo imposible o aceptar lo inaceptable. Un poco como pasa con las obras del Marqués de Sade. La ficción puede tratarlo todo».
Anuncia que tiene un guión para una nueva película: «Voy a hacer un melodrama, una historia de amor contemporánea. Bueno de amor e interés, porque el amor por sí solo ya no funciona, me gusta más mezclado con el interés». Pero ya será para el año que viene.
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